Banco Popular, entidad financiera que se encuentra en medio de un amargo pleito legal con el excampeón mundial de boxeo Félix “Tito” Trinidad, afirmó que ha estado buscando un acuerdo con el idolatrado expúgil y le ha hecho varias ofertas para alcanzar un acuerdo.

Mientras tanto, en las cortes corren, por un lado una demanda de Trinidad contra el banco en la que le reclama por presuntamente haberle mal asesorado en sus inversiones, y por otro una demanda de Popular contra Trinidad en la que reclama que se le pague por un préstamo de $22 millones que le hizo al exboxeador para 2010, y del que restan aún por pagar unos $14 millones.

El banco, sin embargo, defendió su posición y aseguró que el grupo que trabaja con Trinidad ha sido deshonesto al decir que fueron engañados y que se actuó de mala fe contra él.

“Yo sé que no es fácil hablar sobre Tito Trinidad, la leyenda, la tremenda persona y que hizo tanto por Puerto Rico, y Popular, que es el banco más grande y que gana mucho dinero, y que haya simpatía. Yo no estoy pidiendo simpatía. Yo lo que quiero es que haya los dos lados de la moneda, que se escuchen las dos versiones. Porque se han dicho muchas mentiras”, sostuvo Juan Guerrero Preston, vicepresidente ejecutivo y gerente del grupo de servicios financieros y de seguros de Popular.

Según explicó, Trinidad y su padre se acercaron al Banco Popular en el 2010, para pedir un préstamo de $22 millones.

“Después nos enteramos que es que tenía problemas donde él estaba. Él venía de Wells Fargo. Y antes de Wells Fargo, había estado con UBS”, contó, agregando que se hizo un análisis de su crédito y se encontró que tenía $40 millones en activos y $22 millones en deuda, y eventualmente le aprobaron el préstamo.

Sin embargo, la mayor parte de esos $40 millones de activos estaban en un mecanismo de inversión conocido como fondos cerrados que si bien se consideraron muy atractivos en algún momento por su buen rendimiento, ya que incluía los atractivos bonos de Puerto Rico (que eran exentos de varios impuestos) y otros productos no menos llamativos, también que incluían un gran riesgo de que se registrara un pérdida sustancial de valor en poco tiempo sin que se pudiera mitigar esa pérdida.

De hecho, explicó Guerrero, Popular dejó de ofrecer ese producto para 1999 y se movió a fondos abiertos, precisamente para evitar el enorme riesgo de pérdidas que suponían los fondos cerrados, como eventualmente sucedió años después cuando en 2013 se desplomó el valor de los bonos de Puerto Rico.

“Él llegó aquí con un portafolio que yo jamás le haría a un cliente de Popular, jamás”, insistió el ejecutivo.

Antes de llegar a Popular, mientras Trinidad tenía su portafolio con UBS, el Servicio de Rentas Internas federal (IRS, en inglés) le exigió el pago de una multa de $15 millones. Para pagar esa multa, solicitó un préstamo de $15 millones.

Posteriormente, Trinidad movió su portafolio a Wells Fargo, que le prestó dinero para saldar la línea de préstamo en UBS, y este último transfirió los valores. En en algún momento, la deuda que tenía aumentó a $22 millones. Fue entonces que llegó a Popular.

“Y es lo que pasó aquí. Yo le presté dinero para saldar la línea en Wells Fargo, y entonces me dio el colateral, me pasó los activos. Pero esos activos que llegaron aquí, yo no los estructuré”, abundo Guerrero.

“Y quiero decir eso, porque una de las mentiras que ha estado diciendo el equipo de Trinidad es que él llegó aquí con $40 millones y que nosotros se lo invertimos mal. Él no llegó con $40 millones, él llegó con $18 millones, porque el llegó con $40 millones en inversiones hechas allá (en UBS) en la forma que lo hacían allá, pero debía $22 millones. O sea que en realidad él lo que tenía eran $18 millones de capital y un portafolio bien mal estructurado”, insistió el ejecutivo.

Con el colapso del 2013, el valor del portafolio fue cayendo dramáticamente y perdió su capacidad de servir como colateral para el pago de su deuda al caer en deficiencia. Según indicó Donna Maldonado, vicepresidenta y consejera legal corporativa, a Trinidad se le orientó entonces de la forma más adecuada posible para que tomara los pasos necesarios para evitar una caer en una situación más delicada.

Entonces hubo un pago de $5 millones al principal, y el equipo de Trinidad pidió “tiempo para organizarse”, y entonces pusieron la demanda legal, que impuso un freno a cualquier acción de venta.

“Si hubo una decisión mala que he hecho, fue no vender los valores en ese momento (en el colapso del 2013), porque era Tito Trinidad, por la misma razón que lo aceptamos en el 2010 para traerlo, porque era Tito Trinidad, porque era una figura importante en Puerto Rico. Ahí nos pidió ‘break’, pues le dimos el ‘break’ a Tito Trinidad, porque nos decía que iba a traer el dinero de algún lado. Y el punto era que estaba organizando su grupo legal para ponerle un ‘stop’ a todo esto. Y de ahí para abajo todo ha sido entre ella (Maldonado) y sus colegas (del grupo legal)”, añadió Guerrero.

Con las ganancias de dividendos e intereses que salían del portafolio que pasó a Popular Securities, se pagaba el préstamo, “muchísimas hipotecas que tenía, y sobraba un montón de dinero que mensualmente Popular se lo distribuía y se lo enviaba a él”. Pero al caer el mercado, todo eso se desplomó, y dejó de tener suficiente colateral para cubrir el préstamo, llevando al enfrentamiento que está ocurriendo actualmente.

En el 2014 en el tribunal se llegó un acuerdo provisional que impide al banco vender, y de los dividendos e intereses que generan los valores, se pagaría la línea de crédito, las hipotecas y sobraban $63,500 que se le depositan en una cuenta cada mes a Trinidad.

“Al día de hoy, todavía Tito recibe $63,550 mensuales para mantener su estilo de vida”, indicó Guerrero.

“La deuda (de Trinidad) al día de hoy tiene un balance de $14 millones, de los $22 iniciales. Pero tiene una deficiencia de $7 millones. Y los valores que él tenía han ido bajando de valor, bajando de valor, bajando de valor”, agregó.

Con esa pérdida paulatina de los valores, desde 2017 se han dejado de producir los dividendos e intereses para cubrir los pagos acordados. Trinidad regresó a la corte alegando que Popular no estaba cumpliendo con el pago, “cuando la realidad es que no había de dónde pagar porque no se están recibiendo esas ganancias”, y el tribunal determinó que de una cuenta de “money market”, que era otra cuenta colateral en la que se depositaba lo que sobraba, se sacara el dinero para cubrir esa deficiencia y completar los pagos acordados en 2014.

Sin embargo, el “money market” que se está agotando y podría quedar vacío en poco tiempo.

“Se está sacando del ‘money market’ cada vez más, porque cada vez más los valores generan menos, incluso ya hoy en día casi ni están generando. Y el pote del ‘money market’ se está acabando. Nosotros proyectamos que ya próximamente no va a haber nada en el ‘money market’. Por lo tanto, no va a haber de dónde ni pagarle mensualmente las cantidades que él necesita para sus pagos, no va a haber para pagar la línea de crédito, ni para pagar las hipotecas”, insistió Maldonado. “Por eso es que recurrimos al tribunal, para que provea algún remedio para establecer una distribución que permita que el ‘money market’ no se acabe”.

“Esto no es que el Popular jamás quiere ver al héroe nacional en la calle, ni sin dinero. Nosotros, desde un principio de este caso se han hecho muchísimas propuestas, que no puedo entrar en detalles porque son confidenciales. Pero se han hecho propuestas similares a las que se han hecho en otros casos. Se le han hecho muchísimas ofertas por cantidades razonables”, agregó Maldonado, acotando que lo que le están ofreciendo a Trinidad como remedio provisional, “no está muy lejos” de los $63,500 que recibe actualmente cada mes.

“El problema que tenemos es que él no quiere pagar la deuda, quiere que Popular le condone toda la deuda, los $14 millones. Quiere que lo pongamos en su nivel de activos que tenía cuando llegó a Popular. Él quiere que Popular reponga la pérdida que tuvo, igual que todos los puertorriqueños que estaban invertidos en bonos de Puerto Rico. Pues no, él quiere tener $40 millones en activo y no deber nada de la deuda que tiene con Popular”, argumentó Guerrero.

Por si fuera poco, al darse el descubrimiento de prueba como parte de la demanda de cobro, Popular detectó que el valor del patrimonio neto (inversiones, propiedades, carros) de Trinidad, han disminuido considerablemente, de los $11.3 millones que tenía según sus propios estados financieros del 2013 a un valor de tan solo cerca de $3 millones, según los estados financieros más recientes.

“Lo que ellos están pidiendo es insostenible. Es absurdo. Dice que somos abusivos, que estamos haciendo ofertas ridículas. Pero aquí muchos clientes han perdido dinero, y él quiere que lo tratemos diferente. Y ahí es que tenemos que tirar la raya”, afirmó el ejecutivo.

“Queremos llegar a un acuerdo. Reconocemos que hay que llegar a un acuerdo para el bien de todo el mundo. Aquí nadie sale ganando, excepto los abogados. Aquí él va a salir perdiendo, nosotros vamos a salir perdiendo. Queremos llegar a un acuerdo, pero que sea razonable”, reiteró Guerrero.