Residir en las inmediaciones de la Plaza del Mercado en Santurce se ha convertido en una verdadera pesadilla.

Los inquilinos lo describen de una forma dramática: es como residir todos los fines de semana en medio de las fiestas de la calle San Sebastián en el Viejo San Juan.

A eso hay que añadirle otro elemento: esta  zona está atrayendo en altas horas de la madrugada a individuos que llegan metidos en tragos; se forman peleas y ya varios residentes han sido amenazados de muerte, según se informó.

“Esto es una bomba de tiempo y la alcaldesa Carmen Yulín Cruz es la única que tiene poder para hacer algo”, dijo Laura Bibiloni, residente de calle Robles.

La alcaldesa  reaccionó  ayer señalando que  el Municipio conoce las quejas y ya hay planes para darle solución al problema.

Los residentes de las calles cercanas a “La Placita” denunciaron   que de miércoles a  domingo allí nadie puede dormir porque los negocios ponen música a todo volumen, compitiendo  unos   con  los otros en su irresponsabilidad.

Se perjudican particularmente  los residentes de la calle Canals, que es la arteria más  perjudicada por el pandemonium; también los de la Ro bles y la Latimer.

Residentes que hablaron con Primera Hora dijeron que una mezcla de karaoke, salsa, canciones de La Lupe y otros ritmos inundan sus hogares  hasta las 6:00 de la mañana y hay ancianos que  se  encierran en el baño con la ilusión de poder dormir. 

En la  Plaza del Mercado propiamente los comercios pueden permanecer abiertos hasta las 2:00 a.m. -antes de 2014 era sólo hasta las 11:00-, pero para los negocios de las calles aledañas no hay ninguna restricción de  cierre. 

Esta última zona es la que se  ha convertido en lugar predilecto de los que quieren seguir de juerga hasta el amanecer. 

Ese “jangueo after hours” provoca que el área se llene de gente incluso de otros pueblos que llegan   pasadas las 2:00 a.m., haciendo escándalo en calles y estacionamientos. Algunos  arriban inclusive     en motoras sin silenciador, que conducen por las aceras.

Los “valet parkings”, que han estado proliferando en el área ,  también contribuyen a que se ataponen las calles. 

“A partir de las 2:00 de la mañana no hay policías y a esta hora es que esto se pone sabroso”, dijo Rosa Pellerano, una  residente de  la Canals.

Pellerano  señaló haber visto en el  estacionamiento que queda al lado de su casa “a hombres arrastrando a mujeres por el pelo y a mujeres que se han agarrado a bofetadas”.

“Esto es una bomba de tiempo. Aquí se puede producir una  balacera”,  dijo  Paula Rubio, quien aseguró que la situación se ha empeorado en el último año.

El grupo de residentes que habló con este diario apuntó que en marzo le dieron una paliza a un turista en La  Placita y que  por el gentío  ni las ambulancias podían llegar al lugar.

Recientemente una residente  también tuvo  que llevar a su papá anciano al Hospital Pavía a pie, porque no consiguió tampoco  ambulancia.

Bibiloni relató que  su esposo intervino en una ocasión  con un sujeto que dejó el carro  en su estacionamiento privado y el individuo reaccionó colocándole un arma en la cabeza.

Su  hermana vio que estaban orinando en la entrada de su edificio; le pidió a los sujetos que no lo hicieran y la amenazaron con vaciarle un rifle.

En cuanto a la Policía, los residentes indicaron que a  veces responde a sus  querellas , pero casi siempre lo que les  dicen   es que no  tienen patrullas.

“Nosotros no queremos que cierren los negocios. Nos mudamos aquí porque  nos gusta la vida urbana; queremos pasarla chévere, pero tenemos que vivir en paz y en armonía... Esto se resuelve poniendo una hora de cierre”, acotó  Bibiloni.

La comunidad insiste en  reunirse personalmente con la Alcaldesa, a la que le escribieron una carta en  septiembre. Dijeron que  se han reunido con asesores y no  ha pasado nada. 

Promesas de Yulín

Cruz dijo ayer que aunque ella no se ha reunido con la comunidad, su asesor Ricardo Ramos sí ha conversado con los  residentes de esa zona; que se han celebrado un total de  nueve cónclaves  desde agosto de 2014.

“Estamos atendiendo la situación. Si no la   estuviéramos atendiendo, no hubiésemos expedido multas por ruido como lo hemos hecho (13 en 2015)”, dijo, para indicar que pautará un encuentro personal una vez termine esta semana el proceso de presupuesto de la Capital.

Cruz adelantó, sin embargo, varias  de las medidas que se estarán tomando en la zona:

La  primera es que  va a firmar una moratoria para que no se otorguen más permisos para el establecimiento de negocios en la calle Canals. 

También va a presentar una legislación  a los efectos de que las multas por ruido se eleven de $500 a $5,000, porque reconoce que las actuales no son disuasivas.

Anunció, además, su intención de que se coloquen aditamentos para medir  decibeles de ruido. En el caso de los comercios, indicó que de  buena fe estos deben ubicarlos en sus negocios, de modo que se evite la subjetividad. 

A partir de julio,  todos los viernes y sábados  se estará instaurando un servicio especial de la Policía Municipal para cerrar el acceso vehicular a la zona de la Plaza del Mercado si ya hay demasiada gente en el sitio. 

El Municipio también estará utilizando la explanada del antiguo Departamento de Salud, en la avenida Ponce de León, como estacionamiento. 

Eso debe ayudar a despejar el área de vehículos en busca de  aparcamiento.

Una noticia para todo San Juan: a partir del 1 de julio entrará en vigor un nuevo Código de Tránsito que atemperará (a la alza) las multas de ese municipio  con la del Estado. Si se coloca una goma en la acera, la multa será de $125; dos, $250; tres, $375 y  cuatro, $500. La Policía municipal también podrá remover autos sobre las aceras, entre otros.