Un equipo de científicos del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, en inglés), encabezados por Uri Ten Brink, llegarán a Puerto Rico la semana próxima para emprender una investigación sobre las fallas geológicas en el Cañón de Guayanilla que pueden estar provocando los constantes terremotos en el suroeste del país.

La investigación se realizará con la asistencia del Departamento de Ciencias Marinas y de Geología de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez (RUM), así como la Red Sísmica de Puerto Rico, informó doctor Ernesto Otero Morales, director de Ciencias Marinas.

Ten Brink, quien es geofísico, dirige el proyecto de amenazas geológicas marinas del USGS. Se dedica a “cuantificar los procesos tectónicos y morfológicos y sus impactos en las evaluaciones de los riesgos de tsunami, deslizamientos de tierra y terremotos”, según su página cibernética.

En el pasado ha realizado investigaciones sobre la Isla. Una de ellas está relacionada a la erosión submarina y sus implicaciones en un riesgo de tsunami.

En esta ocasión, según explicó Otero Morales, los científicos utilizarán la nave del Departamento de Ciencias Marinas del RUM, conocida como Sultana, “que se utiliza para llevar a cabo diferentes tipos de estudios, incluyendo este estudio del fondo marino”. Desde la nave, se colocarán uno hidrófonos en la zona donde se cree está la falla de Montalva y otras posibles fallas sísmicas. Estos instrumentos científicos “se van a arrastrar utilizando el Sultana y con unas ondas de cierta acústica van a recolectar señales que reboten del suelo marino”.

Estas ondas, informó el experto, logran penetrar 100 a 200 pies de profundidad del sedimento blando para llegar a las rocas.

“Pretende detectar las estructuras duras que pueden dar evidencia de la presencia de fallas sísmicas”, afirmó.

Para recolectar la data, el barco del RUM, de unos 42 pies de eslora, recorrerá por una semana la zona donde se registran los sismos. Luego, la información se utilizará para formar “un mapa”.

“El equipo de trabajo estará haciendo mapas del fondo marino para visualizar las fallas escondidas y tratar de descubrir señales geológicas que evidencien el origen del mayor sismo de la historia reciente de Puerto Rico y el agravante de los hundimientos costeros de la comunidad de El Faro y la destrucción de propiedades en el área sur de Puerto Rico”, precisó Otero Morales.

El catedrático comentó que la importancia de este estudio es que no solo se detectarán las fallas geológicas, sino que “se demuestra la razón por la cual se están reflejando estos terremotos en otros lugares, como en Ponce, como en el área hacia Tallaboa o más al este”.

Este estudio permitirá que estudiantes y profesores del RUM tengan la experiencia de participar de este proceso investigativo.

El aumento en la actividad sísmica en el suroeste de la Isla comenzó el 28 de diciembre. Sin embargo, fue el 7 de enero que se registró el sismo de mayor magnitud, de intensidad 6.4.

Decenas de réplicas se han registrado diariamente. Según la Red Sísmica, desde el 28 de enero hasta hoy, jueves, han ocurrido 5,261 temblores.