Cuando mañana se retome la actividad académica en muchos planteles del país, la escuela Juan Ponce de León de Guaynabo estará lista para recibir a los estudiantes.

El maestro de educación física, Luis Adorno Galán, indicó que en gran medida la preparación del plantel, tras el paso del huracán María, se debe a que es una escuela de la comunidad que cuenta con una participación significativa no solo de los empleados, sino de todos los que se benefician de ella.

“Recogimos, limpiamos la escuela, se sacaron los escombros, se fumigó… Estamos listos y preparados para los niños”, sostuvo Adorno Galán.

“Al ser escuela de la comunidad, la comunidad participó y se le está dando almuerzo a la comunidad”.

Mientras, el personal que labora en el comedor escolar ha estado ofreciendo almuerzo a cerca de 400 personas diariamente, incluyendo a personas de la comunidad, a quienes un grupo de maestros le lleva los alimentos.

También se han beneficiado los varios niños que llevan asistiendo a la escuela durante días, después de que la escuela abriera sus puertas como un centro con diversos tipos de actividades.

“Tenemos centro de acopio y han traído alimentos para repartirlos. Traen salchichas, sus arroces… Los hemos hecho parte de lo que estamos haciendo en la escuela”, relató.

“No han venido todos. Ya mañana se espera que empiece a crecer la matrícula”, agregó.

Adorno Galán explicó que por las pasadas semanas han dedicado mucho tiempo para trabajar con el nuevo horario de clases, según lo estableció el Departamento de Educación.

“Lo que hicimos fue que el periodo de 8:00 a.m. a 3:00 p.m. lo ajustamos el periodo de 8:00 a 12:00 p.m., con periodos de 40 minutos para que se trate de recuperar el tiempo que se perdió”, explicó Adorno Galán.

“Vamos a comenzaron una asamblea en la mañana. Sabemos que van a venir con mucho ánimo, porque ya nos han expresado que quieren volver”, afirmó.