Casa Julia: 40 años salvando vidas
La organización es una de las pilares en ofrecer protección y servicios a víctimas de violencia.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
PUBLICIDAD
“Para las Navidades de 1999, hace unos años, Casa Julia salvó mi vida. No solo la mía, sino la de mis hijas”.
Así resume Inés Marrero Ortiz la importancia de la Casa Protegida Julia de Burgos, el primer albergue para víctimas de violencia de género en Puerto Rico y que hoy celebra sus 40 años de fundación.
La sobreviviente de violencia doméstica, quien ahora labora con Casa Julia como facilitadora Materno Infantil, narró que en esa época su pareja la insultaba y amenazaba constantemente, pero no era fácil la decisión de abandonar la relación de siete años que mantenía.
“Mi madre me decía: ‘el matrimonio es para toda la vida’’’, recordó. Tomó la decisión de irse cuando su pareja la golpeó en presencia de una de sus tres hijas. “Comencé a pensar si esto era lo que yo quería para mis hijas”.
La mujer contactó a Casa Julia a través de otro albergue, y escapó de la relación abusiva con su pareja para no volver jamás. Marrero Ortiz sonríe al hablar de sus hijas, del nieto que ya tiene, y de los niños que puede ayudar en los programas de Casa Julia.
“Es emocionante, es un trabajo agotador, pero en el caso mío, que brego con niños con conductas aprendidas, que entienden que para llamar la atención de mamá hay que golpearlas (pues eso fue lo que vieron en sus casas), y que en tres meses le dicen a mamá: ‘te amo’ y le dan besos, eso es bien satisfactorio”.
Desde el 2005, en Casa Julia unas 782 mujeres y 927 menores víctimas sobrevivientes de violencia doméstica han sido albergados, protegidos de sus agresores en un lugar oculto ante “riesgo inminente a sus vidas”.
“Y no damos abasto. A veces estamos llenos”, contó, por su parte, la directora ejecutiva Coraly León Morales.
Además de ofrecer refugio, Casa Julia ofrece otros servicios, como orientación y consejería, dirigidos a que las participantes reconozcan su potencial para tomar control de sus vidas y vivir libre de violencia.
Creada en octubre de 1979, esta institución ha ayudado a “miles” de mujeres y menores a sobrevivir a la violencia doméstica, estimaron la presidenta de la Junta de Directoras de Casa Protegida Julia de Burgos, Olga López Báez, y López Morales.
La Casa Protegida Julia de Burgos es el primer albergue para mujeres víctimas sobrevivientes de víctimas de violencia doméstica en Puerto Rico y el Caribe, un proyecto que comenzó con el esfuerzo de diversas personas, como la primera directora de la entidad, Mary Anne Maldonado, y la generosidad del reverendo Gary Marshall, de la Iglesia Evangélica Luterana de Puerto Nuevo, contó López Báez.
“Él cedió la casa donde iba a vivir al lado de la iglesia. La combinación de la solidaridad de comunidades de fe progresistas, con la solidaridad de sectores sociales, y solidaridad de sectores feministas dieron paso a Casa Julia”, sostuvo López Báez.
La institución, cuyo nombre honra a una de las grandes literatas de la historia de Puerto Rico, Julia de Burgos, es lugar donde diversas personas quieren aportar, como la exdirectora de la Oficina de Administración de Tribunales, la jueza retirada Isabel Llompart.
Esta iniciativa, que por años sufre recortes en las ayudas del gobierno, el más fue de 42%, depende en gran medida de aportaciones privadas.
Por ello, realizan desde hoy hasta el domingo, el Bazar de Navidad Casa Julia, donde artículos en buenas condiciones se convierten en alternativas de regalos. Allí se vende ropa, libros, juguetes y películas. Además, se puede comprar comida y hoy habrá bohemia. La actividad es en el centro comunal de Summit Hills, en el 501 de la calle Olimpo, San Juan.
Para más información, puede llamar al 787-723-3500 y al 787-374-8348. Si no puede ir al bazar, pero quiere ayudar, puede buscarlos en ATH Móvil y hacer un donativo.