Reencontrarme con Crystal Leann Anzaldi fue una experiencia intensa y muy reconfortante. Fue revivir ese primer gran caso con el que nació Primera Hora, el 17 de noviembre de 1997: la historia de una pequeña de ocho años que había estado cautiva en Luquillo por Nilza Gierbolini, siendo criada bajo el nombre falso de Sonia Guzmán.

Verla y poder hablar con ella me dan mucha esperanza porque, cuando hay ayuda y se tiene una fortaleza inmensa, como la que tiene Crystal, se puede seguir hacia adelante. Su vida es inspiradora.

Me sentí orgullosa de esta joven de 22 años que, a pesar de haber sido víctima de un secuestro y de criarse lejos de los suyos por siete años, no se tiró a morir de pena. Al contrario, batalló para salir hacia adelante y tener una vida normal.

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Han pasado 14 años desde que Crystal fue entregada a su padre Jeff Anzaldi , y volvió a su verdadero hogar , en Oregón , EE.UU. Sin embargo, nunca dejé de pensar en ella, ni en su historia. La estuve buscando por años, quería saber qué había pasado con esa pequeña, cuya sonrisa fue la clave para determinar su verdadera identidad.

Intenté distintos contactos y no descansé buscándola por la Internet, hasta que hace unas semanas encontré una foto muy parecida a ella. La emoción recorrió mi cuerpo. ¿Sería Crystal? ¿Será la misma niña , ya convertida en una mujer?

De inmediato, contacté a esa joven. Me presenté como una periodista de Puerto Rico que había cubierto un caso muy importante en la Isla y que pensaba que ella era esa misma niña cuya imagen se mantenía viva en mi retina.

No tardó en responderme y, tras escribirnos varias veces, esa joven me confirmó que sí, que era Crystal. Comenzamos un intercambio amistoso y respetuoso , que se extendió por espacio de un mes. No había concedido entrevista alguna, no había hablado absolutamente con ningún medio de comunicación , porque quería proteger lo que más atesora: una vida normal.

Pero Crystal me dio la oportunidad de conocerla , y de hablar con ella. No puedo describir lo que sentí, fue una emoción inmensa. De verdad, quería verla y hablar con ella.

Fue una experiencia maravillosa, tanto profesional como personalmente. Me encantó ver a una mujer fuerte que no le gusta que la gente le tenga pena. Me alegró ver una chica enamorada, vivaracha y con un fabuloso sentido del humor. Pude ver a una Crystal compasiva y muy inteligente. Respondió más preguntas que las que se habían negociado con su abogada , y le agradecí la confianza que depositó en mí.

Aprendí de su enorme fortaleza, eso es algo que siempre impacta y llena.

Ante todo, Crystal fue gentil . Me llevó junto a su abogada Britt Nelson y su novio Jake Hardman a conocer Portland, donde viven. Están tan orgullosos de su ciudad... Nos mostraron al fotoperiodista Gerald López-Cepero y a mí el arte y las plazas de la ciudad. Crystal compartió con nosotros sus lugares favoritos y nos mostró otros típicos, como los centros de comida en las calles, donde se encuentran manjares de todas partes del mundo.

Crystal compartió conmigo mucho de sí y por eso vuelvo a darle las gracias. Le deseo lo mejor de esta vida, de verdad, que ella se lo merece.