A la entrada de la Villa Pesquera Herrera, en Loíza, cuelga uno de esos coloridos letreros de gran tamaño en los que el gobierno pregona las obras de desarrollo de infraestructura y reconstrucción de daños provocados por el huracán María, en septiembre de 2017. Según el letrero, para los trabajos de esa Villa Pesquera se asignaron $401,780, obras que ya deberían haber concluido, o al menos estar ocurriendo.

Pero la realidad es que la Villa Pesquera está muy, pero muy distante de haber sido reconstruida.

Lo que alguna vez fue el escamadero, permanece como una covacha en ruinas y llena de escombros; de la rampa para los botes solo queda el espacio donde alguna vez estuvo; los cubículos de los pescadores no tienen ni puertas; hay una luz exterior que permanece encendida parpadeando; el interior de la Villa está lleno de materiales que quedaron allí, algunos ya inservibles, y otros, como las puertas que nunca se llegaron a poner, siguen en su empaque recostados a una pared; la oficina “recogida” hasta donde es posible, también está llena de materiales que dejaron allí, y una pala permanece recostada a la pared, como si quien la usaba se hubiese esfumado súbitamente y quedara como único testigo de que alguna vez, al menos, hubo algún tipo de labor de reconstrucción.

De toda la estructura, solamente el techo exhibe señales de haberse reconstruido.

Así las cosas, tan solo se está usando un espacio donde están las neveras, que le permite a la gente de la Villa mantener una operación limitada de venta de pescado.

“Esto se quedó paralizado. Un contrato que debió haber terminado el 30 de junio de 2023”, denunció Lydia Osorio Casanova, quien colabora como secretaria en la Villa Pesquera.

Un letrero en la entrada de la Villa Pesquera nunca las labores en el lugar que nunca se culminaron.
Un letrero en la entrada de la Villa Pesquera nunca las labores en el lugar que nunca se culminaron. (Xavier Araújo)

Detalló que, de todo lo que se debió haber ocurrido, “el techo, que tenía filtraciones bastante agudas, lo trabajaron muy bien. Eso fue corregido en su totalidad”. Sin embargo, acotó, “las puertas están allí, hace un año. Hay cemento allí que se dañó, mucho material se dañó, porque el contratista dejó de venir, por instrucciones de (el Departamento de) Agricultura o COR3 (Oficina de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia), que es el que se supone que pague este proyecto”.

Añadió que las agencias a cargo del proyecto no han ofrecido una respuesta adecuada a la situación que enfrenta la Villa Pesquera. Solamente “viene un representante de Agricultura, y siempre está dando fechas y fechas y fechas, y siempre incumplen”.

Lamentó que, dadas las condiciones en que se encuentra la Villa Pesquera, “los pescadores no pueden tener aquí sus lanchas. No hay la seguridad. Es una incomodidad”.

“Mire donde la persona que limpia el pescado lo está haciendo, cuando se supone que el escamadero era una de las facilidades que se iba a arreglar con este proyecto”, denunció. “Eso ahí es una mesa improvisada, porque eso no se ha culminado. Eso cae dentro de los trabajos que ellos no han culminado”.

“Los pescadores no pueden utilizar la instalación, porque entonces tendrían que llevar y traer sus pertenencias, y eso es cuesta arriba”, agregó, mientras señalaba el área de los cubículos de pescadores, donde tampoco se han completado los trabajos.

Muchos pescadores han optado por moverse a otras villas pesqueras para vender sus productos.
Muchos pescadores han optado por moverse a otras villas pesqueras para vender sus productos. (Xavier Araújo)

Venden por su cuenta

Como consecuencia de esta situación, algunos pescadores han dejado de llevar sus productos allí y están haciendo sus ventas por su cuenta, o acudiendo a otras pescaderías o villas pesqueras. “Son muy pocos los que tienen el compromiso de traer el pescado para que la pescadería siga funcionando, aunque sea en un nivel bajo. Porque no está funcionando como debería ser. No hay las facilidades, no hay las comodidades. Todo está a medio terminar”.

Agregó que la persona que va allí “de parte de Agricultura” ha dicho que la paralización de las obras “se debe a un cambio de orden”.

“Pero ahí se ha quedado. O sea, ha sido su palabra, el no ha presentado evidencia, no ha habido documento que evidencie qué es lo que en realidad sucede con la paralización de los trabajos en la Villa Pesquera”, afirmó.

“Y mientras tanto, seguimos… pues, los pescadores están en otra villa pesquera. Y hay muchos con el interés de estar aquí, porque de verdad que les gusta, es un buen lugar. Pero, ante las limitaciones, se nos han ido a otra villa pesquera”, insistió, dejando ver un evidente malestar con la situación.

“Y esto no está peor porque hay un corillo que venimos y pasamos ‘trimmers’ y siempre limpiamos y qué se yo. Nos ocupamos de mantenerlo, hasta donde se puede. Porque esto es una instalación que dejaron completamente abandonada”, agregó.

Los pescadores, en tanto, mantienen sus esperanzas de que una vez se conozca públicamente su reclamo, al menos algún funcionario pueda darles una explicación de cómo y en que término se atenderá su situación.

Reacciona Agricultura

El secretario del Departmente de Agricultura, Josué E. Rivera, reaccionó a Primera Hora sobre las condiciones actuales de la Villa Pesquera de Loíza.

“Muchas de las situaciones que enfrentamos hoy en nuestras villas pesqueras y proyectos de infraestructura agrícola responden, en parte, a administraciones del pasado, donde la falta de planificación estructurada, la desconexión con las verdaderas necesidades del sector y una preocupante leniencia con los procesos burocráticos a nivel federal, pudieron haber dejado a nuestros pescadores y agricultores desprotegidos. La Villa Pesquera de Loíza es un claro ejemplo de esto”, manifestó Rivera mediante declaraciones escritas.

En el caso de la Villa Pesquera de Loíza, hemos identificado el problema, establecimos comunicación con nuestros enlaces con FEMA y con ASG, y estamos gestionando las enmiendas necesarias para que las obras puedan retomarse con todas las garantías requeridas. Coordinamos inmediatamente una visita con la alcaldesa de Loíza mañana mismo, para evaluar de primera mano el avance del proyecto y continuar dando pasos firmes hacia su culminación”, añadió.

“Además, quiero ser categórico: no se tolerarán prácticas negligentes ni de contratistas ni de terceros. Todo aquel que actúe en incumplimiento de los términos acordados, de forma irresponsable o que retrase los procesos sin causa justificada, será inmediatamente prescindido del servicio. Nuestra obligación es con el pueblo, con la transparencia y con la ejecución eficiente de los recursos públicos. Los pescadores de Loíza, y de todo Puerto Rico, merecen respeto, acción y resultados”, concluyó.