Celebran Festival de Máscaras a pesar de advertencia de Salud
El evento se realizó cumpliendo con el requisito de que los participantes presentaran evidencia de vacunación y prueba negativa de coronavirus.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Hatillo. Cientos de personas acudieron a presenciar el vistoso Festival de Máscaras de Hatillo, a pesar de la advertencia del secretario de Salud, Carlos Mellado, quien ayer recomendó la posposición del concurrido evento por el alza en casos de COVID-19.
Sin embargo, los participantes de diversos grupos cumplieron con el requisito de vacunación contra el SARS-CoV-2 y el resultado de una prueba negativa de coronavirus con menos de 48 horas para poder correr el evento, organizado por el Centro Cultural José P.H. Hernández, que el pasado año no se realizó, precisamente, por la pandemia.
Para Leonardo Moya, líder de los “Manipuladores”, una carroza integrada por 11 residentes de varias comunidades de Hatillo, “este año, yo diría que, a pesar de esto del COVID, se ha corrido muy bien”.
“No hay tapón, casi todos con las mascarillas, la gente dispersa y entiendo que sí, que se ha logrado la expectativa. Todos tienen sus vacunas, se tuvo que hacer pruebas del COVID. Esto es alegría, es lo más esperado en todo el año en Hatillo”, acotó el hombre ataviado con indumentaria carnavalesca de colores azul, rojo, verde y amarillo.
Moya inició su participación en el evento cultural cuando tenía 19 años y, desde entonces, no se ha perdido ninguna edición.
“Este es mi año número 24 y este grupo como tal lleva ocho años. Empezamos desde muchachos por curiosidad; me dije: ‘Vamos a probar con las máscaras’, y desde ese día todos los años se corre. La vestimenta de este año era del año anterior, la compramos hecha, con sombreros, pero hace bastante calor”, confesó el también residente del barrio Capáez.
En su carroza estaba Elvis Alicea, que esta vez decidió llevarse a sus hijos de 12, 15 y 18, quienes le clamaban para que los dejara participar del tradicional festival que reúne a miles de personas.
Alicea aseguró que, a pesar del intenso movimiento que comienza bien temprano con la visita a las comunidades de Hatillo, no ha perdido de vista a sus retoños por la situación del COVID-19.
“Todos están participando conmigo. Ellos siempre han querido salir de máscaras y este es el primer año que han salido, así como tal y los complací. Ando con mi alcohol detrás de ellos, con las mascarillas encima, que se cuiden, ando velándolos acá”, acotó el vecino del barrio Naranjito.
Festival de Máscaras en Hatillo. @primerahora pic.twitter.com/dxFCXC2bDP
— Sandra Torres (@sandra2543) December 29, 2021
Mientras que el menor de sus hijos, Onix, de 12 años, aseguró que “estoy bien… dando vueltas. Se siente emoción. Sí, vuelvo el año que viene”.
El desfile salió de la carretera PR-130, intersección con la PR-2, a eso de las 2:35 de la tarde y fluyó con bastante normalidad.
Allí se pasearon múltiples carrozas con una amplia variedad de colores, y, la música que predominaba era la jíbara puertorriqueña hasta viajar al pentagrama actual con canciones de reguetón y trap. La gran mayoría apelaba a la puertorriqueñidad al pasearse frente al concurrido público enarbolando la monoestrellada.
El colombiano Rafael Contreras aprovechó para llevar a toda su familia que está de visita en Puerto Rico.
“He venido en fechas diferentes, pero toda mi familia, vinieron desde Colombia a verlo. Es una cosa para admirar, muy bonita la organización que tiene y todas las carrozas y el jolgorio que hacen aquí”, expuso.
Sobre las medidas de bioseguridad implementadas rigurosamente para atajar los contagios, destacó que “muy bien. Mire la seguridad que tenemos aquí, restringidos, pero hasta este momento todo bien”.
“La gente del Departamento de Salud pasaron horita chequeando que tengamos las máscaras, si estamos vacunados, nos ofrecieron vacunas también. De este festival me gustan los colores, el compartir de todas las personas, las carrozas, el disfrute en general”, acotó.
Por su parte, su prima, Andrea Montaña de 37 años, argumentó que “mi familia me ha contado que es una fiesta bien cultural, mucha alegría, color, emoción, nos ha gustado mucho. El tema de la comida, la gente, la organización. Llegamos a las 11:00 de la mañana y estamos esperando hasta que se acabe”.
De hecho, la familia de Contreras comparó el Festival de Máscaras de Hatillo con el Carnaval de Barranquilla en Colombia.
“Ese carnaval que están haciendo es un carnaval hermoso, lleno de emociones, de vida, de colores, de unión, de hermandad, donde nos reciben a todos como si fuésemos hermanos. Ha sido muy bonito, la gente es súper agradable. El Carnaval de Barranquilla que también es de carrozas de muchos colores, de muchos animales, de mucha vida, de mucha cultura, de la comida y todo lo que representa Colombia. Son muy parecidos”, afirmó.
A varios pies de distancia estaba Cynthia Velázquez de 26 años, que también llegó para apoyar a su esposo que corre en una de las carrozas.
“Siempre acudo, porque mi esposo corre. Esta es la tradición de siempre que cada barrio adorna sus carrozas y vienen. Con la mascarilla siempre todo el tiempo y tomando distancia de todas las personas”, resaltó Velázquez al mencionar que el recorrido culminaría en la plaza pública.
Para Yelitsi de Jesús, la organización del Festival de Máscaras fue clave para que el evento transcurriera sin mayores percances.
“Se siente mucho más seguro que en otros años, porque lo dijeron desde antes que tomaran las precauciones y todo eso. Yo, por mi parte, la estoy tomando en este evento por mis hijas. Tengo dos niñas, pero no las traigo porque en estos momentos no estamos para traer niños ni en otros tampoco. Para mí, esto es un evento que puede ser familiar, pero para traer niños pequeños, no”, esbozó.
“Vengo porque mi esposo corre, lleva varios años, corría con el grupo del barrio Islote donde vivimos. Vine por verlo a él. Gracias a Dios, no es de las personas que se bajan a echarle ‘barbasol’ a la gente. Corre con los desertores del barrio”, concluyó de Jesús quien es vecina del barrio Islote de Arecibo.