Comercios sienten el impacto, pero apoyan estudiantes
Dueños de negocios cerca de UPR-Río Piedras se ponen en lugar de ellos, pese a merma en ventas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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Un recorrido de Primera Hora por la avenida Universidad -una de las vías de mayor movimiento comercial, circundante al recinto- evidenció que el flujo de consumidores en la zona se ha alterado.
Y así lo confirmaron los dueños de varios negocios, entre ellos el legendario Supermercado Doña Ana, donde las ventas de alimentos han disminuido tras la paralización de labores en la iupi.
“Verdaderamente, el impacto ha sido fuerte porque fue algo que uno no se lo esperaba y pasó de momento. Ahora mismo, el pan, el queso, la leche, las viandas y ese tipo de cosas se me está quedando y se puede dañar”, dijo Freddy Blanco Santana, dueño del negocio establecido hace 30 años por su mamá Ana Santana.
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Aunque la merma en ventas ha sido evidente, el comerciante dijo estar “solidario” con la lucha universitaria, al extremo que envía agua, hielo y comestibles a los campamentos establecidos por los manifestantes.
Su hermana, dueña del restaurante Vidy’s, también hace llegar comida a los jóvenes, que desde el pasado 28 de marzo iniciaron un paro como rechazo a los recortes para el presupuesto de la institución, una acción que, aseguran, atenta contra la integridad del proyecto educativo.
“Claro que estamos con los muchachos. Y más sabiendo que muchos de ellos -la mayoría- no les sobra nada para poder asumir más gastos de los que ya tienen. Este tipo de acción que se quiere hacer contra ellos lo que hace es oprimirlos”, dijo Blanco Santana.
Mientras, Fermín Hernández, empleado de la carreta de alimentos mexicanos El Mole también ha sentido el golpe en ventas a causa del receso académico de los universitarios.
“El motor de todo aquí es la Universidad. Son los jóvenes los que dan el movimiento durante el día en esta zona y sin ellos es fatal. Por eso hemos visto reducidas las ventas. Y mientras más días pasen, el golpe será más fuerte”, expresó quien en lo personal dijo apoyar el piquete.
De forma similar se expresó Carlos Matos, encargado de Chévere Digital Services, un negocio dedicado al servicio de internet, copias, encuadernados, escáner e impresiones digitales.
“Definitivo que estamos sintiendo una baja en el volumen de copias y los demás servicios. Ojalá todo se arregle pronto y las partes lleguen a un acuerdo”, manifestó.
Agregó que su preocupación es que se decrete una huelga indefinida, pues los comerciantes pudieran recurrir a la reducción de jornada como medida remediativa.
“Para mí sería un golpe fuerte que me digan que en lugar de ocho horas sólo trabajaré cuatro. Sería un golpe inesperado”, dijo.
Matos asegura que para la huelga decretada en el recinto en el 2010 no percibió “grandes pérdidas”, pues muchos profesores reunían a los estudiantes fuera del recinto.
“Pero ese fenónemo en esta ocasión no se está viendo. Y por eso sentimos más el impacto”, expresó.
Por su parte, Gerardo Vázquez, dueño de la Santa Rita Laundromat, dijo que su negocio no se ha visto afectado por el paro, aunque adjudicó el asunto a que en los últimos meses ha atraído clientes de otras lavanderías que han cerrado debido a la crisis fiscal que atraviesa la isla.