Convierten el vidrio desechado en bloques de hormigón
Con el proceso que usa Bloques Caribe se podría reciclar mucho más materia prima, evitando que llegue a los vertederos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Un letrero en el patio de una fábrica en la zona rural de Guaynabo, colocado encima de dos grandes recipientes, indica que allí se puede depositar el vidrio para reciclar.
En ese lugar, en efecto, ese vidrio, que mayormente son botellas de bebidas, aceites, jugos o algún otro producto alimenticio, se convierte en materia prima para la fabricación de bloques de construcción de diversos tipos.
Se trata de uno de los pocos esfuerzos que realmente se ocupan de reciclar materiales para evitar que terminen en vertederos, como sucede con gran parte los desechos en Puerto Rico, incluyendo gran cantidad de material reciclable.
Pero el vidrio que llega a esta fábrica, según explicó José Mercado, gerente general de Bloques Caribe Inc. y uno de los pioneros en esta forma de reciclaje de vidrio en la Isla, llega a través de individuos y grupos en favor del ambiente, que se dan a la tarea de llevarlo allí, pues no hay programas o iniciativas oficiales para aprovechar esta posibilidad de reciclaje, a pesar de que no han faltado esfuerzos de su parte en ese sentido.
“Desde el año 2000, implanté este sistema en la planta de San Sebastián. Desde entonces, hemos estado colectando (la materia prima) a través de grupos ambientales y personas que nos llevan el vidrio. Actualmente, lo que recibimos es totalmente de esfuerzos privados, que lo llevan a nuestras facilidades gratuitamente”, comentó Mercado.
El empresario explicó que se trata en particular de vidrio de botellas, “de todos los colores, con chapas, etiquetas, anillas. No hay que dividirlo ni lavarlo ni nada, porque se hace molienda o pulverización para hacer bloques”.
En otras palabras, una máquina tritura todas esas botellas hasta convertirlas “en arena”, a un tamaño adecuado para poder utilizarlo en la mezcla para hacer los bloques y otros productos o piezas de hormigón que se producen en la fábrica, como encintados o cunetones.
“Es, básicamente, eso. Lo revertimos a arena. Y cada tonelada que usamos, es una tonelada menos que se saca de la corteza terrestre, y que no va a los vertederos”, resaltó Mercado.
“Es un proceso sencillo, que no hace daño. Es material limpio, no afecta la manufactura del bloque. Se añade a los insumos que utilizamos”, insistió, agregando que, además del respaldo de grupos en favor del ambiente, poco a poco otras personas también se han unido a ese esfuerzo.
Llamado que no llega al Gobierno
Sin embargo, no ocurre lo mismo desde agencias o municipios que, por diversas razones, no participan de esa posibilidad para reciclar el vidrio o algún otro material.
“Y somos una buena alternativa. Los municipios tienen que pagar por botar la basura. Y eso sería una tonelada menos por la que tendrían que pagar. Lo que tienen que hacer es traerlo y dejarlo aquí. En cualquiera de las cuatro fábricas nuestras (Guaynabo, Río Grande, San Sebastián y Aguadilla), o en la otra empresa que hay en Arecibo (Barreto Best Blocks)”, afirmó, reiterando que reciben esas botellas sin cobrar nada, “desde bien temprano en la madrugada hasta la 1:30 de la tarde, que estamos abiertos en nuestra operación”.
Mercado subrayó que tienen capacidad para procesar mucho más vidrio de lo que lo hacen actualmente y agregó que, si se llegara a llenarse el área de recibo de alguna de las plantas, pueden usar sus camiones para trasbordarlo a otra.
El empresario destacó que lo que hacen “no es nada nuevo. Esto se usa en asfalto y concreto hace tiempo. En China se usa muchísimo. En Estados Unidos se usa desde 1956. Y hay muchas alternativas para hacer diferentes productos”.
“Nosotros hacemos reciclaje total. Y, además, estamos usando un cemento nuevo que provoca menos contaminación al ambiente. Somos parte de esas empresas privadas que estamos tratando de hacer las cosas mejor, más responsables, poniendo nuestro granito de arena en toda esta cuestión de proteger el ambiente”, insistió.
Mercado dejó claro que su empresa tiene una ganancia al usar ese vidrio triturado y convertido en arena como parte de su materia prima. “Pero, volvemos, cada tonelada que reciclamos es una tonelada menos que hay quitar a los montes en las canteras”.
Según detalló, un bloque lleva aproximadamente de un 10% a 15% de vidrio pulverizado. Como mínimo, agregó, se pueden producir entre 800 a 1,000 unidades por tonelada de vidrio.
La empresa recibe en su almacén unas 25 toneladas de vidrio mensualmente, aunque, reiteró, “tenemos capacidad para almacenar y procesar mucho más” de esa cantidad.
A pesar de que existe, al menos, esta opción para reciclar ese vidrio y evitar que acabe en vertederos, y de paso contribuir a que se necesite extraer menos recursos del ambiente, no está claro por qué el Gobierno no está aprovechando esta práctica.
De hecho, Primera Hora contactó hace unas semanas al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) para conocer cuánto vidrio se está reciclando en la Isla y cuáles iniciativas para su reutilización están en vigor, entre otras interrogantes, pero nunca se recibió respuesta.
“Y yo no me atrevo a dar números, pero el reciclaje de vidrio está muy por debajo de lo que se podría hacer”, insistió Mercado.
¿A dónde lo llevas?
Si tienes botellas de vidrio o las reciclas, puedes llevarlas a las fábricas de Bloques Caribe en:
- Guaynabo: Dirección: Carretera PR-1, barrio Río. Teléfono: (787) 720-5161
- Río Grande: Carretera PR-3. Teléfono: (787) 887-4229
- San Sebastián: (787) Carretera PR-111, Ramal 4111. Teléfono (787) 896-2075
- Aguadilla: Carretera PR-4443 (787) 891-7070
Y en Arecibo:
- Barreto Best Blocks: Carretera PR-2, Km 72.2 barrio, Cambalache. Teléfono: (787) 878-6171