Activistas en defensa de los animales advirtieron que en cualquier momento podría conocerse la determinación de un juez federal, sobre el futuro de cientos de gatos callejeros que habitan en el Paseo del Morro (conocido también como el Paseo de los Gatos) y que el Servicio de Parques Nacionales ha propuesto remover del área, por considerarlos una amenaza a la salud pública.

Ante este cuadro, las organizaciones Save-a-Gato y Alley Cat Allies convocaron una manifestación el sábado, a partir de las 9:00 a.m. en la placita frente a la Catedral del Viejo San Juan, contiguo al antiguo Museo del Niño y Hotel El Convento. “Nuestra misión principal es atender la sobrepoblación de gatos en el Viejo San Juan a través de lo que se llama TNR, por sus siglas en inglés, para atrapar-atender-devolver a la colonia a esos gatitos que atrapamos y esterilizamos”, explicó la licenciada Ana María Salicrup, voluntaria de la organización.

Las personas que interesen colaborar con los gastos de atrapar-atender-devolver, pueden hacer sus aportaciones a través de la plataforma de ATH Móvil. “Deben entrar a la parte de donación, ahí buscan Save-A-Gato. La donación mínima requerida es cinco dólares para poder hacer la transacción”. agregó. Salicrup también mencionó que la organización usa los fondos para sufragar los gastos médicos de los felinos y gastos de adopción.

“Nuestra posición es la siguiente: es importante dejar claro que en Puerto Rico queremos y protegemos a los gatos del Paseo del Morro y no vamos a permitir que esta agencia federal siga adelante con la eutanasia masiva que está planificando. Este es el inicio de un movimiento de protesta a nivel mundial porque estas acciones del gobierno federal se han conocido por todo el mundo”, detalló la letrada.

El Servicio de Parques Nacionales advirtió en 2022 que la población de gatos había aumentado y que los felinos podían transmitir enfermedades a los humanos y probablemente esté acabando con la fauna silvestre, y añadió que el olor de orina y heces se había apoderado del sitio.

A finales de 2023, la agencia anunció que iba a contratar a una organización de bienestar animal para retirar a los gatos, y si la organización elegida no lograba hacerlo en un lapso de seis meses, las autoridades iban a contratar a una agencia de control de animales.

La agencia realizó audiencias públicas sobre el plan que llegaron a ser acaloradas, debido a que los detractores señalaron que la organización seleccionada decidirá si los gatos atrapados serán puestos en adopción, acogidos, mantenidos en un refugio o se enfrentarán a otras opciones.

Finalmente, en septiembre del año pasado, el plan para la remoción de los felinos fue suspendido, mientras se atendía el pleito federal presentado por las organizaciones pro animales.