Brindan esperanza energética en la montaña
La Cooperativa Hidroeléctrica de la Montaña aporta resiliencia a miles de personas para que no carezcan de servicios esenciales.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Con la intención de suplir las necesidades energéticas de miles de residentes en varios pueblos colindantes a la cordillera central, la Cooperativa Hidroeléctrica de la Montaña inició una gesta altruista en 2019, que pretende llevar esperanza en medio de la oscuridad.
El primer destino fue Castañer, un poblado enclavado entre los municipios de Adjuntas, Lares, Yauco y Maricao a donde colocaron dos microrredes y una instalación individual para proveer los servicios esenciales a unos 6,000 ciudadanos mediante la instalación de sistemas fotovoltaicos en varios comercios y residencias a través del programa ReEnFoCo (Resiliencia Energética de Puerto Rico).
Además de buscar rehabilitar las hidroeléctricas Dos Bocas y Caonillas en Utuado como fuente principal de generación, la meta a largo plazo es el establecimiento de, al menos, una treintena de equipos resilientes que alivien la crisis que enfrentan las personas que residen en comunidades de difícil acceso.
Igualmente, proveer empleo a su gente para que encuentren una razón de peso para quedarse viviendo en pueblos como Adjuntas, Utuado, Jayuya, Lares y Maricao.
De acuerdo con C.P. Smith Quiles, director ejecutivo del ente cooperativista, “hemos notado la relación de que, mientras estás más cerca del casco (urbano), tienes mayor probabilidad de tener tus servicios esenciales restablecidos, lo más pronto posible. Pero si es un poblado que colinda entre municipios, entonces, los retos se ponen más grandes en asegurar servicios esenciales”.
“Castañer es una de esas comunidades, por lo tanto, el concepto era hacer el proyecto en uno de los poblados más lejanos, más necesitados y más retantes porque sabíamos que, si podíamos solucionarlo en Castañer, podríamos proveer estos servicios esenciales en Puerto Rico”, esbozó el hombre de madre utuadeña, quien es parte de la diáspora.
Asimismo, destacó que “ya tenemos identificado otras comunidades que colindan entre estos municipios que también están muy necesitadas, que apoyan a miles de residentes en el área”.
“La hipótesis que pusimos a prueba es que, si podemos asegurar el apoyo de los servicios esenciales en esos poblados, en este caso colmados, supermercados, clínicas médicas, correo, laboratorios, farmacias y, podemos estabilizar esos pequeños comercios que, en sí, son la columna de apoyo de esas comunidades, podemos estabilizar el bienestar de miles de residentes que rodean y que se benefician de esos comercios”, explicó.
Resaltó que uno de los beneficios del modelo cooperativista es que, luego de la instalación de estos equipos, “la cooperativa está encargada de mantener esos sistemas en operación”.
Asimismo, reveló que, “ante la falta de una energía eléctrica estable, la red ha dañado componentes de nuestro sistema (en Castañer) pero parte del compromiso es proveer el servicio y restaurarlo lo más rápido posible”.
“En nuestros informes del equipo, se nota que pueden ocurrir varias averías. En un caso hubo ocho microaverías en menos de cinco minutos y casi ningún equipo está diseñado para aceptar ese mal estado de la red eléctrica. Por lo tanto, hemos logrado reemplazar varios componentes, un interruptor de transferencia automática, inversores y continuamos ahí”, sostuvo.
El ente fue seleccionado por el Departamento de Energía de los Estados Unidos para mejorar la comunicación de múltiples microrredes a través del programa Racer (Renewables Advancing Community Energy Resilience, en inglés).
“Hemos visualizado más de 100 microrredes y, si tenemos esa cantidad, debemos tener una forma de que se comuniquen entre ellos, porque eso tendría un gran impacto para la red en general, entre estas, estabilidad, control de frecuencia, voltaje y todo lo demás”, acotó Smith, quien brinda ayuda voluntaria a la isla desde 2017.
“Es otro ejemplo de que estamos haciendo ese proyecto de Racer en el poblado Castañer. Mirando cómo podemos, no solo lograr la comunicación entre las tres instalaciones que tenemos, pero también con la estación de bomberos y con el Hospital Castañer. Es parte de nuestro compromiso de no solo instalar el equipo, sino apoyarlo y, más allá, ser los primeros en desarrollar avances que son importantes”, manifestó.
Reveló que, para el próximo año, “esperamos ser seleccionados por el Departamento de Energía y el Departamento de Agricultura Federal, para programas multimillonarios donde nosotros podamos continuar instalando sistemas fotovoltaicos de techo con 20 megavatios/horas de almacenamiento, distribuidos a través de los cinco municipios con nuestro programa ReEnFoCo”.
“También esperamos ser seleccionados para el programa Fondo de Resiliencia Energética de Puerto Rico, auspiciado por el Departamento de Energía para también instalar miles de sistemas fotovoltaicos de techo con almacenamiento, encima de los techos de las familias que fueron los últimos en ser conectados después del paso de (huracán) María y que también son de bajos recursos”, auguró.
“El 2023 ha sido un año increíble para la Cooperativa en términos de su expansión y desarrollo de su equipo para poder posicionarnos para ese futuro. El hecho de que todas estas subvenciones salieron en 2023 y logramos, por lo menos someter nuestra propuesta marcando una visión donde podemos mejorar la resiliencia energética para la montaña, es un gran éxito”, concluyó.