La organización Casa Protegida Julia de Burgos reabrirá su segundo albergue para sobrevivientes de la violencia doméstica, en el área sur, luego de un cierre de ocho años debido a diversos recortes de fondos.

Este nuevo hogar se convirtió en una prioridad para responder a la situación que vive el país por el aumento de casos de violencia doméstica, que se agudizó en el contexto de la pandemia. También, cobra importancia ante el alza de feminicidios que llevó a la declaración de un estado de emergencia por violencia de género.

Tras dos años de planificación y mucho trabajo, Casa Protegida Julia de Burgos se encuentra en la fase de contratación de personas profesionales solidarias, empáticas y comprometidas con la erradicación de la violencia de género. Tan pronto se completen las plazas vacantes en trabajo social, psicología, enfermería, administración y facilitación, se recibirán a sobrevivientes y a sus hijas e hijos. El albergue contará con diez camas y tres cunas.

“Es una forma de reforzar nuestro compromiso con las personas sobrevivientes de violencia doméstica y sus hijas e hijos, y poder atender las necesidades actuales ante el aumento de casos de violencia de género en el país. Nos emociona abrir luego de ocho años de estar cerrado y de un proceso de grandes retos para lograr sostener los servicios esenciales que brinda la organización. No es un proceso fácil, pero sabemos lo que significan los servicios de albergue de emergencia, que hacen una diferencia entre la vida y la muerte de una sobreviviente. Por eso, asumimos el reto”, mencionó la directora ejecutiva de Casa Protegida Julia de Burgos, Coraly León Morales, sobre el albergue que contará con servicios de trabajo social, psicológicos, representación y orientación legal, acompañamiento, facilitación y enfermería.

León Morales explicó que, desde hace meses, personas voluntarias arreglaron y acondicionaron la estructura, además de que se recibieron donaciones de camas, muebles y equipos para cubrir las necesidades de las sobrevivientes y sus hijas e hijos. Solo faltaba la identificación de los fondos para cubrir gastos operacionales, que se lograron gracias a una propuesta dirigida al Programa de Soluciones de Emergencia (ESG), que aprobó la legislatura municipal de Ponce. Estos fondos permiten que se comiencen los servicios de albergue, y cubren gastos por un año.

“Me llena de regocijo que la Casa Protegida Julia de Burgos reabra sus puertas y que nuestra administración haya sido un ente facilitador para así lograrlo. Como alcalde, es mi anhelo que ninguna mujer sea maltratada, pero mientras seguimos educando para que eso no ocurra, damos gracias a albergues como este, que brindan a las mujeres y a sus hijos, las herramientas de ayuda necesarias para romper patrones de violencia. Casa Julia lleva más de 40 años salvando vidas y su legado es palpable en cada víctima rescatada”, expresó, por su parte, el alcalde de Ponce, Luis M. Irizarry Pabón.

“En un contexto de pandemia, de crisis nacional y de estado de emergencia ante el alza en el número de personas que enfrentan la violencia de género, la reapertura de nuestro segundo albergue es un paso histórico. Con la reapertura de este albergue, Puerto Rico cuenta con nueve albergues de emergencia para atender a sobrevivientes de violencia doméstica. Celebramos la reapertura y enfocamos nuestro trabajo para garantizar la continuidad de estos servicios. Apostamos a seguir fortaleciendo los servicios feministas y sensibles al trauma que desde Casa Julia ofrecemos a mujeres en toda su diversidad, que son sobrevivientes y a la niñez víctima de violencia doméstica. Como organización feminista, reconocemos el entramado de violencias y las intersecciones de opresiones que estas viven y seguimos trabajando para prevenir y atender a sobrevivientes, mientras exigimos cambios estructurales que erradiquen la violencia por razón de género”, añadió la presidenta de la Junta de Directoras de Casa Protegida Julia de Burgos, la licenciada Olga López Báez.

Este segundo albergue de Casa Protegida Julia de Burgos se convierte en el noveno de la Red de Albergues de Violencia Doméstica de Puerto Rico. El primer albergue de Casa Julia, en el área norte, abrió sus puertas en el 1979.

Como parte de la fase de contratación, se reclutarán a profesionales de enfermería, trabajo social, facilitación, administración y psicología. Personas interesadas, pueden enviar su resumé a admnistracion@casajulia.org. También, quienes quieran hacer trabajo voluntario pueden llamar al (787) 723-3500. Para darle continuidad al albergue, puedes hacer un donativo solidario mediante tres métodos: ATH Móvil: Donar/CasaJulia, PayPal: apoyoajulia@gmail.com y BPPR: 027-256995.

Casa Protegida Julia de Burgos tiene 42 años de acompañamiento y apoyo a sobrevivientes de violencia doméstica y sus hijas e hijos. Desde la organización, se ofrecen los siguientes programas: Programa de Mujeres Residentes (albergue), Programa de Rapid Re-Housing, Programa de Vivienda Permanente (VIA), Programa de la Niñez y Programas No Residenciales (Aguadilla y Ponce). También, tiene una línea de orientación legal (939-301-0525) de martes a jueves, de 4:00 p.m. a 7:00 p.m., gracias a la subvención de la Fundación Fondo de Acceso a la Justicia, Inc.

Para orientación sobre los servicios y programas, llame al (787) 723-3500 y (787) 548-5290.