Ponce. El lunes en la tarde el pueblo ponceño se lamentó con la noticia de que la emblemática ceiba que adorna la Ciudad Señorial desde hace más de 500 años se desgarró sin motivo aparente.

El árbol, que ubica junto al final de la calle Comercio, en una de las entradas de Ponce, junto al río Portugués, colapsó desde arriba, quedando varias de sus ramas esparcidas y chocando parte de ellas con la reja que rodea el área.

La alcaldesa de Ponce, María “Mayita” Meléndez, lamentó el incidente indicando que “tengo la mitad del corazón desgarrado, no sé cómo decirte... aquí se le da mantenimiento continuo al parque y a la ceiba, pero hay que evaluar... todas las ramas están fuertes, pero se ve hueca por dentro, como si estuviera seca... pero se ve completamente verdosa y frondosa, es bien raro...”, narró vía telefónica.

Durante el día de ayer, personal de Recursos Naturales de Arecibo llegó al área a examinar el árbol, pero los resultados no fueron alentadores. “El informe que tengo hasta ahora es que el 70 por ciento está muerto; el 30 por ciento se queda, ellos van a tratar de podar la rama que queda, van a cortar un área y van a poner como un foam encima del árbol, y entonces van a inyectarle un líquido”, explicó la Alcaldesa.

El tratamiento ya se había realizado con éxito en 1998 y lograron extenderle la vida a la ceiba, por lo que Meléndez espera que, en este caso, se pueda rescatar lo que queda del centenario árbol. “Estoy solicitando que, en el Parque Ecológico que se está construyendo, me siembren una ceiba y, si fuera un gancho de ésta, pues me encantaría, pero están haciendo todo lo posible por rescatarla, los especialistas de Recursos Naturales de Arecibo y la agrónoma Luisa Hernández, de Ornato y Obras Públicas municipal, y Celsa Rodríguez, de la Oficina de Permisos Municipales”, destacó Meléndez.

Por el momento, empleados municipales están limpiando el área y recogiendo los restos del árbol, además de verificar si hubo daños a la verja.

De acuerdo con Eduardo Neumann Gandía, primer historiador de la ciudad, “en 1696 ya existía la gran ceiba cerca del río y, en 1818, se sitúa ya en un mapa de la ciudad”. A la sombra de la ceiba estableció su residencia y su negocio Pedro Rodríguez y de Guzmán, también conocido como “el Portugués”, siendo ése el nombre que tiene el río que discurre junto al árbol.