Son nuestros acompañantes de vida, nuestra familia. Tanto es el amor que nos brindan que su fallecimiento nos descuartiza, afligiéndonos tal como si se tratara de la partida de un ser humano cercano.

Y es que el duelo y las repercusiones nefastas que trae el fallecimiento de una mascota, en ocasiones, nos trastoca aún más que otras pérdidas, pues suele pasar desapercibido, dejando una herida sangrando, sin atender.

El impacto que causa el duelo por la pérdida de una mascota es, básicamente, el mismo impacto de cualquier tipo de duelo, como si perdiéramos a un humano. Muchas veces la sociedad no reconoce el duelo por una mascota. Se convierte en un duelo no reconocido”, explicó a Primera Hora la licenciada Solmarie Pérez Vargas, MSW, trabajadora social clínica y tanatóloga.

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Ignorar el dolor que provoca la muerte de un animalito puede ocasionar el duelo no reconocido y llevar a que una persona sufra de tristeza profunda, lo que conduciría a una depresión y, luego, una depresión profunda. Esto se transformará a un duelo complicado, sufrimiento que perdura por largo tiempo y es tan intenso que dificulta la recuperación y continuidad de la vida.

“El periodo de duelo normal es de seis a 12 meses, pero si la persona no atiende su duelo, o no lo puede manejar, pues se convierte en un duelo complicado y ese es el caso cuando es un duelo no reconocido, porque esa persona no tiene el espacio para expresar lo que siente y se siente abandonado en el proceso”, detalló Pérez Vargas.

Para evitar esto, la experta compartió varios consejos para canalizar estas emociones:

  • Expresarse

“Hay que hablarlo. Cuando uno está pasando por una pérdida, es necesario no contener las emociones, sino hablarlo”.

  • Escribir

“La escritura es una muy buena forma de uno canalizar las emociones. Se puede utilizar como recurso para canalizar las emociones de la pérdida.

  • Honrar a tu mascota

“Otra cosa fabulosa que podemos hacer cuando perdemos a una mascota es buscar la forma de conmemorar o recordar a la mascota de una forma especial. Por ejemplo, puedes sembrar un jardín en nombre de tú mascota, puedes poner una foto en un lugar especial, hay personas que guardan las cenizas en un sitio especial, hay personas que guardan la (huella) de las patitas de la mascota, lo enmarcan y crean un lugar especial para recordar, de una forma amoroso, a esa mascota que ya no está”.

  • Normalizar la muerte

“La muerte es un tema del cual no queremos hablar en general. Las personas evaden hablar sobre la muerte. Todo el mundo quiere hablar de los nacimientos y lo celebramos, pero nadie quiere hablar sobre la muerte, que es un proceso natural, que es un proceso que todos sabemos que va a suceder y del que tenemos la oportunidad de irnos preparando, normalizando el tema. Cuando te digo normalizar el tema, es que, desde que tú eres niño, a ti se te puede hablar de la muerte, porque las mascotas se mueren, las flores se mueren, los lagartijitos se mueren. Entonces, tú puedes ir introduciendo ese tema. Mientras más familiarizados estemos con el tema de la muerte, mientras más lo hablemos de forma natural, lo normalizamos y, entonces, no es tan difícil procesarlo cuando estamos cerca de esa etapa de la vida o que también nos puede sorprender, porque no sabemos cuándo eso puede suceder. Si tú estás listo a conversar de la muerte abiertamente deja de ser un tabú, porque el tema de la muerte ahora mismo es como un tabú. Las personas no queremos hablar de eso, no queremos pensar que los seres amados o nuestras mascotas queridas no van a estar y sí hay formas de irnos preparando para ese momento. No quiere decir que no va a haber sufrimiento cuando eso ocurra, pero mientras más tú te acercas a un tema, más lo normalizas y lo puedes manejar mejor”.

  • Buscar ayuda

“Por supuesto, si no puedes manejarlo, debes buscar ayuda psicoterapéutica como un tanatólogo clínico para que te ayude en el proceso de las etapas del duelo”.

Grupos de apoyo

Además de estos consejos, los que hayan sufrido la muerte de su mascota podrían asistir a los grupos de apoyo que comenzó a ofrecer el Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico (CMVPR), en colaboración con la Universidad Ana G. Méndez (UAGM), y compartir sus experiencias de cómo sobrellevan la muerte de sus animalitos.

“En (el) grupo de apoyo las personas tienen un espacio en común: todos los que están allí es porque han perdido a su mascota. Y, a pesar de que los duelos son distintos, porque el duelo de cada persona es diferente, tienen eso en común, se sienten apoyados, se sienten aceptados, se sienten comprendidos y lo más importante en un grupo de apoyo es que tú creas lazos con personas con tus mismos intereses y esas personas te apoyan en tu proceso, no importa en qué etapa del proceso tú estés. Entonces, el grupo de apoyo se nutre de las historias y de las experiencias de las personas que asisten al grupo de apoyo”, comentó Pérez Vargas, la coordinadora de la iniciativa.

La próxima reunión se celebrará en las instalaciones de la UAGM de Cupey el jueves, 15 de agosto a las 6:30 p.m. El cupo es limitado para hasta 15 personas, aproximadamente.

Para separar espacio, puede acceder www.cmvpr.org o en Facebook.com/CMVPR. Aquel que le interese una consulta individual con Pérez Vargas puede comunicarse al 939-327-3957.

“Todas las historias son súper conmovedoras. No sabemos las situaciones personales de cada quien, pero muchas veces las mascotas se convierten en (el único ser) con que esa persona tiene contacto; es su única compañía y eso ha sido la experiencia de mayor impacto, cuando esa persona pierde su mascota y se queda sin nada, sin ese soporte emocional que brindaba esa mascota que es su familia, que es parte de su sistema familiar y cómo ese hueco, es como si se hubiese muerto una persona, el mismo hueco con las mismas consecuencias, con las mismas etapas de duelo que sufre cualquier persona pasando por cualquier otro tipo de duelo y es necesario que sea reconocido y es necesario que el tema de la muerte, en general, se normalice”, manifestó.