Si usted -como yo- es de los que piensan en un pez león y se le eriza el cuerpo de miedo, pues sepa que quizá ya lo hemos saboreado en la mesa sin saberlo.

Al menos, ya hay un restaurante en Añasco que tiene al depredador marino entre sus platos atractivos y, a precio módico: $10.00. Lo venden frito, en sopa y hasta en sushi.

Ayer un biológo marino le recomendó a la Comisión de Recursos Naturales y Ambientales del Senado la pesca y el consumo del animal vertebrado que ha invadido nuestras costas como alternativa para atajar su rápida reproducción.

“Los pescadores del área oeste le han vendido a la gente el pez león, bien sea en los caldos o en las bolitas de pescado. Lo que pasa es que no se dice”, dijo Joel Meléndez Díaz, del grupo Ecotono, Inc.

“Es exquisito, la carne blanca tan buena como un chillo, mero o capitán. Es un pez delicioso que puede aprovecharse. No es algo para asustarse”, describió Meléndez, quien dijo que en el área oeste se paga entre $1.00 y $1.50 la libra y que no ofrece ningún peligro una vez se le corten las espinas. “La toxina -que no es mortal- está en las espinas dorsales, anales y ventrales (aletas) y después de cortárselas queda un pez como cualquier otro”, explicó el instructor de buceo al agregar que se pesca con harpón, fisgoneándolo.

Indicó que el mayor impacto del pez león no es a la salud sino al ambiente porque afecta la industria pesquera juvenil. En nuestras aguas se alimenta de chillo, mero, pulpos, camarones, langostas pequeñas y de cualquier pez juvenil. “En 30 minutos se puede comer 22 peces”, dijo. El estudioso añadió que estos organismos se reproducen todo el año y, en la etapa de fecundación, la hembra pone de 20 mil a 30 mil huevos cada cuatro días.

La presidenta de la Comisión legislativa dijo que el senador popular Antonio Fas Alzamora sugirió que se incentive a los pescadores con $3.00 por la captura del pez león, lo que fue acogido por el Departamento de Recursos Naturales.

Meléndez sugirió que se incentive la pesca y también se oriente a los pescadores sobre el manejo de la especie.

“Los pescadores no lo han descubierto. Hay que controlar la población y el efecto que pueda tener en las colonias de peces”, sostuvo. Dijo que en estos momentos las áreas más afectadas son los islotes de Mona y Desecheo, donde advirtió que si no se hace nada este año, “lamentablemente van a ser zonas de asentamiento”.

El biólogo sostuvo que en el control y manejo de la especie se deben involucrar el Departamento de Agricultura y la Compañía de Turismo.

“El público puede estar tranquilo porque en las áreas de playa de arena el pez león no va a estar”, agregó Meléndez.