Caballos pasaron semanas sin comer
Los caballos de carrera Yellow-thunder, Gossfiper, Michael Elier y una potranca que no tiene nombre, porque todavía no ha corrido, pasaron semanas sin ingerir alimento, al punto que rebajaron cerca de 300 libras.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
PUBLICIDAD
Los caballos estuvieron sometidos al maltrato durante dos meses.
Pasó un tiempo considerable antes de que alguien se percatara de que en un establo privado, Hermanos Figueroa, en el hipódromo Camarero, habían sido abandonados unos caballos a su suerte.
¿Los responsables? Su dueño, Carlos Figueroa, y su entrenador, no identificado. Trascendió que como el dueño, quien se encontraba fuera de Puerto Rico, dejó de enviarle su pago al entrenador, éste dejó de cuidarlos.
Los caballos de carrera Yellow-thunder, Gossfiper, Michael Elier y una potranca que no tiene nombre, porque todavía no ha corrido, pasaron semanas sin ingerir alimento, al punto que rebajaron cerca de 300 libras.
Los caballos eran puro costillar.
Sufrieron deshidratación y desarrollaron hongo en toda su piel. Apenas podían mantenerse en pie. A la yegua hubo que sacrificarla por el estado de deterioro en que se encontraba.
“Estaba sufriendo mucho y tuvimos que sacrificarla”, dijo Lucho Salas, un ex jinete y entrenador que tiene los caballos a su cargo en un establo de su propiedad.
“De los tres caballos que recogí, la que en mejor condiciones estaba era la potranca. Esa yegüita, yo espero que esté corriendo en tres meses”, dijo.
“Yellowthunder, ese caballito, estaba deshidratado, tenía hongo. Ya el hongo se lo curamos. Estaba demasiado de flaco. Al día de hoy ha respondido a las maravillas”, acotó.
Salas explicó que el peso promedio de estos caballos es de 900 a 1,000 libras.
“Ahora mismo está como en 700 o 750”, apuntó.
“Estos caballos, cuando los cogimos, los llevamos a la clínica veterinaria con el doctor García Blanco. Lo primero que hicimos fue darle purgante. Se les arregló la boca. En el argot hípico, tenían copa en las muelas”, explicó.
“Tuvimos que poner a dormir a la yegua Gossfiper, porque estaba en muy, muy mala condición. Estaba horrible. Tratamos de salvarla con el doctor García Blanco. Se le pusieron sueros con vitamina, pero la yegüita no aguantó. Estaba sufriendo mucho”, apuntó.
¿Cómo sabe que sufría mucho?
No tenía fuerzas. No tenía ánimo. Nada. No se podía parar.
El presidente de Camarero, Elvin Rodríguez, calificó como bandidos a los responsables del acto de crueldad.
“Son unos bandidos, unos irresponsables e insensibles. Se supone que los dueños de caballos amen a sus animales. Los llamo ‘bandidos’ para no utilizar otras palabras impublicables”, dijo.
Los dueños de los equinos, informó Rodríguez, fueron citados el 21 de febrero a la Fiscalía de Carolina. Se les radicarán cargos por maltrato de animales y trato cruel.
Luis Figueroa, vicepresidente a cargo de Seguridad Interna, relató a Primera Hora que se enteraron de la situación el martes 7 de febrero.
“Llegó información de que habían unos animales abandonados por sus dueños. Inmediatamente coordinamos el rescate de los caballos junto con la Policía estatal y el veterinario del hipódromo”, relató.
¿Esto había sucedido antes?
No, nunca. Ésta es la primera vez que ocurre una situación así. Tomaremos medidas y haremos inspecciones rigurosas en las jaulas junto con las agencias de gobierno.