Alrededor de 150 familiares se presentaron hoy en diez instituciones penales del País durante el primer día de visitas tras la modificación del protocolo establecido por el Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) desde el inicio de la pandemia de COVID-19 en marzo pasado.

Según explicó el secretario de la agencia, Eduardo Rivera Juanatey, la institución que más familiares recibió fue Bayamón 1072 con un promedio de 43 visitantes, mientras que Ponce 500 no recibió ninguna visita.

Según un comunicado de prensa, la nueva directriz de Corrección establece que, a partir de hoy, los confinados podrán volver a recibir visitas presenciales bajo unos estrictos protocolos para salvaguardar la salud de la población, su familia y el personal que opera las instituciones. Para ello, la agencia desarrolló un plan en el que se rediseñaron las áreas de visitas de todas las instituciones y se equiparon con paneles acrílicos y divisores.

“De este modo, se evita el contacto entre la población y el visitante, y se maximizar el espacio de las áreas de visitas, mientras se asegura el distanciamiento para proteger a todas las partes. Además, el DCR estableció, como parte del protocolo, la aplicación de desinfectante de mano a todos los miembros de la población, la desinfección del área entre visitas, así como el uso compulsorio de mascarillas en todo momento, provistas por la agencia. Para evitar la aglomeración que tradicionalmente ocurría en un día promedio de visita previo a la pandemia, se redujo el tiempo y la cantidad de personas por visita, para lo cual cada institución estableció una agenda con el fin de alternar los días”, explicó el funcionario.

Según dicta la orden administrativa, a cada miembro de la población correccional se le garantizan dos visitas al mes. Los días de visitas serán coordinados por el personal correspondiente de cada institución. El horario de visita es de 8:00 de la mañana a 3:00 de la tarde y no se extenderán por más de treinta minutos.

La orden, además, prohíbe el contacto físico durante la visita con cualquier persona presente en el salón.

“Hemos hecho una inversión significativa para continuar manteniendo protegida a la población penal del COVID-19. El personal de las instituciones ha estado trabajando para colaborar en esta misión. Como parte de las medidas de prevención, antes de la entrada de cada miembro de la población correccional a su cubículo de visita, personal del DCR desinfecta las superficies de dicho cubículo. En cada visita puede asistir un máximo de dos familiares del miembro de la población correccional simultáneamente. De uno de ellos ser menor de dieciocho años, el otro familiar tiene que ser un adulto con la capacidad legal para hacerse responsable de dicho menor, el cual deberá mantener una conducta acorde con las normas establecidas de impedir el contacto físico con cualquier otra persona. Además, se deberá observar una distancia de seis pies entre cada persona, a excepción de los dos familiares que hayan acudido en conjunto o que el material de acrílico presente una barrera efectiva entre las personas”, explicó el secretario de Corrección.

A tono con la orden, los visitantes también deberán completar una entrevista en el punto de cotejo, donde se les toma la temperatura.

De presentar síntomas o proveer información que conlleve a determinar riesgo de posible contagio, no se permitirá la entrada y será orientado conforme al protocolo de propagación del virus.

No se permitirá la entrada de paquetes o artículos de índole alguno a las instituciones correccionales. No se autorizará la compra de comestibles en las máquinas expendedoras ubicadas en los salones de visitas, ni el consumo de ningún tipo de alimentos durante la visita.