¿Cruzar el río? La lucha diaria para llegar a sus hogares en Luquillo
Un veterano discapacitado y sus vecinos ya no saben cuáles puertas tocar para tener un acceso seguro y vivir sin preocupaciones.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
PUBLICIDAD
Luquillo. Una tarea que parece simple, como llegar a su hogar, es un desafío monumental para Israel González Sostre, un veterano de 65 años y con discapacidad física, que para ir a sus citas médicas o al supermercado tiene que cruzar un riachuelo y maniobrar entre un pastizal fangoso y resbaladizo que pone en riesgo su vida y la de todos los que, desinteresadamente, lo ayudan.
Su día a día es una lucha constante. Es desgarradora la descripción detallada de cómo don Israel necesita recurrir a que algún buen amigo o amiga llegue hasta el lugar y -a bordo de una guagua 4x4 que, aunque no guía, compró a duras penas y que se empieza a destartalar- crucen un río, para luego empinar la travesía hacia un terreno inseguro, vulnerable a caídas y a accidentes.
Es preciso comprender las limitaciones físicas de don Israel para entender la complejidad que pasa con frecuencia para acceder a su hogar, ubicado en una hermosa colina del barrio Juan Martín Adentro, en Luquillo.
En entrevista con Primera Hora contó que muy joven comenzó a presentar problemas de discos herniados que requirieron algunas operaciones. Con el pasar de los años lo incapacitaron de trabajar como empleado de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), donde alcanzó un puesto de supervisor. Pero, su situación se agravó cuando una infección por osteomielitis ocasionó que le amputaran una de sus piernas, lo que afectó gravemente la limitada movilidad e independencia que tenía.
“Yo solo quiero que nos ayuden con el acceso”, dice con humildad, quien ha solicitado al gobierno en varias instancias que lo ayuden a aplanar un poco la colina y prepararla con asfalto o piedras para que los autos -a través de conductores que se arriesgan a cruzar el riachuelo- puedan llegar a su casa. Algunos intentos han sido fallidos y hay vídeos que lo corroboran.
De hecho, el desespero por hacer sus quehaceres ha llevado al hombre a intentar trasladarse por el camino en su silla de ruedas, pero ese riesgo le ha costado incidentes que culminaron con atención médica y la travesía monumental de que paramédicos o personal de manejo de emergencia hayan hecho malabares para llegar hasta la zona a auxiliarlo.
“El problema es el río, y eso que hoy está bajito. Cuando llueve vienen las escorrentías de las montañas y bajan por ahí, que eso se pone imposible... yo lo que le dije una vez al alcalde, Jesús ‘Jerry’ Márquez, que antes en los campos tiraban en sitios así, como una base bajita, por la que los carros pueden cruzar si el agua está bajita. Si está alto, pues no. Eso yo creo que es más económico y se puede hacer. Y en cuanto al camino, si me ayudan a traer los camiones, yo compro el material para echarlo. No pido tanto”, exclamó quien recibe ayuda para la limpieza de la casa de su expareja y madre de una de sus tres hijos con quien mantiene buena relación.
Pero don Israel no es el único que lleva la batalla. Metros más abajo vive con su esposa don Antonio Valentín, un hombre que camina cojo debido a un accidente que tuvo hace muchos años mientras construía un pozo muro.
“Lo que necesitamos es que hagan el puente que llevan prometiendo hace más de 30 años. Siempre vienen en época de elecciones a buscar votos y nos hacen la promesa, pero luego no vuelven... no se les ve más la cara. Aquí se ha hablado con varios alcaldes, incluyendo al de ahora (Márquez) y en el pasado vino el representante Carlos ‘Johnny’ Méndez y nos prometió el puente y hasta cotización se hizo. Pero en eso llegó el COVID y todo se detuvo después que estaba aprobado. De ahí pa’ acá, más nadie ha venido, ni siquiera a buscar votos en este año de elecciones. Es que ellos saben que nos han fallado”, detalló el hombre, quien con 60 años y múltiples achaques, continúa trabajando como guardia de seguridad.
Ambos explicaron que camino a la finca hay un puente peatonal que realizó hace más de tres décadas la exalcaldesa de Luquillo, Edna Figueroa. En cambio, la estructura no resuelve el problema de acceso de vehicular que amerita la situación.
Además, la falta de mantenimiento tiene al borde del colapso al puente que está corroído por un extenso moho, lo que representa un peligro inminente para los que se arriesgan a cruzarlo.
Ante este panorama, las familias solicitan al gobierno que los visibilice y les extienda la ayuda que han suplicado por décadas, tanto a partidos azules como rojos.
Mientras tanto, un buen samaritano, Roberto Rosa, ha asumido el rol de ayudarlos. Destaca que lo hace como pastor misionero del ministerio Tzyon (Viviendo Torah).
“La situación de Israel me ha conmovido profundamente y queremos ayudarlo, como lo hemos hecho en el pasado con otros ciudadanos. A pesar de que su casita cuenta con servicios de acueducto y electricidad a través de placas solares, Israel necesita urgentemente un camino seguro para poder ir a sus citas médicas en el Hospital de Veteranos, hacer sus compras de alimentos y realizar sus diligencias. Es lamentable que en pleno siglo 21 aún haya personas viviendo en tales condiciones”, abundó.
Por el momento, se comprometió a ayudar en el proceso de creación de una zanja que libere el agua que cae de la montaña, para que cualquier trabajo de asfalto o camino de tosca que se haga en la zona, no se vea afectado.
Además, solicita ayuda ciudadana para comprar materiales que le permitan construir una entrada sin barreras arquitectónicas, por la que don Israel pueda entrar con su silla de ruedas a la casa sin ninguna dificultad.
“Después de todo, este es el llamado que tenemos en Proverbios 3:27 que dice: ‘no te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando esté en tu mano hacerlo’”, reflexionó Rosa al indicar que aquel que desee en su corazón ayudar en esta misión de solidaridad, puede enviar su donativo a través de ATH Móvil al (939) 216-4113.
Reaccionan los políticos
El portavoz de la minoría del Partido Nuevo Progresista en la Cámara de Representantes, Carlos “Johnny” Méndez, confirmó que sí hubo una intención de asignar dinero para hacer mejoras al puente peatonal e, incluso, se hicieron cotizaciones a estos fines.
“La cotización se estimó en unos $325,000 y, aunque en aquel momento se identificaron los fondos, la Junta de Supervisión Fiscal se opuso y dijo que había que mostrar la necesidad y urgencia de ese proyecto”, explicó quien dijo haber visitado la comunidad en varias instancias y que, entiende, que en la zona se puede rehacer un puente que se convierta en vehicular, el que es peatonal. “Aunque sea, que tenga acceso a un solo vehículo”, propuso.
Acotó que, posteriormente, se hizo acercamientos con el municipio y el alcalde (Márquez), con el propósito de asignarle fondos al ayuntamiento y se generara la obra a través de este ente.
“Pero ha sido cuestarriba porque del municipio alegan que es un proyecto complejo, que hay que buscar permisos, porque hay un cuerpo de agua y que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales puede objetarlo... de hecho, le asigné $35,000 al municipio para arreglar el puente peatonal, pero me pidieron que reasignara los fondos a las familias, porque ellos no pueden hacerlo. Entiendo que esto es cuestión de voluntad y meter maquinaria para, al menos, empezar por limpiar la zona y colocar piedras que sirvan de contensión, porque ya hay otras casas, además de la que mencionas, que se están viendo afectadas. Yo no tengo maquinaria, eso es algo que lo debe hacer el municipio”, sostuvo Méndez.
En cuanto al camino que lleva a la casa de don Israel, dijo que una solución podría ser “hacer una acera ancha como de cinco pies y hacerle la rampa al puente peatonal para que tenga acceso con su silla de ruedas al área donde ubican las casas”.
Por su parte, el alcalde del pueblo costero indicó que la situación de las familias es una que le causa “mucha preocupación”, pues es un reto por muchas razones que incluyen el aspecto económico.
“Estos son proyectos de gran envergadura económica para los municipios que nos han recortado tantos fondos que afectan este tipo de obras. Pero partiendo de la premisa que económicamente pudiéramos, está el aspecto de los permisos de Recursos Naturales que pudieran fluctuar entre $30,000 y $50,000. Entonces, hacerlo sin ese permiso también es complicado. Te lo digo de corazón, si hay algo que yo quisiera es ayudar a esas familias”, expresó Márquez.
De otra parte, vio con buenos ojos la propuesta de Méndez de ayudar a buscar fondos si el municipio se encarga de las cotizaciones de los trabajos.
“Sería maravilloso si ellos nos ayudan a identificar fondos, porque podríamos economizarle al Estado en las cotizaciones poniendo el apoyo técnico con nuestros ingenieros. De eso nos podemos encargar y hacer un buen equipo con ellos”, manifestó el alcalde quien, en lo inmediato, trataría de solucionar el problema de seguridad que hay en el puente peatonal debido al moho y los estragos que ha sufrido debido a lluvias de tormentas y huracanes.