Pese a la “horrible” experiencia que han enfrentado ante el paso del huracán Milton, líderes boricuas de Tampa y Orlando señalaron que la comunidad de puertorriqueña de la zona central de Florida no ha registrado mayores daños, más allá de árboles caídos, techos afectados o la pérdida de la energía eléctrica.

De inmediato, los entrevistados por Primera Hora prevén que la necesidad mayor que se registrará será por la falta de alimentos y la urgencia de conseguir comida caliente.

En general, los boricuas señalaron que están agradecidos de las oraciones enviadas desde la Isla, pues aseguran que fueron contestadas.

“Los reportes no son tan catastróficos como se había pronosticado. Estamos agradecidas de que los daños no fueron tan graves, tomando en cuenta lo feo que se sintieron los vientos”, sostuvo Zulma Medina Rodríguez, integrante de la organización Boricuas de Corazón, del área de Tampa.

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Reiteró su agradecimiento por el apoyo que han recibido desde la Isla, que a través de llamadas o mensajes de textos les animaron en su gesta de ayudar a los boricuas en esta emergencia y les comunicaban que estaban orando para que el impacto no fuera extremo. Según precisó, “todas esas oraciones hicieron efecto, funcionaron”.

Fotos y vídeos suministradas por Boricuas de Corazón muestran que, en general, se observan árboles caídos sobre viviendas o autos. También hay carreteras inundadas, pero pasado el mediodía ya se registra movimiento vehicular en las zonas más alejadas de la Bahía de Tampa, que fue la que recibió el impacto inicial del huracán.

Tanto de esta organización como de la Asociación de Puertorriqueños Viviendo en la Florida hicieron constar que en los grupos de mensajes que tienen no se han registrado incidentes mayores en los que se requiera una ayuda especial de manera inmediata.

Se estiman pérdidas millonarias.

Lo que sí destacó Medina Rodríguez es que, al igual de en Puerto Rico, los vecinos han salido para ayudarse unos a otros a limpiar sus patios, principalmente aquellos en los que se observan árboles caídos.

“Está todo el mundo afuera tratando de limpiar lo que pueda. Se cayeron tantos árboles directos a las casas, encima de carros”, comentó Linda Pérez, fundadora de Boricuas de Corazón.

Por su parte, el padre José Rodríguez, de la iglesia episcopal Christ the King en Orlando, comentó que las llamadas y comunicaciones que ha tenido con su comunidad de puertorriqueños le expresan que ya están “más aliviados”, porque el huracán pasó.

El mayor alivio es que todo el mundo se fue, se protegió y no hubo pérdida de vida”, destacó.

“El huracán, pues, yo creo que el trauma fue esperándolo, porque se movió lento. Sí, he oído en varias llamadas, es el alivio de que no fue la situación tan impactante. Fue seria, no quiero decir que no fue seria, porque afuera hay árboles caídos, pero no hubo muertes y el nivel de afectados como se esperaba”, añadió.

Dijo que ahora les queda la preocupación de que continúe lloviendo y que se registren inundaciones mayores a las que pudo ocasionar Milton.

Dejó ladrillos y otros escombros cerca de las oficinas del Tampa Bay Times.

El religioso también hizo constar que no ha recibido ninguna comunicación de que haya boricuas con necesidades urgentes, “excepto que la gente está en casa de familiares, en albergue” y estén preocupados por sus hogares.

Asimismo, Rodríguez dijo que, basado en su experiencia, la falta de energía ocasionará que en los próximos días crezca la necesidad de comida.

En su comunidad, en la que el 62% es latina y de este grupo la mayoría es boricua, dijo que hay un banco de alimentos que acepta donaciones a través de healinglocalhunger.com.

Por su parte, Héctor Rodríguez, presidente de la Asociación de Puertorriqueños Viviendo en la Florida y que reside en la zona de Sanford, explicó que la diferencia de huracanes que vivió en la Isla a este registrado en el estado fue que tuvieron buena comunicación con la ciudad y que hubo mucha información correcta en todo momento. Comentó que estos factores los hicieron sentirse “bien y seguros”.

Explicó que en las comunicaciones que se han registrado entre boricuas lo que se reitera es la falta de electricidad, ya que la comunicación telefónica y el internet se recuperaron rápidamente. De manera inmediata, no se habla de daños extremos en algún hogar que requiera alguna ayuda especial.

El boricua también comentó que en su ciudad los residentes han salido a la calle, lo que pudiera dar la impresión de un día normal. De hecho, comentó que salió de su refugio y se dirigió a su hogar para ver cómo se encontraban. Dijo que no presentó ningún daño, ya que en su zona el huracán había perdido fuerza y estaba en categoría 1.

Si algún puertorriqueño interesa contactar a un familiar tras el paso del huracán o brinda ayuda para la zona de Tampa, puede llamar a los teléfonos 813-502-5021 y 954-496-1463 a la organización Boricuas de Corazón. Mientras, el ATH Móvil para recaudar fondos para cumplir con la misión de llevar alimentos a los damnificados es el 347-942-3698, bajo el nombre de Zulma Medina Rodríguez. También puede depositar fondos directamente en Vega Coop, a la cuenta 102164700.