A tres años de la devastación que dejó en Puerto Rico el huracán María, alcaldes azules y rojos, se manifestaron ayer frustrados y decepcionados con la burocracia que impera en algunas de las agencias encargadas del desembolso de los fondos federales de la recuperación, lo que a su juicio, mantiene prácticamente detenidas las obras de reconstrucción.

Aunque se mostraron satisfechos con la asistencia de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias y Desastres (FEMA), también reclamaron lentitud de la agencia federal en el proceso de adjudicación de las obras de reconstrucción.

En Yabucoa, municipio por donde entró el destructivo huracán, el alcalde Roberto Surillo dijo que FEMA no les ha desembolsado “más de $150 millones”.

Indicó que, de unos 400 proyectos, algunos consolidados, FEMA solo les ha autorizado desembolsos para unos 20 a 23 y mayormente de obras pequeñas. Los proyectos más grandes, como el estadio municipal, que por los daños que sufrió, posiblemente tenga que ser demolido, no se han comenzado, así como la reparación de puentes.

“Es preocupante que a tres años no hayamos podido alcanzar por lo menos el 50 por ciento de esa reparación, es como enviarle un mensaje equivocado al mundo de que realmente lo que pasó por aquí no fue una cosa tan devastadora como lo que realmente fue”, dijo el alcalde popular en entrevista con Primera Hora.

“Nuestros ingenieros hacen una evaluación preliminar, FEMA los verifica, estima y obliga los fondos, pero todavía estamos en el proceso de que muchos de estos proyectos lleguen a la etapa de FEMA obligar los fondos. Al día de hoy, todavía se están inspeccionando proyectos por parte de FEMA”, indicó.

Atribuyó los atrasos, en parte, al cambio del personal directivo en FEMA. “Una vez llega Alex Amparo con Alejandro de la Campa la cosa ha ido mejorando muchísimo, pero ahora se va de la Campa y esperamos que con el nuevo equipo se siga el mismo trámite para tratar de agilizar la reconstrucción”, dijo.

Detalló que FEMA les ha desembolsado los fondos para unos 14 proyectos pequeños, cuyas obras individuales no sobrepasan los $124 mil.

“Por los puentes son muchas las personas que transitan a diario y todavía no se han transferido los fondos para poder trabajarlos. La mayor preocupación mía como alcalde es el estado de los unos 40 a 45 puentes que tienen problemas y los deslizamientos de terrenos en los caminos vecinales”, sostuvo.

También mencionó que el estadio municipal, que fue devastado en su totalidad, es uno de los proyectos más grandes de reconstrucción que tiene FEMA. “El pueblo yabucoeño es uno deportista y apasionado con el béisbol y ver el parque en las condiciones en que quedó es angustiante. Estamos en el cuento de nunca acabar, que si hay que inspeccionarlo, que si hay que volverlo a inspeccionar. Ya le hemos provisto a FEMA toda la documentación para que eventualmente determinen si se demolerá para construir unas facilidades nuevas”, afirmó.

“Si lo resumo en una palabra yo digo frustración. Ha sido un proceso bien frustrante”, agregó el Alcalde Yabucoa.

El alcalde de San Sebastián, Javier Jiménez, por su parte, describió a FEMA “como la mano amiga” y sostuvo que sin la asistencia de asistencia de la agencia federal “aquí hubiéramos tenido una catástrofe humanitaria”.

Aunque alabó la ayuda de FEMA, particularmente, en la respuesta rápida, dijo que el personal “de línea intermedia no ha sido muy ágil”. Criticó también la burocracia en el desembolso de fondos en las agencias para la reconstrucción de carreteras y puentes.

El Alcalde novoprogresista dijo que las carreteras en el barrio Magos y en el sector Ballajá “están a punto de colapsar”.

Subrayó que en el municipio de región montañosa hay puentes con desprendimientos que no han podido reparar desde el huracán María como el de la carretera PR-119 que conduce a Las Marías que en días pasados tuvo ser cerrada. “Hemos hecho gestiones con el Departamento de Transportación y Obras Públicas y lo que nos dicen es que las agencias federales están evaluando los fondos y nosotros les advertimos que si no se corregía el problema, podía sufrir más desprendimientos. La semana pasada la cerraron y el miércoles, tiraron la subasta. ¿En algún sitio se están quedando las cosas?, pero, justicia tardía no es justicia”, cuestionó Jiménez.

“La comunicación con los que dirigen FEMA y el COR-3 es extraordinaria, pero la estructura que tiene FEMA atendiendo los casos y personal de mediana jerarquía no ha sido sumamente ágil. Seguimos sometiendo papeles. Lo último que me pidieron fue un estudio en uno de los puentes en el sector Abra Honda, en el Barrio Cibao, para ver si había boas porque están en peligro de extinción, contratamos un biólogo, el estudio nos costó $3,500 y resultó que la boa no está en peligro de extinción desde 1997”, sostuvo.

“El proceso muy lento y burocrático que se ha establecido impide que se avance con la resconstrucción y eso hace que todavía haya gente sufriendo las consecuencias”, agregó el alcalde pepiniano.

En Orocovis, otro de los pueblos de la montaña en los que el huracán María desató su furia, el alcalde Jesús Colón Berlingery dijo que el proceso de recuperación ha sido “difícil y tormentoso” para los residentes y niños.

“El desembolso de fondos ha sido bien lento y el gobierno no ha establecido un proceso expedito para los permisos”, expresó Colón Berlingery.

Indicó que por la necesidad de las obras el gobierno municipal ha desarrollado 19 proyectos de emergencia con fondos del municipio y dijo que FEMA no les ha reembolsado los fondos. También dijo que FEMA autoriza los fondos, pero los proyectos se detienen en la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPE).

Detalló que FEMA ha aprobado un centenar de proyectos al municipio y que otros 400 están pendiente de autorización. “El dinero de esos 100 proyectos, que muchos son proyectos pequeños ya está depositado, pero necesitamos el permiso de OGPE. Hablamos con Ricardo Rosselló cuando era gobernador de que había que establecer un mecanismo diferente para efectos de estos proyectos y no tuvimos éxitos. Lo hablamos con la gobernadora (Wanda Vázquez Garced) y tampoco”, aseguró el alcalde novoprogresista.

La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz dijo a su vez, que con la devastación del huracán María el gobierno capitolino repensó la forma de responder a las emergencia, trabajando en coordinación con las comunidades en la distribución de alimentos, agua, equipo y medicinas.

“Fue difícil hacer comprender a la gente que María fue una catástrofe de una magnitud sin precedentes y que los servicios tardarían en recuperarse. El gobierno estatal y el gobierno federal no existían. En San Juan tuvimos el apoyo de la ciudad de Nueva York que nos apoyó a establecer una línea de distribución robusta, continua donde la distribución de comida y agua es liderada por las comunidades”, expresó Cruz Soto.

Dijo que a raíz de la emergencia, la política pública del municipio cambió y que tan pronto hay vigilancia de inundaciones, lluvias, tormenta y huracán se inicia el protocolo de llamar a los líderes comunitarios y religiosos que se integraron en la emergencia de María. “Ellos nos advierten de situaciones que resolver antes del evento, ubican las personas enfermas. Son líderes en las comunidades que confrontaron problemas durante María. Ahora mismo tenemos más de 1,000 cajas de comida”, detalló la alcaldesa popular.

“Establecimos los Centros de Transformación Ciudadana Comunitaria en Playita, Quebrada Arenas, Las Curías y Puerto Nuevo. En esos centros las comunidades tienen todo lo que necesitan para abrirse paso y atender enfermos en lo que las agencias estatales y/o municipales llegan. Están energizados con sistemas solares, cisternas, neveras (para medicinas y leche materna), estufas, baños con ducha, máquinas de terapia respiratoria, para tomar la presión y hacer pruebas de azúcar. Tienen sierras eléctricas, cepillo, rastrillo, palas, serruchos para desganchar. El municipio los abastece con compras y agua, les da lamparitas solares y pueden cargar celulares, aunque no haya energía eléctrica”, resumió.

Sostuvo además, que la nueva política pública establece que toda construcción de vivienda o instalaciones que haga el municipio estará equipada con sistema solar y cisterna.

“María causó mucho daño, pero nos enseñó a enfrentar las emergencias en comunidad y coordinar con el municipio para la atención de necesidades. Queda establecido que la primera línea de defensa son los municipios por eso es importante que tengan los recursos para enfrentar las emergencias”, dijo Cruz Soto.

Para el exgobernador Aníbal Acevedo Vilá dijo por su parte, que “los más triste es que a tres años, las cicatrices de María no se han podido sanar, primero porque fue duro y eso hay que entenderlo, pero lógicamente por la incompetencia del gobierno”

Cuestionó que el Secretario de Vivienda haya dicho en días recientes que no sabe cuántos toldos azules hay en Puerto Rico, mientras, expertos estiman que hay entre 15 mil y 25 mil toldos azules. “Eso es otra tragedia”, dijo Acevedo Vilá.

Mientras tanto, el alcalde de Quebradillas, Heriberto Vélez Vélez, dijo que los proyectos de FEMA en su municipio están paralizados. “Llevamos años en conversaciones con FEMA para obtener los fondos asignados para la recuperación; sin embargo, el proceso es lento y demasiado burocrático...”, señaló.

“Debido a las conversaciones sostenidas con el personal de FEMA, hace apenas algunos meses comenzamos a recibir los fondos para los proyectos pequeños. Los trabajos de recuperación que se completaron, en su mayoría, fueron realizados con brigadas y fondos municipales...”, sostuvo.

En la misma línea se expresó la alcaldesa de Barceloneta, Wanda Soler. “Barceloneta se ha recuperado parcialmente. Esto gracias, en su mayoría a esfuerzos municipales, ya que todavía estamos en espera de recibir los fondos por parte de la aseguradora y FEMA. El progreso en los trabajos de recuperación realizados hasta el momento, se hicieron con brigadas municipales y fondos municipales”, destacó.