Marcados por el cansancio, la agonía y desespero, cientos de personas, muchos de ellos envejecientes, se manifestaron en la mañana de este lunes en las calles del pueblo de Santa Isabel para reclamar que se restablezca el servicio eléctrico en ese pueblo y en los vecinos pueblos de Coamo y Aibonito, donde la gente está sin electricidad, o con un servicio altamente intermitente, desde hace ya más de una semana.

Los reclamos de los manifestantes, así como de alcaldes, alcaldesas, legisladores, legisladoras, y candidatos a puestos electivos que se sumaron a la protesta, estuvieron marcados por un contundente repudio a LUMA Energy, la empresa a cargo de los componentes de transmisión y distribución del sistema eléctrico de Puerto Rico.

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De acuerdo a personas entrevistadas esta situación de falta de luz, que se combina con el calor extremo que se experimenta en la isla, se ha vuelto insoportable para las familias de estas comunidades, y en particular para las personas encamadas y con otros padecimientos.

Para doña Marta León Ortiz y su esposo Reinaldo Guillén Osorio, ambos personas mayores de 80 años y con diversas condiciones de salud, la situación de falta de energía eléctrica “es demasiado, ha sido terrible, terrible. Y gracias a Dios que tenemos agua, porque no teníamos ni agua”.

La falta de energía eléctrica, que se combina con el calor extremo, se ha vuelto insoportable para las familias de estas comunidades.

Aseguró que tienen que pasar largas horas en el balcón de su casa para poder tener algo de fresco, “bebiendo agua”, y contando con la ayuda de un negocio cercano donde le ayudan con sus comidas.

Doña Marta, quien reside en el pueblo de Santa Isabel, agregó que bajo esa situación apenas pueden dormir una o dos horas, aunque anoche “gracias a Dios dormí un ratito porque llegó la luz a las 11:00 p.m. y todavía hay luz. Pero hoy no se la van a llevar, como tienen la protesta, ellos son listos. Pero LUMA no brega bien, no brega bien”.

Y por si fuera poco, condenó que en este mes su tarifa de energía eléctrica aumentó en $5, lo que le causa todavía más indignación.

De manera similar a este matrimonio, miles de personas están pasando por la misma pesadilla, algunos batallando con generadores, otros intentando mantener un pequeño negocio en pie, algunos más recurriendo a su familia y mudándose temporalmente a otro lugar con luz, y en otros casos viviendo solos y dependiendo de la solidaridad de vecinos, como le ocurrió a doña Marta ayer, que una vecina “gracias a Dios me dice llévate este racimo de guineo aquí, para que aunque sea coman guineos. Me dio un racimo de guineos, aunque sea pa que coman guineos sancochaos con bacalao que es lo que uno puede hacer”.

A pesar de sus padecimientos tanto doña Marta como don Reinaldo se unieron a la manifestación, carteles en mano, “y voy hasta allá, hasta la oficina. Voy a marchar pa allá, y voy a reclamar”.

La manifestación incluyó una marcha desde la Plaza de los Fundadores de Santa Isabel hasta las oficinas locales de LUMA, a relativamente poca distancia de la plaza, donde se ofrecieron varios mensajes reclamando al consorcio que restablezca el servicio eléctrico, y condenando la poca empatía y falta de urgencia y acción, tanto de LUMA como del gobierno central.