Sólo dos de cada 10 candidatos a cirugía bariátrica ven realizado su sueño de alcanzar una mejor calidad de vida.

¿Por qué? Esencialmente, la negativa de los planes médicos a cubrir el costo total del procedimiento, el cual podría ascender a $19,000.

Otro porciento, aunque sustancialmente menor, no se realiza la operación por falta de educación sobre los beneficios reales del procedimiento, explicó el cirujano bariatra Rafael Iglesias.

“Muchas veces trabajas con el paciente el proceso de evaluación, que toma de dos a cuatro meses, para asegurar que está bien preparado y al final de ese tiempo el plan le dice que no, se me frustra, se deprime y vuelve a aumentar de peso”, lamentó el cirujano que opera en el Hospital de Carolina de la Universidad de Puerto Rico (UPR), uno de los dos centros en la Isla certificados para realizar la operación.

Anualmente, en Puerto Rico se realizan unas 300 cirugías bariátricas. El número parecería considerable, pero tomando en consideración que el 70% de la población está sobre peso, la cifra es mínima.

De ese 70%, un 30% son obesos y un 15% son obesos mórbidos.

En sólo dos meses, en la Isla fallecieron tres pacientes de obesidad mórbida por complicaciones relacionadas con su sobrepeso.

Las pérdidas, lamentables por demás, dejaron al descubierto los sinsabores que atraviesa esta población por recuperar su vida. A pesar de la aprobación en agosto de 2008 de la Ley 212, que obliga a los planes de salud a cubrir este procedimiento, cada vez son más los que ven pasar los días ante sí sin ser operados.

William Cuevas, de 40 años y 642 libras de peso; Randy Álamo Ambert, de 37 años y 780 libras, y Efraín López Serrano, de 30 años, quien se estimó pesaba entre 400 y 500 libras, murieron sin ver cumplido su anhelo de realizarse la cirugía bariátrica, única esperanza para quienes lo han tratado todo sin lograr perder peso.

Iglesias explicó que localmente sólo hay dos planes médicos que cubren la operación en su totalidad. Los demás evalúan cada caso de forma individual. En ocasiones, la respuesta es negativa, y en otras, que cubrirá parte del costo, lo que los deja igual de desprotegidos.

“Los planes médicos piensan que si aprueban una operación con facilidad, van a abrir una caja de Pandora, pero incurrir en este tipo de costo es más beneficioso porque revierte una serie de condiciones”, señaló.

Otra limitación es que la única cirugía bariátrica que cubren los planes médicos en su totalidad es el desvío gástrico o Gastric by pass.

Los mitos sobre los peligros de la intervención en cierta forma se han disipado, aunque persisten entre algunos. Sin embargo, Iglesias aclaró que el índice de mortalidad es menos del uno por ciento.

Sonia Amaro, del grupo de apoyo para pacientes bariátricos Puente de Luz, reconoció que hay más personas realizándose la operación en comparación con varios años atrás, pero aún son muchos los escollos que se encuentran en el camino.

“Ahora mismo, para que los planes médicos estudien o acepten el caso, el paciente tiene que incurrir en una serie de gastos y el resultado no siempre es favorable”, lamentó al agregar que se ha convertido en un negocio.

Denunció además la falta de servicios para este sector de la población que cada día va en aumento. A nivel estatal, sólo hay una ambulancia bariátrica y los hospitales no están equipados, alegó.

“El Gobierno sabe que es una población en crecimiento y necesitan legislar e investigar... podrán decir que están bregando con ella, pero cuando vienes a ver la realidad, todos los días el obeso mórbido es marginado y discriminado”, señaló Amaro, quien se realizó la operación hace años.