Continúan las labores en cementerio de Lares -VÍDEO
Hasta el momento se han trasladado siete ataúdes a unos contenedores refrigerados.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Lares. El Departamento de Salud aseguró que los trabajos de exhumación y reubicación de cadáveres que se están llevando a cabo en el cementerio municipal de este pueblo, luego que un deslizamiento de tierra destruyera decenas de panteones, no representan peligro alguno para la salud de los ciudadanos.
Según explicó el doctor Carlos Carazo, secretario auxiliar de la Oficina de Preparación y Coordinación de Respuesta en Salud Pública, el hecho de que los féretros hayan permanecido cerrados mientras se recuperaban del lodo, es un indicativo claro de que la zona debe estar fuera de riesgo.
“Ninguna de las cajas que se han recogido están abiertas, por tanto, no debe haber ningún tipo de contaminación”, aseguró.
No obstante, este medio pudo observar algunos de los féretros parcialmente abiertos –y botando agua de su interior– mientras eran removidos de los terrenos afectados por una excavadora. El agua discurría por la tierra hasta llegar a la quebrada Los Muertos, contigua al cementerio.
El director señaló que todas las labores se están realizando con “sumo rigor”, según lo estipula el Reglamento 135 del Departamento de Salud.
“Todo el personal en la zona de trabajo fue debidamente orientado y obligado a llevar puesto un equipo de protección personal que incluye trajes impermeables, respiradores, gafas de seguridad y botas”, detalló. Se informó también que cada empleado municipal debe estar con su vacunas al día antes de presentarse al área de trabajo.
Añadió que Salud otorgó una dispensa para que se pudiera llevar a cabo el proceso de exhumación que, en una situación ordinaria, podría tardar varios meses.
El funcionario explicó que el secretario de Salud, Francisco Joglar, exigió a cambio que el Municipio lleve un registro –con foto– de “cada tumba, mausoleo o panteón a afectarse y del lugar donde se enterrarán las cajas debidamente identificadas”.
Asimismo, Ruth Vélez, geóloga del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), explicó que la distancia entre la quebrada y las tumbas en la zona perjudicada es de más de 60 pies, por lo que esto no debe representar amenaza a la calidad del agua.
“Es un margen relativamente seguro. Tenemos una línea de vegetación muy saludable que sirve para detener el movimiento de suelo”, afirmó.
Vélez recomendó también la implementación de un sistema de control de escorrentías para evitar que se repita un suceso como este.
Por otro lado, el sargento Edwin Soto, de la unidad 1010 del batallón 130 de la Guardia Nacional, estacionado en Vega Baja, indicó que el Cuerpo de Ingenieros de esa fuerza militar tendrá a cargo la planificación y estabilización del terreno, una vez sean removidos todos los cajones.
“Hemos estado inspeccionando el área y, tan pronto las brigadas terminen de remover los ataúdes, nosotros estaremos removiendo el material inservible y reemplazándolo con un material más estable”, indicó.
Adelantó que, como parte de los esfuerzos de la Guardia Nacional, se estará construyendo una terraza, en un intento de evitar futuros deslizamientos.
En el cementerio, únicamente se recibirán a los asistentes de los sepelios que ya se hayan coordinado para esta semana.