Comienza primera fase de proyecto de mitigación de erosión de la zona costera en Loíza
La inversión está ceca de los $300,000, pero se trata de una acción a corto plazo, por lo que urge que el gobierno central tome medidas concretas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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La alcaldesa de Loíza, Julia Nazario Fuentes, observó este lunes el inicio de un proyecto de tipo remediador para atender el grave problema de la erosión costera en este municipio y que afecta con gran avance a cuatro comunidades, incluyendo a los vecinos de las Parcelas Suárez.
Dos camiones con cerca de 80 toneladas de enormes piedras -cada una de unos cinco a seis pies- llegaron a las Parcelas Suárez donde se puso el material en un intento por frenar el vaivén de las olas que ha socavado el terreno y se acerca cada día más a las residencias. Simultáneamente, se hacían otros trabajos de revestimiento en las comunidades Los Lucas, Villa Cristiana y Colobó.
Los últimos estragos en estas zonas ocurrieron hace un par de semanas con las fuertes marejadas provocadas por remanentes del huracán Tammy.
“Esto se divide en fases, la primera es la remoción de los escombros existentes. Ahora se prepara el área base para depositar 1,033 toneladas de piedras, donde cada una mide de tres a seis pies. Es como hacer una zapata para que esas piedras queden fijas”, puntualizó la alcaldesa.
El proyecto, pagado con fondos municipales, está a cargo de Empresas Ortiz Brunet, que suple el material pétreo de la cantera de Carolina.
”Es piedra caliza azul que es mucho más dura que resiste la abrasión del agua y el viento. La inversión está ceca de $300,000 para atender los cuatro casos: en Paseo del Atlántico en Parcelas Suárez, Colobó, Los Lucas y Villa Cristiana. Son las zonas donde están más malas para salvar la infraestructura, como son las calles de las comunidades impactadas, tuberías pluviales y sanitarias, así como la eléctrica”, añadió el vicealcalde Luis Rafael Ortiz Escobar, quien supervisa el proyecto que acogió una asignación de $50,000 de la senadora del distrito de Carolina, Marissita Jiménez.
La alcaldesa aclaró que la vida útil de este proyecto iniciado el lunes, es de unos tres años, aproximadamente.
Urgió al gobierno central y dependencias involucradas en los proyectos de mitigación de daños por erosión costera a delinear un plan para dar paso a otras etapas adicionales antes de que ocurra alguna tragedia.
Mencionó que estos proyectos están a cargo de las autoridades locales y federales, como la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP), Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y el Cuerpo de Ingenieros de Ejército de Estados Unidos.
“Hoy no hablo solamente por las 17 familias que están aquí en la orilla en Parcelas Suárez, esto afecta a las 750 familias de toda la comunidad. La segunda fase debe ser cubierta con fondos estatales y federales, y que haya una solución a largo plazo, bien estudiada y ejecutada”, expuso Nazario.
“Te digo más: si el municipio no toma acción hoy en cuatro marejadas más se nos iría la carretera. Por eso estamos aquí hoy. Hay que mitigar, pero esto es a corto plazo. El gobierno tiene que hacerlo a largo plazo. Aquí hay gente en riesgo constante de desalojo por esto que está ocurriendo. Son personas que se les prometió por el Departamento de Vivienda que iban a ser relocalizadas, pero ni siquiera han sido censadas para ese programa”, acotó la jefa de ayuntamiento al reconocer, sin embargo, la atención que Caridad Pierluisi y el DRNA han dado al asunto en las últimas semanas.
Mientras, el líder comunitario de Parcelas Suárez, Alexis Correa, ejemplificó la gravedad del escenario explicando que la iglesia Cristiana Bethsaida, que ubica frente a una de las áreas más afectadas, tuvo que cerrar sus puertas ante el riesgo de seguridad que representa la erosión para sus feligreses. De hecho, Primera Hora, corroboró que las grietas en la carretera afectaban también un “manhole” de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA).
“Es una situación seria que hay que atender... es importante que el gobierno central tome acción antes que pase algo más feo. Aquí se hizo un rompeolas hace muchos años en un área cercana y ahora necesitamos algo parecido y que sea permanente”, acotó Correa mientras enseñaba a periodistas fotografías que evidenciaban la extensa playa arenosa que había en la zona hace más de una década.
Luego del huracán María (2017) , la doctora Maritza Barreto Orta, de la UPR, hizo un estudio en el que evaluó el estado de las playas loíceñas. Dicho estudio destaca que en los 23 kilómetros de costa de Loíza, de los que el 81.61% son playas, se evidenció un 42% de erosión y 58% de acreción (aumento de arena) en septiembre de 2017.