Las lluvias que cayeron tras el paso de la onda tropical y la detención de la extracción de agua como parte del plan de racionamiento de 48 horas provocaron que el embalse de Carraízo aumentara su nivel en las pasadas 24 horas en 40 centímetros. 

Este ingreso de escorrentías al área de la represa, en Trujillo Alto, provocada principalmente por la lluvia registrada en ríos de San Lorenzo, y las medidas tomadas para lidiar con la sequía severa que atraviesan los pueblos que conforman la cuenca del importante lago representan una recuperación de 12 días. Esto se debe a que el nivel alcanzado es similar al reportado el domingo, 21 de junio, cuando el embalse marcó 35.85 metros. 

Esta mañana, según el informe diario de niveles de los embalses de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Carraízo marcó 35.84 metros. 

Pese a este aumento, el embalse se mantiene en nivel de control. Tendría que superar los 36.5 metros para ascender a nivel de ajuste operacional. 

Los 160,000 clientes que se suplen del embalse de Carraízo, de Trujillo Alto, Carolina, así como sectores de San Juan, Canóvanas y Gurabo, están en un plan de racionamiento de dos días sin servicio y un día con servicio. Según había informado la portavoz de prensa de la AAA, Norma Muñoz, a las 12:00 p.m. de ayer, miércoles, se detuvo la extracción de agua de la planta de filtros Sergio Cuevas, como parte del proceso para extenderle la vida útil al embalse. Al mediodía de este jueves retornarán las operaciones.

Por otro lado, igual suerte no la tuvo el embalse de La Plata, cuyos críticos niveles disminuyeron en las pasadas 24 horas por siete centímetros. Esta disminución, sin embargo, fue menor que la reportado en los pasados días, cuando el patrón diario era de 12 centímetros. 

El informe diario de la AAA establece que el embalse se mantiene en ajuste operacional con 38.82 metros. 

Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, la onda dejó sobre la cuenca de La Plata hasta 1.44 pulgadas de lluvia.

Los clientes del embalse La Plata, de Bayamón, Toa Alta, Toa Baja, Cataño, Corozal, Naranjito y una urbanización de Dorado, están en un plan de racionamiento de 24 horas. 

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Zona A

Zona B

Entretanto, al igual que ayer, miércoles, los otros dos embalses con niveles críticos, Cidra y Patillas, también incrementaron su nivel gracias a la lluvia que cayó en la zona este tras el paso de la onda tropical durante la noche del martes y la madrugada de ayer, miércoles. 

El que más ingreso de agua tuvo fue Patillas, cuyo aumento fue de 16 centímetros. Se mantiene en ajuste operacional con 63.72 metros. 

Cidra, por su parte, aumentó tres centímetros. Está en nivel de ajuste operacional con 399.84 metros.

Se espera otra onda 

Aunque este jueves las condiciones del tiempo son dominadas por la bruma provocada por particulado del desierto del Sahara, para la noche de mañana, viernes y el sábado, se espera el paso de otra onda tropical que pudiera dejar más lluvia sobre la mitad este de la Isla. 

No obstante, el meteorólogo Carlos Anselmi, del SNM, destacó que el sistema es débil y que la concentración de lluvia más fuerte está al sur del sistema. 

“Los valores máximos de lluvia estarán pasando bastante al sur”, destacó. 

Para este jueves, el día será uno mayormente nublado. No obstante, esas nubes medias y altas, no son productoras de aguaceros, según indicó el meteorólogo.

Asimismo, explicó que la masa de aire del Sahara priva al ambiente del desarrollo de aguaceros. 

“En horas de la tarde no se descarta la formación de aguaceros en el interior y oeste”, destacó, al hablar sobre el típico patrón de lluvia en una zona que no está afectada por la sequía. 

El día también estará ventoso. Anselmi dijo que se esperan vientos de entre 10 a 20 millas por hora, con ráfagas más fuertes en ocasiones. 

Las condiciones marítimas, por otro lado, están peligrosas. Una advertencia para operadores de pequeñas embarcaciones se mantiene en efecto para el mar Caribe y el Canal de la Mona, por oleaje de hasta siete pies. Para el resto de las aguas hay comunicados de precaución, debido a olas de hasta seis pies y vientos de hasta 20 nudos. 

También se recomienda precaución a los bañistas, ya que la mayoría de las playas tienen riesgo moderado de corrientes submarinas, debido a olas rompientes de entre cuatro a cinco pies.