El gobierno de Puerto Rico inició la puesta en marcha del Registro de Cuidadores Informales de Adultos Mayores, una herramienta con la que esperan ofrecer más servicios de apoyo a esas personas a cargo de nuestros envejecientes. También, recogerá datos estadísticos sobre quienes se dedican esa labor y sus necesidades, para así forjar mejores políticas públicas y desarrollar iniciativas que atiendan esas necesidades.

La secretaria del Departamento de la Familia, Ciení Rodríguez Troche, hizo el anuncio este miércoles junto a la administradora de la Administración de Familias y Niños (ADFAN), Nicole Báez, y el administrador auxiliar de adultos mayores, Josué Pérez.

Relacionadas

Según explicó Rodríguez Troche, este nuevo registro, además de cumplir con lo establecido por la Ley 82 de 2023 para enfrentar los retos del envejecimiento poblacional de la Isla, “viene a llenar un espacio que nosotros entendíamos meritorio que teníamos que visibilizar en Puerto Rico, de establecer que hay miles de personas, adultos mayores cuidando a adultos mayores, pero también hijo e hija que están trabajando a diario, que llegan a tener esa doble y triple jornada, muchos de ellos apoyando a sus hijos pero también a sus padres y madres”.

“Realmente, es una iniciativa que entendemos que nos va a ayudar a atemperar las necesidades de estos cuidadores a la realidad de servicios que tenemos en Puerto Rico. Nos va a ayudar al desarrollo y promoción de políticas públicas dirigidas al sector, tanto al cuidador como al adulto mayor”, agregó la secretaria.

El Departamento de la Familia estrenó una plataforma digital para identificar y apoyar a cuidadores informales de adultos mayores en Puerto Rico.
El Departamento de la Familia estrenó una plataforma digital para identificar y apoyar a cuidadores informales de adultos mayores en Puerto Rico. (Suministrada)

¿En qué consiste?

La administradora de ADFAN, en tanto, recordó que las estadísticas apuntan a que la población de adultos mayores continuará creciendo de manera exponencial por los próximos años. Actualmente, las personas de más de 60 años se estima son el 28.5% de la población, y para el 2050 se calcula que llegarán a ser el 39.8% de la población.

Muchos de esos adultos mayores a menudo requieren la asistencia de algún cuidador, que con frecuencia es uno informal, que son aquellas personas que, precisamente, busca visibilizar este registro.

Báez aclaró que, cuando se habla de cuidador informal, se refiere a una persona que no recibe remuneración alguna por esa labor de velar y brindar servicios esenciales a ese adulto mayor. Agregó que, de acuerdo con estadísticas recopiladas por la escuela de cuidadores informales de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR), “se estima que hay unos 500,000 cuidadores informales en Puerto Rico al día de hoy”.

A través de la herramienta, que ya está disponible en línea, libre de costo, aquellas personas que cumplan con los criterios establecidos podrán registrarse y, una vez evaluada y verificada su solicitud, recibirán un certificado y podrán recibir servicios tales como adiestramientos o asistencia a través de programas como los de amas de llaves y auxiliares en el hogar, o el programa Respiro, a través del cual se envía una persona para que pueda sustituirle por varias horas en el cuidado de ese adulto mayor.

Según detalló, la persona que se identifique como cuidador informal “puede registrar hasta tres adultos mayores bajo su cuidado”, y “no tiene que tener una relación de consanguineidad”, sino que basta que sea “una persona, que sea familiar, que sea amigo, o que de alguna manera tenga una relación de importancia con este adulto mayor”.

Por otro lado, Pérez distinguió que, dentro del cuidador informal está el cuidador primario, que es aquel que está cara a cara con el adulto mayor y le protege y le asiste en el diario vivir, y está el cuidador secundario, que es aquel que está más distante, o no puede ofrecerle asistencia diaria, pero sí aporta, sea económicamente o en otras situaciones, al cuido de ese adulto mayor.

El administrador auxiliar destacó que, entre los beneficios de registrarse, está que podrán recibir “capacitación en cuanto a condiciones y temas relacionados al cuidado de ese adulto mayor”.

Además, otro de los beneficios de registrarse el que el cuidador informal podrá presentar a su patrono la certificación de registro y, “bajo consideración del patrono, le podría brindar algún tipo acomodo para que cuide a ese adulto mayor”.

Si bien es claro que ese acomodo sería “bajo discreción del patrono”, la secretaria sostuvo que podrían diseñarse estrategias para incentivar que se ofrezca, tal como podría ser identificar y reconocer a aquellos patronos “amigos de los adultos mayores”, en contraste con aquellos que no respalden esa política pública.

También, dentro del registro hay “un área donde hemos sido proactivos en identificar recursos de apoyo y de autocuidado para ese cuidador informal”, que están identificados por pueblos, y que incluyen servicios de apoyo tales como auxiliares, servicios de salud, entre otros.

El proceso

Según se explicó, la solicitud de registro pasa por un proceso de validación para asegurar que la certificación se emite correctamente. El solicitante deberá someter documentos de respaldo, tales como una certificación médica que demuestre que ese adulto mayor requiere de y recibe esos cuidados, así como información propia del cuidador informal. En caso de que una persona de avanzada edad que no tenga alguna condición específica, pero requiera apoyo, bastará con una certificación de un profesional de la salud o la conducta que así lo haga constar.

Esa certificación se debe renovar cada año, y requiere de recibir al menos dos capacitaciones, equivalentes a seis horas, a través de los programas que ofrecerá el DF, que podrán ser virtual o a través de otras modalidades.

En aquellos casos que así sea necesario, se le podría ofrecer asistencia al cuidador informal a través del programa Respiro, para que pueda entonces tener el tiempo para recibir la capacitación.

En caso de un cuidador auxiliar secundario, se le podría requerir documentación que demuestre su aporte al cuidado de ese adulto mayor, como podría ser la planilla de contribuciones sobre ingresos.

La evaluación de la solicitud, afirmó la secretaria, incluye una verificación de credenciales de que la persona no ha sido convicto por ningún crimen, como otro filtro adicional para evitar abusos o explotación contra el adulto mayor, sean físicos, emocionales o financieros.

Pérez enfatizó en que la certificación de cuidador informal “no es una licencia que estamos emitiendo como cuidadores, y no capacita a la persona ni le da permiso por parte del Departamento de la Familia a ir a algún hospital o recibir remuneración económica de ninguna índole”, sino que se limita a “un certificado de que estás brindando ese servicio, ese cuidado informal a un adulto mayor”.

Aquellas personas que tienen retos con la tecnología y no consigan acceder al registro por su cuenta, puede acudir a cualquier oficina regional de DF, o cualquier oficina de servicios tales como ASUME, PAN, oficinas municipales de servicio al ciudadano, centros de actividades múltiples, organizaciones que asisten a adultos mayores, para recibir asistencia para acceder al registro.

El registro está hay disponible en línea, en el portal https://cuidadoresinformales.familia.pr.gov.

La iniciativa del registro se lanzó poco antes de la llegada de noviembre, mes que se dedica al cuidador.