DACO explica qué debe velar el consumidor al pagar por el pavo
La agencia inspecciona negocios a través de la Isla para asegurar que estén en cumplimiento con el peso del producto.
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Ahora que se acerca la celebración del Día de Acción de Gracias y, como es tradición, se compra y se consume mucho pavo, es buen momento para, aprovechando una visita de inspección a comercios del Departamento de Asuntos de Consumidor (DACO), recordarle a la ciudadanía en qué deben fijarse al momento de verificar el peso de esa ave por la que pagarán, o cualquier otro producto.
De acuerdo con la explicación que ofrecieron los inspectores y el secretario interino del DACO, Francisco González de la Matta, es importante que, si usted compra el producto y lo van a pesar en ese momento para cobrarle, lo hagan frente a usted, de manera pueda ver cuánto marca la balanza, y de esa forma saber que está pagando la cantidad establecida y anunciada del precio para ese producto por libra u onza, según sea el caso.
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Si va a comprar un producto que ya ha sido previamente pesado y etiquetado con el precio a pagar, usted comoquiera tiene derecho a pedir la verificación de ese peso, proceso que, como se describió antes, debe ocurrir frente a usted.
Un asunto a considerar es si ese peso marcado incluye el peso del embalaje del producto, sea cartón, plástico o algún otro material. Algunas pesas más modernas suelen ya tomarlo en cuenta. Otras no, y usted no tiene forma de ver cuánto pesa ese embalaje. Pero lo importante es que ese peso del embalaje no se lo pueden cobrar a usted.
En todo caso, cuando se pese el producto, la balanza deberá reflejar una cifra bien cercana al peso marcado en esa etiqueta, o un poquito más, sobre todo si al momento de etiquetar el precio no se tomó en cuenta el peso del embalaje. Si la balanza marca una cantidad relativamente significativa por debajo de lo marcado, usted puede reclamar que no se le está haciendo justicia como consumidor.
La balanza
Otro aspecto no menos importante a verificar es si esa balanza está debidamente certificada por el DACO. Usted deberá fijarse en el sello que debe tener la balanza, que es parecido a los marbetes de automóviles, y debe estar pegado a la balanza por uno de sus lados visibles.
Si no tiene el sello del DACO, no es una balanza en la que deba confiar. Si lo tiene, como es de esperarse, el sello tiene tres años escritos y en uno de ellos debe haber un ponche que señala el año en que se certificó esa pesa.
La validez de esa certificación es por dos años. Es decir, que si el ponche fue, por ejemplo, en 2023, la revisión y calibración de esa pesa por el DACO está vigente hasta 2025. En cambio, si el ponche es de 2020, ese sello está vencido y no debería considerarse como una balanza confiable, según explicó el personal del DACO mientras, siguiendo un protocolo federal, llevaban a cabo un riguroso proceso de verificación de peso de una docena de pavos a la venta en una tienda de Sam’s Club en la zona metropolitana.
Todo en orden hasta ahora
El secretario interino de la agencia explicó que ese operativo de verificación de precios es parte de un ejercicio que se hace de manera regular para velar por los mejores intereses de los consumidores.
“Aquí lo más importante es velar por el bien de los consumidores, que el pesaje cuando se realice, que en realidad los pavos pesen lo que se supone que estén pesando, y que se cumplan todas esas garantías de seguridad y de calidad que se está buscando para los consumidores”, explicó González de la Matta.
Detalló que desde la semana pasada el DACO está revisando pesajes de pavos a través de la Isla y comentó que “ya llevamos sobre 50 comercios que se han visitado y hasta ahora hemos encontrado que todos han estado en cumplimiento”.
Agregó que las inspecciones para verificar el peso de los pavos continuarían por los próximos días hasta el jueves, 28 de noviembre que se celebra el Día de Acción de Gracias.
Indicó que, para los fines de este operativo de pesaje de pavos, cuentan “con sobre 30 personas que tenemos a nivel Isla, que están directamente en los comercios visitando, más tenemos otro personal administrativo que está atendiendo lo que viene siendo las confidencias que nos han ido llegando y otro tipo de información que recibimos para poder atenderlas. Así que sobre 40 o 45 personas que están atendiendo esto directamente”.
Para beneficio del consumidor insistió en que, al momento de comprar un pavo, “uno va a coger el pavo y cuando mira, el pavo dice un pesaje, va a decir la cantidad, sea 10, 15, 20 (libras), y cuando eso se pone en la balanza, se supone que eso marque lo que viene siendo el pesaje, hay un margen de error bastante mínimo, pero se supone que sea generalmente correcto”.
Recordó que “todo lo que viene siendo pesos y medidas en Puerto Rico tiene que estar certificado por nosotros en la agencia”.
Agregó que cualquier consumidor que considere que podría estar ocurriendo alguna irregularidad en un comercio, puede comunicarlo al DACO para que se lleve a cabo una revisión.
Recomendó al consumidor “que documente todo lo que entiende que puede ayudar a sustentar lo que está reportando. Por dar un ejemplo, si le tira una foto, tiene el recibo y el recibo refleja el pesaje, o algo que refleje el pesaje. Todo eso que pueda recopilar y que podamos nosotros usar como si fuera un expediente para hacer la investigación de manera más completa, pues siempre va a ayudarnos a nosotros”.
Aquellos comercios donde se detecten infracciones podrían exponerse a diferentes tipos de sanciones, desde la confiscación de una balanza que no esté certificada “por estar usándose de manera indebida”, o multas que pueden ser de “hasta $10,000 por infracción, y cada día separado puede ser una infracción distinta, en el mismo producto. Hay distintas consecuencias que pueden resultar, pero va a depender de la infracción específica”.