Sorprendidos y preocupados están los vecinos de comunidades que dependen del funcionamiento de las bombas de agua para no quedar inundados tras cualquier aguacero más o menos fuerte, luego que el sábado el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) anunciara repentinamente la cancelación del contrato a la compañía que operaba esos equipos en áreas de San Juan, Guaynabo, Cataño, Salinas y Juana Díaz, por presuntos incumplimientos.

De acuerdo con personas entrevistadas en tres comunidades de Guaynabo y San Juan, nadie estaba al tanto de esa situación y las comunidades no han sido informadas de nada, ni tienen idea de qué va a ocurrir con la operación de las bombas.

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Solo una persona tenía algo de conocimiento de la situación, y porque se había enterado a través de un contacto suyo, no por fuente oficial alguna.

Con la lluvia esa que cayó (el sábado) se inundó to’ esto aquí hasta acá arriba, lleno, lleno, lleno”, denunció Agustín Adorno Fontánez, vecino del barrio Amelia, en Guaynabo, quien, como otras personas de la comunidad, recién conocía lo acontecido por las preguntas de Primera Hora sobre la situación con las bombas de control de inundaciones.

“No sabía nada de eso. Hasta ahora que lo vengo a saber de parte de usted. Nadie ha venido por aquí a hacer eso (informar). Ni tan siquiera a dejar un papelito ahí”, confirmó, agregando que su casa es una de las que se afecta en cuanto comienza a subir el nivel de las aguas, y “tengo que levantar mis cosas… para treparla en cajones, porque se me ahogan”.

Don Agustín afirmó que “me preocupa mucho” la situación con las bombas, “porque, imagínese, uno con esta agua, que de momento cae una lluvia… no puedo descuidarme. Si me descuido, se me ahoga la casa”.

Reclamó a las autoridades “que breguen” con el asunto cuanto antes, para que puedan volver a tener un poco de tranquilidad.

El hombre se encontró con la inundación sabatina al regresar a su casa de una gestión, y no tuvo otra alternativa que “dar una vuelta por allí para entrar a mi casa”.

Su relato fue confirmado por su vecino Jesús Ortiz Torres, quien justamente estaba limpiando hojas, pedazos de ramas de árboles y otros escombros que habían quedado acumulados sobre la tapa de alcantarilla en la esquina frente a su casa.

“Eso estaba aquí ayer (sábado) que no bajaba el agua. Esto aquí no baja. Aquí cuando llueve esto se inunda de agua. No sé cuál sea la razón. También se sale por allá, cerca de la esquina del negocio allí donde Nelly, siempre hay problemas. Rápido que hay una lluvia muy fuerte eso empieza a botar cosas, de allá de lo que ‘flushean’ en la cárcel eso sale por allá y parece que eso es lo que tiene to’ esto por ahí. Y también aquí, cerca del taller de Wico, eso ahí se sale to’, que yo creo que eso tiene que ver todo, es lo mismo”, comentó.

Jesús confirmó que la comunidad no ha recibido información sobre lo que está ocurriendo y cómo podría impactarles, y manifestó preocupación por eso, en particular por cómo podría afectar a los niños y adultos mayores de la zona.

El Cuerpo de Ingenieros, junto con FEMA y el DRNA instalaron siete bombas industriales en la Casa de Bombas La Malaria, que suele fallar cuando hay interrupciones en el servicio eléctrico. (teresa.canino@gfrmedia.com)
Imagen de las bombas que utiliza el DRNA para el control de inundaciones.

No, no han venido por acá a hablar con nosotros. Yo lo sé ahora que tú me lo dices. Yo veo las noticias y no sabía nada de eso. Ahora mismo me estoy enterando por usted. Nadie se ha acercado (a informar), solamente usted, de milagro del Señor”, sostuvo.

“Y claro, nos preocupa, porque aquí esto se sube tanto que a veces eso les hace daño a los carros. El vecino, él mismo te dijo que eso le afecta su hogar allá, to’ el agua coge hacia allá, hacia donde él vive. Eso nos preocupa mucho, porque sin esas bombas no fluye el drenaje. ¡Con razón eso ayer no quería bajar! Y yo me paso barriendo, que se supone que no se tape. Es que las bombas no estaban trabajando. Fue inusual, muy inusual, y tiene que ser debido a eso”.

Y por si no fuera suficiente con la inundación, agregó que a todo eso se añade la preocupación de que la línea de cables que pasa por allí “a veces tira cantazos de electricidad, y a veces caen pájaros muertos”, y uno de los postes está doblado y con evidentes señales de corrosión en su base.

“Y si el agua está aquí subida corre peligro alguien si se cae un cable o algo de momento. Viene el agua y eso es más peligroso aún. El agua multiplica la electricidad… eso es una muerte… Si la electricidad aquí se mezcla con esa inundación, podría ser mortal”.

Además, con cada inundación las calles se llenan de basura y escombros que arrastran las aguas.

“Cada vez que el agua sube aquí, hay que limpiar, es un basurero, viene toda la basura para aquí, se tapa. Y uno limpia, pero… nadie viene. Nosotros nos encargamos de limpiar. Eso es constante. A veces llueve poco, y se nos inunda y se nos trae la basura pa’ acá, rápido viene pa’ acá. Yo no sé de dónde viene esa basura, porque aquí cada cuál siempre tiene su cantito limpio”, aseveró.

Más allá de las explicaciones que ofreció el DRNA, Jesús cuestionó “qué va a suceder ahora con eso, ¿quién va a encargarse de eso?”.

El DRNA canceló el contrato a la empresa Tetrad Enterprises LLC. La agencia alega que la determinación no afectaría las zonas inundables.

“Todas las casas de bombas están conectadas, en pleno funcionamiento y contamos con operadores suficientes en cada una de ellas. El DRNA y las compañías contratadas para esta operación están en control total de la situación, garantizando que los servicios esenciales no se vean interrumpidos, porque la seguridad de nuestras comunidades es prioridad”, dijo el secretario interino de la agencia Roberto Méndez Martínez.

La decisión, de inmediato, causó el malestar de los alcaldes de Salinas, Karilyn Bonilla; de San Juan, Miguel Romero; de Guaynabo, Edward O’Neill Rosa, y de Cataño, Julio Vasallo, ya que supuestamente el DRNA no les comunicó la acción.

“Ahora, Dios mío, ahora hay que comunicarse y llamar mucho pa’ que resuelvan el problema, pa’ que no quede en oídos sordos”, afirmó Jesús. “O que, si está lloviendo, van a tener que la gente aquí traerse un kayak y botas de goma y to’ eso pa’ poder pasar”.

En la comunidad de Shangai, en Santurce, también se podía sentir la inquietud de los vecinos, porque “esto aquí se inunda”.

Según explicó Rafaela Gómez, “cuando la bomba está prendía eso (la inundación) no sucede”. Sin embargo, aseguró que la comunidad no tenía conocimiento de lo que estaba ocurriendo en torno al operador de las bombas.

No sabemos nada, nada. No nos informaron nada. De verdad estoy sorprendida. Y nos preocupa, claro. Si cuando llueve… esta casa nunca se había inundado, y cuando (el huracán) María, se taparon hasta los zócalos. Y siempre sube cuando llueve y la bomba está apagada”, comentó. “Esa bomba, eso es obliga’o. Es necesaria”.

Ojalá, quiera Dios, y esas bombas sigan operando. Pero no sabía nada que había incumplimiento de contrato. Es más, yo pensé que eso lo operaba el Municipio”, agregó.

Rafaela exhortó a las autoridades a ofrecer información para que las comunidades puedan prepararse lo mejor posible, “porque se le dañan todos los enseres a uno, y los muebles y todo. Cada vez que se inunda es pérdida total todo. Y no responden”.

“Que nos informen si van a seguir operando o no, pa’ por lo menos uno prepararse, o estar pendientes si llueve, uno levantarse o qué se yo. Porque muchas veces uno se acuesta y cuando se levanta está todo inundado”, insistió, recordando que no pocas veces han tenido que correr a mover los vehículos a lugares más altos y subir todo lo que puedan en las casas para ponerlo fuera del alcance de las aguas.

Similarmente preocupada se expresó Yanira Rivera en la comunidad de Playita, también en Santurce, y que es de las primeras en ver las aguas subir, al punto que, como forma de prevención, la entrada al portal de su casa tiene un muro de varias pulgadas de alto que hay que superar para poder entrar.

En su caso, se había enterado de la situación con las bombas “por una fuente” con “empatía” que le avisó para que estuviera alerta, pero “no por alguna información oficial”.

“Y yo digo, ajá, cómo es posible, estamos en plena temporada de huracanes todavía. Pues esa es la que hay”, dijo con tono de incredulidad. “Y claro, estamos preocupados, porque sabemos que las bombas del DRNA no dan abasto. Incluso con las bombas del contratista independiente a veces sube un poco el agua”.

Aseguró que, si no están funcionando las bombas, ellos están “condenados” a la pesadilla del “corre y corre” a ver qué pueden salvar.

“De noche uno no duerme con la tendencia de que se inunda. Hay que salir corriendo a mover los carros. Todo el tiempo… tengo hasta cajones de esos de leche pa’ estar levantando las cosas. Bueno, si ves, tengo hasta un muro ahí, pa’ por lo menos algo. De todos modos, cuando sube (el agua), hasta por el baño entra”, comentó.

Recordó que los contratistas en varias ocasiones han manifestado que “hay soluciones” al problema, “pero nadie hace nada”.

“Entonces todo el tiempo es, que si es Recursos Naturales, no que si es el Municipio. Todo el mundo tirándose como uno dice la papa caliente, y nosotros sufriendo. Problemas emocionales, ansiedad todo el tiempo, la preocupación”, denunció. “¿Cómo es posible que van, se tiran dos o tres fotos, y dicen ‘ah estamos resolviendo la situación’? No, no están haciendo nada”.

Recordó que ya el sábado se habían inundado áreas cercanas, lo que demuestra que con tan solo un poco de lluvia están susceptibles a inundaciones. Insistió que las bombas del DRNA “no dan abasto” y necesitan las bombas del contratista independiente “que es el que nos ayuda a que la situación no pase a mayores”.

A eso, agregó, se suma el hecho “de que el personal que tienen, entendemos que no están capacitados, porque lo que tenemos conocimiento es que muchos de los que están trabajando ahí son los que habían sacado de la Autoridad de Energía Eléctrica y los han ido reubicando, y por eso es que la planta se ha quemado muchas veces. No tienen el personal capacitado para esa operación en particular”.

Yanira se unió al coro de voces que exhorta a las autoridades a “tomar acción. Yo tengo conocimiento de que hay muchas propuestas para solucionar la situación. Que tomen acción. Y no quiero hablar solamente por mi comunidad. Hay muchas comunidades que se ven afectadas por esta situación. Si yo no me inundo, pero sé que otra comunidad se está inundando, lo sufro. Aunque no me pase a mí, lo sufro, porque lo he vivido. O sea, sé lo que es perder las cosas por la inacción de las personas pertinentes, que ya uno no sabe ni quiénes son, porque el alcalde dice que…, el alcantarillado dicen que es Acueducto, Acueducto dice que las aceras son municipales... o sea, ¿quién hace algo? Aquí nos pasamos limpiando, mira, tengo hasta un tubo ahí, un tubo largo que tengo que estar a cada rato metiéndolo por ahí para limpiar el desagüe”.

“Por favor, que en realidad tengan un compromiso con las comunidades. Nosotros estamos aquí, nosotros sufrimos y vivimos la situación y sabemos que no toman acción. Punto. Es una pesadilla. Es horrible”, insistió, al tiempo que agradecía a Primera Hora por hacerse eco de sus reclamos.