Desde hace unos cuantos años para acá, el chichaíto se ha vuelto uno de los tragos que más comparten los jóvenes, de precio súper accesible y que se ha sofisticado de tal forma que se pueden encontrar hasta 50 variaciones.

Pero, ¿cómo fue que este trago, que usualmente se servía como un digestivo luego de una pesada comida, se volvió tan popular al punto de que en los círculos universitarios y bares de moda ya es común ver gente con sus mahones ajustados y una caneca ya preparada en el bolsillo del pantalón?

Pues según Germán Ramos, quien hace cinco años creó la actividad de Fiestón del Chinchorreo, esta bebida era muy común entre los trabajadores de la caña y otros obreros en las décadas  del 30  y el 40. 

“Tengo entendido que el chichaíto se creó para bajar el ron caña, para que las mujeres pudieran beber el ron caña y se le añadía el anís y una pepita de café. Por eso hay muchos negocios que te dan el chichaíto con las pepitas de café  porque la tradición era esa”, aseguró en un aparte con Primera Hora durante la quinta edición del encuentro que se celebró este fin de semana en Dorado.

El negociante dijo que en el área oeste encontró negocios con fórmulas “secretas”, que se estaban vendiendo muy bien, porque estaban siendo innovadores en agregarles distintos sabores a la mezcla original de ron blanco con anís.

“Normalmente  lo bebía la gente con una cerveza y para refrescarse un poco, se la daban con un palito de chichaíto. Ahora ha cogido un boom… hay más de 40 chinchorros en la isla que usan el chichaíto de sabores para mercadearse”, afirmó Ramos.

Una de las claves para preparar un buen chichaíto es que el anís que se utilice sea de buena calidad, cosa de que su cantidad de azúcar no sea tan elevada, a juicio de Ramos. Lo demás se lo puede dejar a su creatividad. Precisamente, ayer el Primer Chichaíto Award fue en un empate para Biker Sport Bar con una creación de pistacho y Ruta 4419 con una mezcla a base de uva.

Lo recogido como parte de la competencia se destinará completamente a una entidad que da servicios a ancianos.  “Queremos poderlos ayudar. Recuerda que todos nosotros vamos por ese mismo camino y nos gustaría que cuando lleguemos a esa edad alguien se acuerde de nosotros”, dijo el comerciante.

Sobre el nombre de clara connotación sexual, le preguntamos a Ramos su origen: “Bueno, antes le decían el chichao’ pero no me he puesto a buscar y nadie me ha explicado… no sé si era porque (después de tomarlo) se emborrachaban muy fuerte”, indicó entre risas.