El gobierno boliviano evalúa reclamar a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), adscrita a la ONU, por el informe anual en que una vez más recordó que las normas internacionales prohiben masticar hoja de coca, una tradición ancestral profundamente arraigada en la cultura de este país andino.

El canciller David Choquehuanca expresó su molestia por el documento difundido esta semana por la Junta a la cual el gobierno boliviano le ha manifestado que "las normas deben ser reflejo de la realidad, no pueden ir en contra de la realidad. Es la JIFE la que tiene que cambiar" su enfoque y no los pueblos andinos sus costumbres.

El órgano de la ONU encargado de velar por el cumplimiento de los tratados internacionales sobre drogas le recordó a Bolivia que se encontraría "infringiendo" los convenios al permitir el tradicional masticado de la hoja de coca o acullicu, como llaman en idioma aymara a esa acción los indígenas del altiplano boliviano.

Choquehuanca consideró "injusta" la posición de la JIFE, a cuyos directivos exhortó a visitar Bolivia para que abran "los ojos a nuestra realidad".

En Bolivia, la hoja de la coca es usada cotidianamente como tradición, pues la coca es una planta considerada "sagrada y milenaria", a la que le atribuyen efectos medicinales y también rituales. El mismo presidente Evo Morales es el máximo líder del sindicato de cocaleros del país que por años ha defendido los cultivos de ese arbusto.

Con motivo del informe del año pasado de la JIFE, en que también le señaló a Bolivia que comete una ilegalidad al permitir el masticado de la hoja, Morales calificó el documento como un atentado contra las tradiciones indígenas.

El gobierno de Bolivia calcula que mensualmente se consumen casi 1,2 millones de kilos de hoja de coca en el país, aunque no se preciso el número de personas que acullican.

El informe del organismo internacional, que recopila informes del 2006-2007, señaló que los cultivos de coca, materia prima para la fabricación de cocaína, aumentaron un 16% en Bolivia con respecto al periodo anual anterior.

El coordinador del programa de Apoyo al Control Social de la Producción de Hoja de Coca, Marcelo Terrazas, reconoció que en un estudio auspiciado por la ONU se detectó que hay 16.900 hectáreas más de las permitidas por la ley, reportó el sábado el diario Los Tiempos.

"Estamos encarando una nueva redistribución de la coca porque el estudio de la producción, nos va a permitir establecer cuánto de coca se requiere en Bolivia", señaló Terrazas.