Casa Pueblo llega con sus sistemas solares a la comunidad Alto de Cuba en Adjuntas
La convierten en una “comunidad urbana solar”.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Unas 30 residencias de la comunidad Alto de Cuba, en Adjuntas, así como el colmado de Sharon Cedeño fueron energizadas a través de sistemas solares, transformando la zona en una “comunidad urbana solar”, informó el director de Casa Pueblo, Arturo Massol Deyá.
La instalación de alumbrado solar en callejones y espacios comunes, la realización de un mural que resalta la historia de la comunidad y la reconstrucción total del hogar de Magda Báez, quien residía bajo un toldo azul desde el huracán María, se logró a través de la autogestión comunitaria.
Localizada en el centro del pueblo con una población de casi un centenar de habitantes -incluyendo 19 menores y 19 adultos mayores-, esta comunidad tiene una alta prevalencia de enfermedades como diabetes, asma, alta presión y padecimientos de las tiroides. De igual manera, estas familias viven mayormente en estructuras humildes, según se informó en comunicado de prensa.
Tras un proceso de diálogo entre representantes de la comunidad y líderes de Casa Pueblo, el 14 de febrero de 2023 comenzó el proceso de transformación con la instalación de 204 paneles solares que proveen una potencia solar combinada de 60 kilovatios con baterías. Los residentes trabajaron, a su vez, una estructura propia de organización social y acordaron autoimponerse una cuota mensual para crear un fondo colectivo de emergencia.
El colmado goza ahora de un sistema interconectado a la red con 24 módulos monocristalinos de 400 vatios, 12 baterías selladas de 250 amperes y un inversor de 15 kilovatios. La factura eléctrica se redujo de $400 a $5 mensual. Esta economía le permite contribuir una cantidad mayor al fondo de emergencia y amortiguar la inflación de precios para el beneficio de la comunidad.
Sharon Cedeño, su dueña, ya no piensa en cerrar su negocio. Por el contrario, diversificó su inventario con carnes y helado, productos que había dejado de ofrecer porque la inestabilidad energética provocaba que su inventario se perdiera con cierta regularidad.
Mientras, 30 casas-cucubanos fueron solarizadas con seis paneles fotovoltaicos, cuatro baterías que proveen una reserva de 12 kilos y un inversor de 5,000 vatios. Las familias están recibiendo reducciones en sus facturas de cerca de un 50%, que suponen economías para cada familia entre $20 y $40 mensuales. La empresa adjunteña Sol de la Montaña estuvo a cargo de la instalación y ofrecerá el mantenimiento de los sistemas fotovoltaicos.
Este proyecto colaborativo incluyó el apoyo directo de Let’s Share the Sun, con base en Nueva York, la donación de todos los paneles solares por Honnold Foundation, la organización ambiental Censat Agua Viva de Colombia y Hispanic Federation.
Este proyecto es parte de la insurrección energética que impulsa Casa Pueblo para construir independencia energética y adaptación climática, reconociendo la energía como un derecho humano para todos y todas, y no solo para aquellos que pueden pagar o financiar un sistema fotovoltaico.
Casa Pueblo, en concertación con múltiples organizaciones cívicas y filantrópicas, ha realizado más de 400 proyectos de energía solar en zonas urbanas y rurales de Adjuntas tras el huracán María: 140 casas en comunidades, seis colmados, tres ferreterías, dos restaurantes, una barbería, el hogar de envejecientes La Misericordia, la sede de los bomberos y emergencias médicas, entre muchos otros. Durante las próximas semanas también se concluirá la microrred de Adjuntas Pueblo Solar con la instalación de una batería de un megavatio de potencia.