Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
PUBLICIDAD
Río Piedras está de fiesta.
Y es que este año celebra 300 años de su existencia. Obviamente, muchas cosas han cambiado desde entonces.
Por ejemplo, hace 300 años Río Piedras parecía mucho más alejado de la Isleta del Viejo San Juan de lo que está hoy ya que el río del mismo nombre tenía muchas ramificaciones y hacía que este pedazo de tierra estuviera un tanto aislado. Además las áreas de lo que hoy es Hato Rey y las comunidades alrededor del caño Martín Peña, se inundaban por completo ciertos meses al año y estaban llenas de manglares; no de casas y edificios. Los historiadores concuerdan entonces que Río Piedras parecía más un pueblito más, y no una parte principal de la ciudad capital como es ahora.
Quizás uno de los cambios más dramáticos comenzó a verse desde que se fundó la Universidad de Puerto Rico en marzo de 1903, en los terrenos en donde antes había fincas de cultivo de frutas. La expansión del centro de estudios y la migración interna de cientos de personas que se mudaban del campo a la ciudad, Río Piedras se fue convirtiendo en un centro importante de actividades.
Veamos un recuento de algunos lugares que en ese recorrido del tiempo existieron y que aún hoy todavía se les recuerda.
Antiguo Acueducto
Data de finales del siglo 19 y fue construido por los españoles. Se trató de la primera fuente de agua potable para todo San Juan que se alimentaba del río Piedras. Hoy lo que queda de ese acueducto está enclavado en el Jardín Botánico Sur y hace casi un mes fue declarado tesoro nacional por el National Trust for Historic Preservation, luego de que comenzara su restauración en el 2005 a cargo del Fideicomiso de Conservación. El acueducto estuvo funcional hasta la década del 1950 y hasta la década de 1980 la AAA lo utilizó como toma de agua. Actualmente, una iniciativa de canalizar el río Piedras amenaza con eliminar la colección de estructuras históricas que componen el antiguo acueducto.
Cementerio Municipal
El primer camposanto municipal estuvo ubicado en lo que hoy se conoce como Santa Rita. Sí, esa urbanización que alberga a familias y un sinúmero de estudiantes fue donde se depositaron los muertos de la zona hasta el 1910. Documentos históricos apuntan a que el cementerio estaba cercano a las calles Humacao y Amalia Marín (antes Callejón de los Muertos). De eso, no queda nada visible.
Arco conmemorativo
En la Avenida Ponce de León hubo un arco que orgulloso se imponía sobre los carriles para dar la bienvenida al casco urbano de Río Piedras. A cada lado sobre el arco flotaban las banderas de Estados Unidos y Puerto Rico, respectivamente, y en el medio destacaba el escudo del pueblo. Sin embargo, en esa estructura se establecía que la fecha de la fundación de Río Piedras era el 1746 (y no el 1714). No está muy claro en qué momento lo derrumbaron.
Cine Paradise
También estuvo en la Avenida Ponce de León y se inaguró en diciembre de 1945. Para aquella época se le promocionaba como uno de los mejores teatros-cines ¡de las Antillas! Tenía dos pisos y unas 1,000 butacas, además de lo último en términos de proyectores y sonido. Quizás por eso muchos lo recuerdan más que otros cines más pequeños, antiguos y por ende menos modernos como El Victoria, el Hatuey, el Atenas y el Modelo que también existían para esa fecha en Río Piedras. Luego de su inauguración, El Paradise estuvo funcionando durante 50 años. En el 2005 hubo un esfuerzo por recaudar fondos y poder restaurar la estructura, pero no se ha logrado aún.
La Riviera
Antes de que existiera K-mart, Capri o Marshall’s, el centro para encontrar un poquito de todo a buenos precios en Río Piedras, y que por lo tanto atraía a cientos de clientes como un poderoso imán, eran los almacenes La Riviera. La tienda estaba ubicada en la Avenida de Diego, y fue un ícono del comercio en la zona.
Colegio La Milagrosa
Se construyó en el 1896 y fue considerado uno de los centros de estudios más prestigiosos del área metropolitana. Por su importancia y la imponencia de su estructura, fue declarada monumento histórico por ley en el 2009. Sin embargo, el lugar se convirtió en un hospitalillo de adictos a drogas y en el eje de una controversia sobre quién debía encargarse de preservarlo y que entrara al Registro de Sitios y Zonas Históricas de Puerto Rico de la Junta de Planificación. En el 2012 el entonces alcalde de San Juan Jorge Santini dijo que compraría la estructura para hacer de ella una escuela especializada en niños autistas pero se desconoce si la venta se completó.
Humberto Vidal
La tienda de zapatos quizás no hubiese quedado grabada en la memoria de los puertorriqueños, de no ser porque fue el escenario de una de las grandes tragedias de Río Piedras: la explosión de una línea de gas que dejó el terrible saldo de 33 personas muertas y más de 70 heridas, en hechos ocurridos el 21 de noviembre de 1996. Precisamente, el colegio La Milagrosa, que todavía funcionaba, se convirtió en centro de operaciones de rescatistas. Las imágenes de ese día son un recuerdo doloroso aún para la comunidad. Algunos entienden que la desgracia dejó un impacto social y económico tan grande que el otrora bollante casco urbano, nunca ha vuelto a ser el mismo.
Penitenciaría Estatal
Aunque no estaba en el casco urbano, sus paredes blancas se podían ver a lo lejos en una meseta elevada de Río Piedras. A pesar de los esfuerzos de último por preserver la imponente estructura, sus escombros cayeron por completo este mismo año. Su localización, la cantidad de presos que albergaron sus barrotes, los cruentos motines y muertes que se registraron allí adentro hacen de la cárcel, también conocida como Oso Blanco, uno de los emblemas de esta zona, que muchos recordamos y que futuras generaciones no conocerán.