Con tan solo dos años y ocho meses de edad, el pequeño Javier Rivera Molina hace mucho que sorprende a su familia con su viveza, curiosidad y sentido de independencia.

Lo que nunca se imaginaron era el enorme susto que pasarían ayer cuando el ímpetu e inteligencia del chiquitín lo llevaron a rebasar varias medidas de seguridad de la casa, a conseguir el control remoto del portón y a salir a tomar un "paseo" en horas de la madrugada.

"Se me fue el mundo", expresó con voz entrecortada Javier Rivera, de 28 años y padre del menor. "Pensé lo peor, realmente, porque entendía que el nene estaba durmiendo en el cuarto", dijo el padre.

 Todo comenzó como una mañana cotidiana. Solimar Molina Santos, de 26 años y madre de Javier, dijo que se levanta todos los días antes de las 5:00 de la mañana, para dejar todo listo antes de irse a trabajar en el Municipio de Bayamón.

Llegó a la cocina a eso de las 4:30 de la mañana y no vio nada extraño. Todas las puertas estaban cerradas, al igual que el portón de la marquesina, donde estaba el carro de su esposo.

 Pero la tranquilidad se tornó en pesadilla en cuestión de segundos. Molina Santos contó que al tiempo en que iba al cuarto a verificar al niño, el portón de la casa se abrió inexplicablemente mientras una patrulla se acercaba a la residencia en la urbanización Miraflores de Bayamón. Fue entonces cuando le informaron que habían encontrado a su hijo, que estaba en buen estado, pero que lo habían llevado al hospital para cumplir con el protocolo de seguridad.

"Busqué… (pensando) el nene no está, busqué debajo de la cama… Como últimamente se están llevando los niños, pensé que entraron a mi casa y me lo llevaron. Ahí arrancamos al hospital", relató Molina Santos, al recordar los instantes de tensión.

"En el hospital nos llamó papá, mamá… lo más feliz, con una paleta", dijo la mujer respirando con alivio.

Ya más calmados, a media mañana, los progenitores recibieron en su residencia a la abuela materna, Lourdes Santos, y otros familiares, quienes describieron al niño como un pequeño genio que logra copiar fácilmente cualquier conducta de los adultos.

"Es demasiado inteligente", sostuvo la abuela. "Cuando alguien dice una mala palabra, dice: 'No, eso no se dice, eso es malo’. También dice ‘permiso’, ‘perdón’… Uno dice que no puede tener 2 años".

Frente a los medios de comunicación, el niño demostró cómo abre la puerta del carro y se montó sin ninguna dificultad. Su padre indicó que aparentemente abrió la puerta de la cocina, entró al carro para tomar el control remoto del portón eléctrico y no solo lo abrió, sino que además lo cerró.

"Él se cree grande. Se puso chancletas y siguió andando", dijo Rivera moviendo la cabeza de un lado a otro. "Mira como es, que se quedó con el beeper de la mano, incluso. No lo soltó".

Desde allí caminó por la acera varias casas arriba y atravesó una acera que lo dejó frente a la avenida Miraflores, por donde los vehículos suelen transitar a alta velocidad.

Rivera y Molina Santos se sienten agradecidos de que dos buenos samaritanos aparecieron en el camino de su retoño. El primero fue un hombre que espera el transporte público regularmente en la esquina donde apareció el niño y lo llevó a la estación de gasolina que está cruzando la avenida. Desde allí llamaron a la Policía.

"Me salvaron la vida, realmente", dijo Rivera. "Dios los puso ahí para que a mi hijo no le pasara nada", comentó agradecido.

Familia investiga

Personal del Departamento de la Familia llegó al hospital para iniciar la investigación de lo ocurrido. El proceso ahora pasará ante la consideración de un trabajador social, explicó Lynnette Moreno, oficial de prensa de la Administración de Familias y Niños (ADFAN).

“El trabajador social, una vez culminó todas las entrevistas a los padres, los vecinos, concluye la investigación, y determina si el caso amerita algún tipo de servicios por parte nuestra”, abundó sobre las próximas etapas del proceso.

Por lo pronto, la familia del intrépido Javier sólo está agradecida de que el niño haya regresado sano y exhortaron a otros padres a aprender de su experiencia para que nunca pasen por una situación similar.

"Es mi vida… Le pudo haber pasado a cualquiera y no se lo deseo a nadie", dijo Rivera.

¿Cómo asegurar a su hijo en el hogar?

"Cierren las puertas bien y pongan las llaves en lugares altos… Lo que no hice fue eso y no lo vuelvo hacer, créeme. Si le tengo que poner un grillete se lo pongo", afirmó el padre al reconocer que “aprendimos la lección".

El aprendizaje: lo primero que debe enseñarles a sus hijos e hijas es a no salir del hogar sin un adulto conocido.

La vigilancia: monitoree  lo que hace el o la menor y dónde está, aun cuando entienda que está durmiendo.

Las cerraduras: aun cuando usted esté en la casa, cierre con llave todas las puertas que dan al exterior. 

Los accesos: llaves, controles, beepers y todo lo que se utiliza para abrir puertas deben estar fuera de su alcance.  

Al dormir: utilice los monitores de bebé para escuchar lo que ocurre en la habitación del menor. 

Use cámaras: existen cámaras de seguridad con aplicaciones para celulares que avisan si hay movimientos. 

Coloque barreras: con una pequeña barrera en la puerta de la habitación, el menor no podrá salir sin ayuda. 

Puertas abiertas: si la criatura duerme en un cuarto aparte, deje esa puerta y la  de su habitación abiertas. 

Ponga los pestillos: colocados a una altura razonable, la criatura no podrá accederlos, por lo que no podrá salir.  

Establezca fronteras: un bebé no debe acceder a todas las partes de la casa, como la cocina, el baño y el exterior.