Boricuas cruzan las carreteras a lo loco
Los adultos mayores de 55 años son quienes más fallecen en accidentes con peatones.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
PUBLICIDAD
Ya sea por achaques, vagancia o pereza, los adultos mayores de 55 años se exponen a tal grado de peligro cuando caminan por las carreteras del país que se han convertido en el grupo que registra más muerte de peatones, principalmente en horario de 6:00 p.m. a 5:00 a.m.
El director de la Comisión para la Seguridad en el Tránsito (CST), Luis Rodríguez Díaz, detalló a Primera Hora que “cuando se han investigado por la Policía estas fatalidades relacionadas a peatones durante ese horario, es porque en la mayoría, no necesariamente todos, los peatones no han utilizado los cruces peatonales”.
“En muchas ocasiones, el peatón decide pasar la carretera de un lado al otro, incluso al lado de un puente peatonal, porque no quiere subir la escalera para poderlo utilizar. Pero, siempre nuestras recomendaciones, nuestro llamado a esos peatones es que utilizan esos mecanismos, porque es la manera en cómo se puede utilizar la vía pública segura y no se exponen a que un conductor lo arrolle en medio de la vía pública. Todos sabemos que hay tramos de carretera, sobre todo, en esas horas de la noche entre 6:00 p.m. hasta las 5:00 a.m., que no hay mucha iluminación. Es importante que no se exponga a que un conductor, que tal vez viene a las millas (máximas) permitidas en ley en una vía pública, pues, lo arrolle”, añadió.
Relacionadas
Primera Hora acudió a varios puentes peatonales y cruces a censar qué ocurría en las carreteras del país y se pudo percibir que prevaleció un grado de exceso de confianza de los peatones que los lleva a arriesgarse a cruzar vías públicas fuera de las zonas permitidas.
“Casi nadie” lo usa
Por una hora, se estuvo observando qué ocurría en la carretera PR-188, en Canóvanas, donde recientemente el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) rehabilitó el puente peatonal en la comunidad de San Isidro. Allí, cinco personas utilizaron la vía pública para cruzar de un lado al otro, sin pensar en el puente, mientras un hombre de 88 años fue el único que lo utilizó.
Entre los que tomaron la decisión más arriesgada había cuatro adultos mayores, que incluyó una mujer, así como un empleado del DTOP que se encontraba en la zona terminando unas labores relacionadas a las mejoras al puente peatonal.
El quinto peatón fue el más joven de los observados. Este fue el único que decidió cruzar justo debajo del puente sin utilizarlo, pues el resto ni siquiera caminó hasta la zona del semáforo, en donde se encuentra el puente peatonal, para cruzar la vía que va desde Loíza a Canóvanas.
“Eso no lo usa casi nadie”, soltó el hombre, que no quiso identificarse, cuando se le cuestionó la razón por la que no usó la vía correcta para cruzar.
Luis Lanzó fue uno de los adultos mayores que cruzó la carretera. De hecho, estacionó su vehículo en un terreno baldío para cruzar a un negocio y luego para regresar a su auto. Estaba alejado de la zona donde se encontraba el semáforo.
Se le observó estar pendiente a que ocurriera el cambio de luz a roja, pero aun así se topó con varios vehículos a su paso. Tuvo que maniobrar y detenerse en varias instancias hasta que llegó a su auto.
“Ha sido reparado (el puente peatonal). Estoy convencido de eso. Pero, entiendo que no me agrada la altura. Es muy alta, no me agrada. Pero, yo sé que es la seguridad, es la manera más segura para nosotros cruzar de un lado a otro. Pero, lamentablemente, no”, sentenció Lanzó, cuando se le detuvo para que explicase por qué determinó no utilizar el puente peatonal.
Se le cuestionó si no le daba miedo protagonizar un accidente. Dijo que sí.
“No todos los conductores tienen la amabilidad de ceder el paso y uno tiene que saber cuándo cruzar”, explicó.
Teófilo De Jesús Cabrera, quien se autodenominó el “alcalde de San Isidro”, fue el único que cruzó el puente durante el periodo en que Primera Hora estuvo allí. Sin embargo, aceptó que cuando va apurado se aventura a pasar por entremedio de los carros.
“Yo lo uso (el puente peatonal) cuando es necesario. Pero, si voy de emergencia, le doy orden (a los conductores) a que se paren, y paso”, manifestó, al alegar que como “alcalde” de la zona tiene autoridad para detener el tránsito.
El envejeciente aceptó, de paso, que la mayoría de la comunidad no utiliza el puente peatonal.
“Así no debería de ser, porque un carro lo puede atropellar y después no hay derecho al reclamo”, contó.
Varios ciudadanos que esperaban en la parada de guaguas y que no quisieron ser entrevistados de manera formal aludieron a achaques en las piernas o que el sol les daba más directo como razón para no cruzar el puente.
De hecho, uno de los entrevistados, David Trujillo, puso como excusa que había que mejorar las condiciones del puente peatonal, pese a que está recién inaugurado.
“Yo espero la luz y cruzo. Yo tengo buenas piernas”, soltó el hombre.
Urge puente peatonal frente a hospital
Primera Hora también se detuvo para observar la dinámica en la carretera PR-3, justo frente a los restaurantes de comida rápida y el hospital Federico Trilla, de la Universidad de Puerto Rico, en Carolina. Allí, el DTOP analiza construir un puente peatonal, que ha sido solicitado por el alcalde José Aponte Dalmau.
En esta zona hay que cruzar alrededor de 11 carriles, que consta de ocho carriles para el tránsito vehicular, un “solo” para doblar, una marginal frente al hospital y un paseo de emergencia.
Según se observó, de ambos lados, del hospital o de los restaurantes de comida rápida, hay paradas de guaguas. Pero, los semáforos tienen los dispositivos para establecer cuándo un peatón puede cruzar.
Según reportes de la Policía, en esta zona dos ciudadanos murieron arrollados en marzo y noviembre del 2022. En los informes policiacos se alega que, de noche, la zona está carente de iluminación.
El problema de la zona es que la mayoría de los que salen del hospital por la escalera principal no caminan hasta el semáforo y cruzan sobre unas vallas movibles que se colocaron para disuadir a los peatones.
Uno de los que cruzó por la zona de las vallas fue Jesús Ángel Mojica, residente de Loíza. El hombre estacionó en el área de los restaurantes de comida rápida y cruzó hacia el hospital, donde le cortaron unos puntos, según mencionó. Luego, corrió entre los carriles, brincó la valla y regresó hacia donde estaba su auto. Allí, fue interceptado por Primera Hora, donde se le preguntó por qué no caminó hasta el área designada como cruce de peatones.
“Aquí camina la gente todo el tiempo. Por las tardes, esto aquí es terrible”, comentó, sin dar mayores explicaciones.
También alegó que, si construyen un puente peatonal en la zona, lo utilizaría.
“Es mejor un puente, es mejor. Es que hay que esperar que no vengan los carros y dan duros los carros. No es cáscara de coco”, manifestó el hombre.
Otro de los que cruzó la vía, pero por el cruce de peatones, fue Rafael Marty, de 68 años. No le quedaba remedio. Estaba en una cita en el hospital y se movilizaba en guagua de la Autoridad Metropolitana de Autobuses. Su parada quedaba al lado contrario del hospital.
Marty, quien tiene citas regulares en el centro universitario, dijo que es muy cuidadoso al cruzar la extensa y transitada avenida.
“Tengo que estar pendiente, porque cambia bien rápido la luz. Me ha cambiado (la luz) hasta en el mismo medio. ‘¡Ea, rayo, ¿pero qué es esto?!’”, sostuvo.
De paso, habló de la importancia de que un puente peatonal sea desarrollado en el área.
“Aquí se usaría, porque está el hospital, entiendes. Es una prioridad”, manifestó.
“Un peligro” cruzar la Baldorioty
Otra de las zonas visitada fue el puente peatonal sobre el expreso Román Baldorioty de Castro, que da hacia la comunidad Machuchal y permite el acceso a las personas entre calle Pomarrosa hacia la calle Loíza, en Santurce.
No se vio a nadie cruzar el transitado expreso. Sin embargo, la Policía ha reportado muerte de peatones allí. El último de los accidentes registrados ocurrió en la noche del viernes, 26 de mayo.
La víctima fue un peatón que caminaba entre dos carriles con ropa oscura a eso de las 8:27 p.m. Fue arrollado por el conductor de una guagua Toyota Sequoia.
Mientras, el pasado 23 de marzo una mujer entre 25 a 30 años caminaba por la vía y fue atropellada por dos vehículos a eso de las 9:00 p.m. Murió en el acto.
En el tiempo que este diario estuvo en el puente peatonal de la comunidad Machuchal se vio bien transitado, sobre todo por mujeres. La mayoría iba de camino a la calle Loíza, según contaron.
Este puente peatonal cerró el 12 de enero pasado, cuando un conductor chocó contra una de sus columnas y murió. El accidente provocó un daño estructural.
Fue a mediados de mayo que el puente reabrió. Durante este periodo, los peatones tenían que caminar hacia debajo de uno de los elevados del expreso, por la calle Tapia, para poder cruzar por la zona peatonal, relató Bélgica Inoa tras cruzar el puente.
¿Se atreve a cruzar la Baldorioty?, se le preguntó.
“No, no, no. Es un peligro cruzar por el expreso”, soltó la mujer.
De inmediato, afirmó que “este puente hacía falta, pero ya gracias a Dios, mire, es un quita’o. Voy para la Panamericana a buscar mi medicamento y ya estoy en camino”.
En el expreso Baldorioty de Castro se comenzó la construcción de un nuevo puente peatonal. El mismo conectará a las comunidades del residencial Luis Llorens Torres con Villa Palmeras.