Para ser maletero, hay que asociarse a la Cooperativa de Servicios y Equipaje.

Sin embargo, para lograr convertirse en un socio, tiene que haber una plaza disponible o un espacio en algunas de las entradas al aeropuerto o zona de recogido de equipaje en la que el solicitante acepte laborar en el horario en que hay necesidad, explicó el administrador de la cooperativa, Luis Calderón.

Hay que tener personal 24 horas al día. El maletero solicita disponibilidad para trabajar y nosotros decimos hay disponible esa área y se trabaja en ese horario que está vacante”, detalló el funcionario en entrevista con Primera Hora.

Relacionadas

Para comenzar, las personas llegan a las plazas como aspirantes a socios. Una vez logren escalar a la posición de socio, se les da unos beneficios, como el plan médico.

Los socios o aspirantes a socios deben pagar una cuota diaria por su ubicación en las zonas con acceso a los viajeros. Pero, Calderón rehusó detallar la cantidad.

Además del pago de la cuota, los maleteros tienen que comprar el carrito en el que transportará las maletas.

El dinero con el que pagan sus cuotas y cumplen con las exigencias del trabajo, como estar uniformados, sale de las propinas que reciben al prestar el servicio a los viajeros. El pago recomendado es $2 por maleta, caja o artículo a transportar.

La Cooperativa de Servicios y Equipaje se fundó en el 1974 por personas que laboraban por su cuenta como maleteros en tiempos en que el aeropuerto era administrado por la Autoridad de los Puertos. Con la llegada del privatizador, Aerostar, lograron subsistir y evitar ser reemplazados por máquinas en las que se alquilan los carritos de carga.

“Es una entidad que labora bajo el control de los socios rigiéndose por los principios de igualdad de derechos y obligaciones entre ellos. A su vez, los socios procuran el mejoramiento social y económico de sus asociados por medio de la acción conjunta y solidaria como obra colectiva”, establece la literatura disponible sobre la cooperativa.

El supervisor de los maleteros y miembro de la Junta de Directores de la cooperativa, Edwin Mendoza, explicó que los maleros son profesionales que hacen mucho más que cargar maletas. Explicó que orientan a los viajeros, le sirven de guía turístico y le dan dirección en todo el proceso que deben realizar.

“El salario que nosotros devengamos viene directamente de los pasajeros. ¿Por qué razón viene directamente de los pasajeros? Porque somos empleados por cuenta propia. A cada maletero se le brinda una oportunidad de trabajo en ese lugar, se le da un turno de ocho horas y dentro de ese turno de ocho horas y el área en que trabaja, genera un ingreso por las propinas que devenga y por eso paga una cuota para trabajar, porque somos cooperativa y trabajamos de esa manera desde 1974”, detalló.

Calderón manifestó, por su parte, que si han logrado sobrevivir por 47 años y cientos de personas han logrado edificar sus familias laborando bajo las condiciones en las que trabajan es demostrativo de que son necesarios y es una buena profesión.

De hecho, los funcionarios destacaron que su cooperativa es la única que hay en el mundo de maleteros. Comentaron que en algunos países son las líneas aéreas quienes le dan el servicio a sus pasajeros. Mientras, son muchos más los aeropuertos que lo que ofrecen son alquiler de carritos.

“El carrito como tal que se alquila no habla, no tiene una dirección. El carrito hay que empujarlo para que llegue a la dirección a donde va. El maletero no. El maletero brinda todo el servicio a una persona que desee saber del aeropuerto. El turista que llega perdido, desorientado, el maletero lo orienta. El maletero le puede decir lugares donde visitar en Puerto Rico. Prácticamente, es un guía turístico. Es mil veces mejor que un carrito”, puntualizó Mendoza, al defender la profesión.