Puerto Rico amaneció hoy en un panorama de devastación sin precedentes causado por el paso del huracán María ayer, pero eso no parece amilanar a la ciudadanía, que desde tempranas horas de la mañana tomaron las carreteras del país en sus automóviles.

En un recorrido desde Trujillo Alto hasta Guaynabo alrededor de las 8:30 a.m., este medio observó una notable cantidad de tráfico en algunas de las principales carreteras del área, como la carretera 181 de Trujillo Alto, conocida como el Expreso Manuel Rivera Morales, y la avenida Piñeiro en Río Piedras. Ambas sufrieron notables daños que ponen en riesgo a los vehículos que por allí transitan.

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La carretera 181 amaneció hoy completamente deforestada, con decenas de árboles en el pavimento y cables eléctricos impidiendo el paso de los automóviles. Es una imagen desoladora, una que contrasta con los árboles frondosos y el verde que adorna esta carretera que es utilizada a diario por los residentes de Trujillo Alto para moverse a municipios aledaños como Carolina y San Juan.

Antes de la intersección con la avenida Park Gardens, en dirección hacia el elevado de Río Piedras, un poste eléctrico, rodeado de cables, cayó sobre el pavimento, lo que no permite el paso. Los automóviles usaban el otro lado del expreso para transitar en ambas direcciones, pasando por debajo de un tendido eléctrico que apenas dejaba un par de pies de espacio sobre las capotas.

De momento, el elevado no presenta daños importantes. Pero, una vez se llega a la avenida Piñeiro, el panorama deja ver la furia con la que el huracán María castigó esta zona del área metropolitana.

Son muchos los negocios que sufrieron importantes daños a sus fachadas. Frente a ellos, algunos dueños comienzan a recoger lo que sea posible. Otras personas sencillamente caminan por la acera, intentando absorber la devastación el área.  

En dirección hacia Carolina, justo debajo del puente de la avenida Barbosa, una inundación impide el paso de automóviles, que optan por tomar la salida conducente a la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. En dirección hacia Hato Rey, aunque no hay inundación notable, el peligro también asoma: un poste con tendido eléctrico cayó sobre la carretera. Sin embargo, una rama sostiene el tendido lo suficientemente alto para que los automóviles puedan transitar, una vez más con apenas un par de pies de espacio sobre las capotas.  

En la salida hacia el expreso, la PR-18, el letrero que señala la dirección hacia Bayamón y Arecibo está en el piso. Una vez en el expreso, vuelve a ser notable la presencia de automóviles. Varias ramas sorprenden en el pavimento del expreso, las que podrían golpear y dejar inoperante cualquier automóvil de tamaño pequeño.