Castañer celebra primera fase hacia su independencia energética
La comunidad se unió para formar una cooperativa que responda a las faltas de energía eléctrica que sufrieron luego del huracán María.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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El poblado de Castañer celebró este viernes la inauguración de su primera microrred que aliviaría la crisis energética a través de la instalación de un sistema fotovoltaico con almacenamiento en cinco negocios y dos residencias, aledaños a la estación del Servicio Postal.
Esto, como parte del proyecto Reenfoco (Resiliencia Energética Fotovoltaica Comunitaria), de la Cooperativa Hidroeléctrica de la Montaña, integrada por un grupo de ciudadanos desde Utuado, cuyo objetivo es hacerles justicia a las comunidades de Adjuntas, Maricao, Jayuya y Utuado que sufrieron por la falta de electricidad luego del paso del huracán María.
El ente pretende rescatar la operación de las hidroeléctricas del lago Dos Bocas y Caonillas a fin de proveer energía limpia, fiable y bajo un modelo costo efectivo que garantice el servicio en medio de un desastre, principalmente a los sectores aislados que quedan entre varios municipios.
Por eso comenzaron en Castañer, un poblado anclado entre cuatro pueblos: Adjuntas, Lares, Yauco y Maricao, el cual quedó incomunicado durante tres semanas durante el desastre atmosférico debido a los deslizamientos.
Para la portavoz del movimiento cooperativista, Maribel Hernández, “hemos alcanzado una utopía”.
“Hoy, como dice Hostos, estamos disfrutando del fruto de tantos años de trabajo; de tener un concepto y poder materializarlo, eso es tremendo logro. Hoy marcamos el camino hacia la ruta de la democratización energética en la montaña”, afirmó la fémina de 66 años, quien es asistente de gerente de proyecto.
La primera etapa, según Hernández, consta de una panadería y cafetería, la estación del Servicio Postal, un salón de belleza, así como una barbería, la heladería y dos residencias.
Luego, continuarán en ese poblado para instalar dos microrredes adicionales, además del restaurante El Sartén de Fary a donde colocaron el primer sistema fotovoltaico individual para asegurar la continuidad del servicio a los residentes.
“Estamos buscando estos barrios que quedan en las fronteras de varios municipios, que por lo general quedan distantes y cuando ocurre cualquier situación es bien difícil que los ciudadanos, los residentes puedan moverse. Simplemente queremos que ellos tengan los servicios esenciales en lo que la comunidad se logra reponer después de un desastre o cualquier situación”, expuso.
De acuerdo con el ingeniero José Miranda, presidente de la empresa Borintek, encargada de la instalación de estas microrredes, explicó que el sistema inaugurado en Castañer consta de cuatro inversores que son los generadores principales y sus cuatro baterías.
“Tenemos las placas solares en los techos de la panadería y las dos residencias. Toda la energía que se genera en esos sitios llega eventualmente aquí y la distribuimos hacia las propiedades. Cualquier exceso de energía que se esté generando, lo exportamos hacia LUMA, eso lo que causa es que el costo de la energía baja un poquito. Así los socios de la cooperativa pagan menos por el servicio”, detalló el ingeniero jayuyano.
“Lo novedoso es que tenemos placas en distintos techos. Cuando uno hace un proyecto de placas para una residencia, es requisito que esas placas estén instaladas en el techo donde está el contador, en nuestro caso, tenemos el contador en este edificio, pero las placas están en las residencias aledañas y la panadería del frente”, agregó.
Resaltó que, con este proyecto, Castañer cuenta con dos estaciones de recarga para vehículos eléctricos, uno en el Sartén de Fary y otro frente a la heladería del pueblo.
Sonia Sánchez y su esposo Ángel Méndez, propietarios de Machete en Mano Ice Cream Rolls, confesaron que, al incluir a su negocio como parte de la primera microrred, no tendrán que preocuparse por las interrupciones en el servicio eléctrico, una situación que representaba la pérdida de dinero pues tenían que botar las frutas y leche que se dañaban.
“Cada vez que se va la energía por uno o dos días, tenemos que deshacernos de toda nuestra mercancía, que se convierte en un gasto de $700 y $800 dólares porque tenemos que desechar todo para que la calidad y la frescura del producto se mantenga siempre”, lamentó Méndez.
“Estoy muy contenta con esto que está sucediendo aquí en Castañer, ya que no tan solo nos beneficiamos nosotros como pequeña empresa porque beneficiamos a la comunidad también. Como se iba tanto la luz, perdíamos mucha mercancía porque nosotros trabajamos con frutas, con leche, y desde que estamos ahora con luz solar, natural, de verdad que nos ha venido de gran ayuda”, destacó la fémina.
Mientras que José Mariani, quien administra la estación del Servicio Postal en Castañer por los pasados 30 años, admitió que, “los huracanes hicieron mucho efecto en nosotros porque no tenemos planta eléctrica, se nos hizo bien difícil trabajar”.
“La red ha sido una bendición para todos, no se sienten ruidos, no hay humo, no hay que prender nada. Es lo que realmente necesitamos. El correo no nos paramos, siempre seguimos trabajando y dando lo mejor de nosotros. Ahora tenemos esta ayuda que es primordial”, dijo Mariani junto a su esposa Flor Ostolaza, que también labora en el lugar.
“Tener este sistema es una gran bendición y una seguridad para los que vivimos aquí y esperamos morir aquí. Ya nosotros anteriormente estuvimos meses sin servicio eléctrico, los que tenemos personas muy enfermas no las podíamos atender adecuadamente, porque no podíamos movernos para nada; quedamos incomunicados totalmente”, confesó Norma Medina, propietaria del edificio.
Por su parte, la líder comunitaria de Castañer, Elizabeth Cruz, recordó las dificultades que enfrentaron al quedarse sin electricidad durante un año.
“Yo fui parte de este proyecto también. Hoy vemos realizado ese gran sueño porque aquí en Castañer sufrimos un año sin luz, sin hielo, simplemente los que tenían las plantas eran los que nos ayudaban. Es un gran día para nosotros los ‘castañerenses’”, celebró Cruz de 70 años.
No obstante, denunció que, a casi cinco años del paso de María, todavía en la zona donde vive no cuentan con alumbrado en las calles.
“En la calle La Vega se cayeron los postes de la luz y desde entonces estamos reclamando porque necesitamos el alumbrado por ser un lugar apartado, al lado del rio. Hemos hecho muchas gestiones y se nos ha hecho caso omiso a esta situación que es bien necesaria en nuestra comunidad que es bien aislada y con noches totalmente oscuro. Queremos que se nos escuche porque somos ciudadanos de primera clase”, reclamó.
En tanto, el alcalde de Adjuntas, José Hiram Soto, alentó a las comunidades para que se organicen y establezcan alianzas “para poder resolver este y otros problemas más que sufrimos la gente de la montaña”.
“Esto realmente lo que trae son rayos de esperanza para las dificultades que pasamos aquí en la montaña. Necesitamos que el gobierno central apoye iniciativas como esta, y necesitamos que todas las comunidades creen alianzas con entidades como esta cooperativa”, concluyó.