La secretaria designada del Departamento de Educación (DE), Elba Aponte, comentó este miércoles, durante un recorrido por algunas de las escuelas que están en la lista para el regreso a las clases de manera presencial, que la agencia está trabajando para asegurar que antes que termine el año todas las escuelas cuenten con un servicio de internet de primer nivel.

“Tenemos una meta de que, antes de que cierre el año todas nuestras escuelas tengan internet wifi en sus salones. Eso es un proyecto que queremos llevar a cabo, no meramente para esta situación, sino para estar a la vanguardia. El internet es un recurso esencial en el ámbito educativo”, sostuvo Aponte.

Actualmente, prácticamente todos los estudiantes dependen en mayor o menor medida del internet para poder recibir las clases, que desde hace casi un año se llevan a cabo de manera remota por la pandemia del COVID-19.

Según la secretaria, el DE ha priorizado la instalación de internet en las 115 escuelas que se han listado como las que podrían comenzar a dar clases de manera presencial a partir del próximo 10 de marzo, y “contamos con 93 escuelas al 100 por ciento con internet”.

Agregó que la aspiración del DE es que todas las escuelas “tengan internet, cien por ciento wifi, en todos los salones y en todo el plantel, en todo el perímetro”, meta que esperaba se cumpliera antes que acabe este año, independientemente de cuándo reabran esos planteles.

Por otro lado, Aponte indicó que no hay ningún plan para alterar la fecha de fin de clases. Sin embargo, agregó que trabajan para ofrecer programas de refuerzo académico en verano, tutorías y horarios extendidos.

“No se va a hacer ajuste en el calendario. Termina el 2 de junio las clases. No obstante, estamos trabajando con el área académica para hacer ofrecimientos en el área de campamentos de verano. Hay muchos proyectos que trabajar para lo que es refuerzo académico. Hay mucho rezago y estamos trabajando con eso”, sostuvo la secretaria.

Descartó que se continuaran las clases en el verano, argumentando que “hay varios factores que inciden en esa toma de decisiones, hay una acumulación de vacaciones de los maestros, hay un proceso de retiro que se radica de los educadores, y es un derecho que está ahí”.

“Pero siempre hay espacio para el diálogo. Nosotros por el momento vamos a estar encargando de que se hagan proyectos en lo que es la parte de los campamentos y ofrecimientos de tutorías, como ya comenzamos con los estudiantes en las escuelas tres estrellas”, comentó.

Aponte, sin embargo, reconoció que hay una acumulación de rezago académico por la sucesión de eventos catastróficos como el huracán María, los terremotos en el suroeste y la pandemia del COVID-19.

“Esto nos va a tomar una década ir cayendo en tiempo con nuestros estudiantes, por todo lo que ha pasado, con lo que es el área emocional que tenemos que trabajar... esos traumas, hay que trabajarlo”, indicó Aponte.