A medida que aumenta la cantidad de personas que se han quedado sin hogar debido al paso del huracán María, los refugios se han convertido en el albergue principal de miles de familias. 

El gobernador Ricardo Rosselló estimó ayer durante conferencia de prensa en el Centro de Operaciones del Gobierno de Puerto Rico, ubicado en el Centro de Convenciones, que de 10,700 refugiados que habían previo al paso del ciclón, ahora hay alrededor de 15,000. Esta cifra, sin embargo, podría ser mucho mayor, ya que no ha habido comunicación con todos los municipios, especialmente los del área sur, oeste y centro del país, que han sufrido severos daños. 

El secretario del Departamento de la Vivienda, Fernando Gil, precisó que se ha hecho todo lo posible por establecer comunicación, pero ha sido imposible. Indicó que previo al huracán se habilitaron 178 refugios y que esa cantidad seguramente ha aumentado, pero desconoce a cuánto. 

“Sé que hay alcaldes, como el de Toa Baja que ha abierto refugios, pero como no nos hemos podido comunicar, pues no tenemos el número de la cantidad de refugios ni refugiados. En Levittown, por ejemplo, viven alrededor de 30 mil personas, así que imagínate, no sabemos. Hoy nosotros llevamos para Toa Baja todo lo que nos quedaba de agua y unos 40 matress que pudimos conseguir. Pero es lo que tenemos”, lamentó.

La esperanza para abastecer a los refugios estaba en la barcaza de FEMA que ya se encuentra en el país y que mañana se supone entre a puerto.

“Vienen seis millones de litros de agua, 23 mil catres, plantas eléctricas y suministros de primera necesidad, medicinas, alimentos”, indicó Gil, quien recordó que muchos de los suministros que tenía FEMA en el país, así como los de la propia agencia, se les dieron a las Islas Vírgenes, luego del huracán Irma. 

Agregó que otras de las cosas que viene en la barcaza son teléfonos satelitales que se distribuirán a los coordinadores de zona y coordinadores municipales para finalmente lograr comunicación. 

Sobre el alimento en los albergues dijo que desconoce cuánto queda. Destacó que lo que sabe es que los y las empleadas de Comedores Escolares que trabajaron voluntariamente ya están cansados, pues llevan laborando más de 36 horas. 

“Sabemos que la situación es difícil y aunque suene clichoso el llamado es a la calma. Vamos a estar ahí y vamos a llegar”, aseguró.

Mientras tanto, Gil adelantó que la agencia trabaja identificando diversas fábricas de PRIDCO a través de todo el país para habilitarlas y que sirvan como refugios para albergar a las miles de personas que han quedado sin nada.

Habla “Mayita”

La alcaldesa de Ponce, María “Mayita” Meléndez expresó ayer en entrevista con Noticentro que el municipio cuenta actualmente con 1,288 refugiados y que cuentan con ocho refugios. Expresó que el problema es que ya prácticamente no tienen comida ni agua, por lo que hizo un llamado urgente al Gobierno para que lleguen al área sur con los suministros necesarios.