En el Día de la Recordación, la ciudad de Cayey celebra los logros de Carmen Contreras Bozak en el Cuerpo Auxiliar del Ejército de Mujeres, donde hizo grandes aportaciones.

Nacida el 31 de diciembre de 1919 y fallecida el 30 de enero de 2017, Contreras Bozak se unió al Cuerpo Auxiliar del Ejército de Mujeres (WAAC) en 1942, tras el ataque japonés a Pearl Harbor.

“En aquellos momentos, el Ejército necesitaba personal bilingüe para trabajar en los campos de trabajo de criptología, comunicaciones e interpretación. Debido a su origen puertorriqueño, Carmen se convirtió en la primera mujer hispana en unirse a la WAAC. Carmen fue ejemplar en la comunicación, hablaba cinco idiomas: español, inglés, portugués, italiano y francés. Así que se desempeñó como una importante intérprete”, señaló el alcalde Rolando Ortiz Velázquez.

El Día de la Recordación se celebra el último lunes del mes de mayo, donde se le rinde homenaje a hombres y mujeres que perdieron sus vidas laborando en el servicio militar. Dicha conmemoración se comenzó a realizar a partir del 1971.

“Cayey ha sido cuna de muchos militares que han sido ejemplo mundial, como Carmen, quien nació como Carmen Contreras Torres, la mayor de tres hermanos, nacida y criada en Cayey, donde recibió su educación primaria”, añadió el alcalde.

En una investigación realizada por la historiadora Aida Mendoza, se señala que con el divorcio de los padres de Carmen, su madre, doña Lila Baudilia Lugo Torres, trasladó a la familia a Nueva York, donde su hija asistió a la escuela secundaria Julia Richman y, después de graduarse, comenzó a trabajar para la Administración Nacional de la Juventud. Además, trabajó para el Departamento de Guerra en Washington, como oficial de nómina después de tomar y aprobar un examen de Servicio Civil.

Carmen llegó como voluntaria para formar parte de la 149.ª Compañía de la Sede de Correos de WAAC.

“Tenían 195 mujeres en la sección, y fueron el primer cuadro de mujeres en ir al extranjero en 1943. Allí fue ascendida al rango de Tech 4 (Sargento Técnico) que, en el Ejército actual, equivaldría al rango de Sargento (E-4). Sus responsabilidades incluían la transmisión de mensajes codificados entre el cuartel general de Eisenhower en Argel y el campo de batalla en Túnez. En el Cuartel General del Ejército de Argel, los ataques aéreos alemanes eran muy comunes. De hecho, Carmen declaró en una entrevista de 2002 que presenció cuatro ataques aéreos y el lanzamiento de una bomba cerca de una de las residencias del grupo. Servir en el extranjero era especialmente peligroso para los WAAC porque técnicamente eran “auxiliares” del Ejército, en lugar de ser designados como miembros. Por lo tanto, no tenían las mismas protecciones bajo la Convención de Ginebra que los hombres en el Ejército.

Después de regresar a casa luego de la guerra, Contreras ingresó al Hospital General de Valley Forge en julio de 1945 para recibir tratamiento de una infección ocular que había contraído en Argel.

Allí conoció a Theodore John Bozak, un paciente herido en combate en recuperación, quien se convertiría en su esposo.

Carmen Contreras-Bozak y su esposo tuvieron tres hijos: Brian, Robert y Carmen, relata Mendoza.

Contreras Bozak recibió la Medalla de la Campaña Europea-África-Oriente Medio, dos Estrellas de Batalla, una Medalla de la Victoria de la Segunda Guerra Mundial, una Medalla de la Campaña Estadounidense, una Medalla de Servicio WAAC y la Medalla de Buena Conducta. “Después de la guerra, Carmen laboró en varios trabajos civiles, pero continuó sirviendo en el ejército. Fue voluntaria para la Administración de Veteranos en Oakland Park durante décadas. En 1989, inició un capítulo de WAC Veterans en Fort Lauderdale, Florida, y se desempeñó como la primera presidenta. También fundó un capítulo de la Society of Military Widows en 1998. A Carmen Contreras le agradecemos por sus grandes ejecutorias, y en el Día de la Recordación, honremos a quienes se ofrecieron a los altos valores del servicio a los demás”, finalizó Ortiz Velázquez.