Contrario a las expresiones del arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves y hasta del mismo papa Francisco, el obispo de Arecibo, Daniel Fernández Torres indicó esta semana que en la diócesis de Arecibo sí estarían firmando las excepciones religiosas a los feligreses que no quieran vacunarse.

“En nuestra diócesis de Arecibo, si para hacer valer la objeción de conciencia fuese legítimamente requerida la firma de un ministro ordenado, los sacerdotes y diáconos permanentes que libremente estén dispuestos a firmarla al feligrés católico, que con conciencia bien formada así lo pida, pueden hacerlo o referirlo al obispado de Arecibo”, lee el documento publicado en la página de la diócesis.

“Es legítimo que un fiel católico pueda tener dudas sobre la seguridad y eficacia de una vacuna dado que lo que afirmen las farmacéuticas o las agencias reguladoras de medicamentos no es de ninguna manera dogma de fe”, indica.

A principios de este mes, el arzobispo de San Juan emitió una recomendación a los feligreses a que se vacunaran contra el COVID-19, por representar “un acto de amor y de salvar vidas” durante esta pandemia.

La carta establecía que la exhortación surge para hacerse eco de las expresiones y acciones del Papa Francisco. De hecho, reveló que algunas parroquias ya funcionan como centro de vacunación.

“Nuestra exhortación es a vacunarnos en Puerto Rico cuanto antes para alcanzar la inmunidad colectiva. No vacunarse, con la excepción de una grave razón médica, es poner en peligro la vida del prójimo, lo cual considero un acto de irresponsabilidad”, dijo el arzobispo.

Ayer, el papa Francisco sumó su voz a una campaña para enfrentar el escepticismo hacia las vacunas contra el COVID-19 con un mensaje de servicio público que insiste en que son seguras, efectivas y un “acto de amor”.