Cidra. El recién formado huracán Ernesto dejó a su paso por este municipio puentes con daños, cerca de 20 derrumbes en carreteras y a casi todos los habitantes sin energía eléctrica ni agua potable.

Tenemos una cantidad de derrumbes increíbles, pero que no podemos manejar porque, si los manejamos así, se va a seguir derrumbando. Tenemos que esperar que seque, así que abrimos solamente paso. Tenemos muchos derrumbes en la mayoría de los barrios, especialmente, Rabanal, Río Abajo, Rincón. Tenemos muchos derrumbes”, enfatizó el alcalde de Cidra, David Concepción González, quien aseguró que, al menos, han abierto un carril por cada vía afectada.

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La veintena de derrumbes y los árboles caídos han limitado el paso en varios sectores del municipio. Al ejecutivo municipal, le preocupa particularmente, la carretera PR-782, en el barrio Ceiba, donde hay derrumbes desde el huracán María, en 2017, que no se han corregido.

“Tememos que, si se agravan, perdamos la vía, y que estos ciudadanos tengan que dar la vuelta por Aguas Buenas y Comerío. Hemos estado haciendo un reclamo, a nivel central, durante todo este cuatrienio, para que esta carretera 782, que es estatal, se trabaje”, aseveró el alcalde del Partido Popular Democrático.

Aunque no ha habido daños mayores en infraestructura, como escuelas o edificios gubernamentales, algunos puentes pequeños se han visto afectados por la lluvia.

No hay ninguno incomunicado, más bien es que se ha socavado las orillas para entrar y demás. Si eran de dos carriles, pues entra uno, y habrá que trabajarlo en su momento porque, luego, siguen derrumbando. Tenemos el puente de Sapera, tenemos el de Vista Alegre, que tenemos un puente en construcción, y en Río Abajo”, detalló Concepción González.

El municipio estuvo bajo lluvias copiosas, al menos, por ocho horas incesantes, que también provocaron la crecida de quebradas y ríos, como el río La Plata, que salió de su cauce. Los vecinos de la comunidad Muñiz, en el barrio Honduras, que es la que se afecta por la crecida del mencionado cuerpo de agua, se están hospedando con familiares desde ayer, martes, pues conocían a lo que se exponían en sus hogares, ubicados en la ladera del río.

Asimismo, en la mañana, tuvieron que rescatar a una familia en la urbanización Fernández, donde se tapó una alcantarilla, que provocó que entraran tres pies de agua a la residencia.

“Esta mañana, tuvimos que sacarles con personal, pero ya todo está en control”, dijo Concepción González, al detallar que las personas rescatadas están con familiares.

En Cidra, solo hay cinco personas refugiadas, entre familias y personas sin hogar.

Como en muchas otras áreas del país, el municipio continúa sin servicio eléctrico y sin agua potable casi en su totalidad, excepto por los sectores que cuentan con acueductos comunitarios.