“La fuerza trabajadora prefiere emprender”.

Con estas palabras, el presidente del Banco de Desarrollo Económico de Puerto Rico (BDE), Luis Alemañy González, reveló hoy en conferencia de prensa que la clave para volver a activar la empleomanía en Puerto Rico es incentivando al empresario.

Alemañy González afirmó que la crisis del COVID-19 provocó que naciera en el obrero boricua el deseo de emprender su propio negocio. Esto se reflejó en el aumento de cuentapropistas registrados luego de la pandemia que prestan servicios de mantenimiento de patios, servicios de salón de belleza, entre otros, que se pueden realizar desde la casa. La subida fue de un 15 por ciento a un 18 por ciento.

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“Hay un interés genuino de parte de toda esta población que quizás estaba trabajando para un patrono y que estuvo en su casa trabajando al tiempo de la pandemia y se dieron cuenta que, desde sus casas, podían estar con su niño haciendo ‘homeschooling’, se ahorran gasolina, se ahorran la comida afuera, y pueden montar un negocio. Ahí es que el banco se inserta para apoyar a este tipo de emprendedor que quiere insertarse en la economía, no necesariamente de un empleo asalariado bajo un patrono, sino en calidad de empresario”, explicó Alemañy González a Primera Hora al asegurar que esto ha provocado la necesidad de “repensar el sector laboral”.

Para motivarlos, el BDE y el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH) firmaron un acuerdo que le proveerá financiamiento, tanto a cuentapropistas emergentes como a aquellos que recibieron beneficios del Programa de Desempleo Pandémico (PUA, por sus siglas en inglés).

El acuerdo se nutre de $120 millones de una asignación del Tesoro Federal. Además, las subvenciones devengarán del programa para el financiamiento de pequeñas empresas (SBF, por sus siglas en inglés) del programa de subvención en bloque para el desarrollo comunitario para la recuperación ante desastres de Puerto Rico (CDBG-DR, por sus siglas en inglés).

A partir de septiembre, 63,000 beneficiarios del PUA dejaron de recibir sus $300 semanales, y los cheques de 57,000 desempleados flaquearon, acertó el DTRH. Por otro lado, un informe del DTRH, apuntó que –hasta finales de agosto– menos de la mitad de la población puertorriqueña participaba activamente en algún sector laboral. El reporte resalta que el 57.7 por ciento de la población apta para laborar no lo hace. Por ende, la tasa de participación es de 42.3 por ciento.

“Sabemos que muchas personas que recibieron beneficios de desempleo y el PUA necesitan de una ayuda adicional para poder emprender su negocio. Este acuerdo facilita esa asistencia que requieren los ciudadanos para dar el próximo paso en su carrera empresarial”, dijo el secretario del DTRH, Carlos Rivera Santiago.

Alemañy González detalló que el porcentaje de empleomanía más bajo en 30 años que vio la isla fue en abril del 2020. Aunque se han recuperado casi 90,000 empleos hasta la fecha, “no ha habido una recuperación igual o mejor que los tiempos pre-pandémicos”.

“No se ha recuperado es nivel de empleo al día de hoy, (pero) hay una mejora en términos de establecimientos comerciales que se han estado registrando”, aseguró.

“La situacion de la pandemia cambió la forma de hacer negocio en Puerto Rico. Nadie hubiera pensado que iba a haber personas trabjando desde una computadora fuera de Puerto Rico”, comentó Rivera Santiago.

Se estableció que el programa de ayudas varía, dependiendo en la necesidad del comerciante.

Aquellos que cualifiquen al producto de financiamiento Microempresario podrán recibir hasta un máximo de $25,000 por un término de cinco años con una tasa de interés anual que podría fluctuar entre 4 por ciento y 8 por ciento.

El acuerdo también facilita la participación de los oficiales del BDE en ferias de empleo del DTRH o cualquier otra actividad en la que se oriente a los ciudadanos interesados en el financiamiento.

Por otra parte, los participantes del programa estarán exentos de pagar cargos por compromiso y manejo, aunque sí se cobrará $100 a las entidades jurídicas por el procesamiento del préstamo. Además, los jóvenes entre 21 a 29 años pueden solicitar hasta $10,000 para establecer un negocio bajo el préstamo del Programa de Juvempresas con una tasa de interés anual fija de 3 por ciento.

“Hay personas o empleados que, durante la pandemia, se han reinventado y han incursionado en el área empresaria. Creo que es un momento vital donde el empresario trae también empelados y en ese sentido, de parte del Departamento, vamos a estar haciendo el acuerdo colaborativo”, manifestó Rivera Santiago.

Los requisitos incluirán tener un plan de negocios, una proyección anual de ingresos y gastos, estados financieros, certificado de incorporación (en caso de ser una entidad jurídica) contrato de arrendamiento de un local o carta de intención y una verificación de crédito.

Por su parte, el BDE preparará un folleto electrónico con los términos del financiamiento y ofrecerá un taller virtual que se anunciará a personas en listados del DTRH, por lo que estas recibirán una notificación vía correo electrónico de parte del Departamento. Posteriormente, los ciudadanos podrán enviar sus solicitudes electrónicamente o podrán comunicarse con el BDE para obtener más información.

El acuerdo colaborativo se concretó a la fecha de expiración de los beneficios de desempleo para miles de ciudadanos que se vieron desplazados por la pandemia.