Luego de estar 11 años encarcelada tras ser sentenciada por el presunto asesinato de su hermano, Ashley Marie Torres Feliciano fue recibida esta tarde al salir de la cárcel por su madre e hija, cuatro días después de ser indultada, condicionalmente, por la exgobernadora Wanda Vázquez Garced.

“Ashley no para de agradecer a todas las personas que le apoyaron, comenzando por la gobernadora, los estudiantes que han estado trabajando este caso y la prensa que le ha dado seguimiento. Ella está muy agradecida y quiere que todo el mundo lo sepa”, dijo, a Primera Hora, Lilliannette Cortés, una de las abogadas de la joven de 28 años.

Torres Feliciano acudió, esta mañana, ante los miembros de la Junta de Libertad Bajo Palabra (JLBP), quienes le instruyeron sobre las condiciones que deberá cumplir por los próximos diez años.

Entre los términos dispuestos por Vázquez Garced, se encuentra estar un año bajo restricción domiciliaria y supervisión electrónica. Posteriormente, deberá mantenerse en su residencia de 9:00 p.m. a 6:00 a.m. y no podrá cometer ningún delito ni utilizar sustancias controladas.

“Estoy bien emocionada y agradecida por todo lo que han hecho por ella”, apuntó la madre de la joven, Lucrecia Feliciano.

Dos semanas atrás, Feliciano se reencontró con su hija, luego de cinco años, a través de una pantalla que formó parte de una entrega de regalos a los hijos de las confinadas del sistema correccional. Al culminar la actividad, manifestó, a Primera Hora, que tenía una promesa con su hija que consistía en no cortarse el cabello hasta el día que la joven fuera liberada.

Torres Feliciano fue transportada al Complejo Correccional de Bayamón, donde se completó el proceso de liberación que incluyó, entre otras cosas, la programación del grillete electrónico. Desde allí, Proyecto Inocencia- organización que ha trabajado su caso desde 2013- la trasladó al punto de encuentro con su madre e hija.

Según la letrada de Proyecto Inocencia Vanessa Mullet, Torres Feliciano ya cuenta con dos ofertas de trabajo en la industria privada: una en Aguadilla y otra en el área metropolitana. Destacó que las personas que hicieron ambas propuestas están dispuestas a esperar un año, tiempo que Torres Feliciano deberá mantenerse en su domicilio. Hasta el momento, la joven vivirá, junto a su madre e hija, en Peñuelas.

“Esta es la manera de que ella se pueda ir reinsertando en la sociedad, sabiendo que estamos hablando de una niña que desde los 16 años está confinada así que su proceso de maduración fue detenido por estar encarcelada durante 11 años”, explicó, por su parte, Cortés.

Cuestionada sobre la posibilidad de que estas condiciones cambien, la abogada indicó que la defensa podría solicitar una modificación, luego de cumplir el año de restricción domiciliaria, de acuerdo con el lugar de estudio o empleo de Torres Feliciano y las recomendaciones de los trabajadores sociales que supervisarán a la joven.

“En este caso, se pudieron identificar muchas injusticias que se cometieron contra ella (Torres Feliciano) por parte del Estado, desde la dejadez del Estado en atenderla cuando era una joven madre de 14 años, no haberle provisto (ayuda) cuando fue agredida tanto sexual como físicamente hasta el trato que se le dio por parte de los fiscales al ser juzgada como adulta sin ningún tipo de examen individualizado”, expresó el abogado Julio Fontanet, fundador del Proyecto Inocencia.

El también decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana subrayó que la ciudadanía se ha desbordado en apoyo a la joven de 28 años y que, incluso, han contactado a la organización para realizar donaciones de ropa y artículos de hogar a Torres Feliciano.

El hecho por el que Torres Feliciano fue convicta se remonta al 2009 cuando, durante una fiesta familiar, la joven discutió con su entonces pareja, Steven Quirindongo. Uno de sus hermanos la defendió y resultó herido con un objeto que, presuntamente, Torres Feliciano le dio a Quirindongo; al día siguiente, el hermano de la joven de entonces 16 años falleció.

Quirindongo fue sentenciado a 11 años de cárcel mientras que a Torres Feliciano se le otorgó una pena de 111 años.

Para las abogadas Cortés y Mullet, se deben atender con urgencia los casos en los que se juzgan a menores de edad como adultos para evitar las sentencias de este tipo.