A 25 años de ser nombrado obispo por el papa Juan Pablo II, el arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, celebró esta noche sus bodas de plata episcopales, durante una misa efectuada en la Parroquia Santa Teresita en San Juan.

Desde Roma, el papa Francisco le envió una felicitación al religioso puertorriqueño, quien hace un cuarto de siglo, en 1988, inició una nueva etapa en su vida religiosa como obispo auxiliar de Boston. En 1995 pasó a ser obispo coadjutor de Corpus Christi y en 1997 se convirtió en su obispo. Dos años después fue nombrado arzobispo de San Juan.

El jueves en la noche llegaron a saludarle católicos todas partes de la Isla, así como del exterior.Entre los asistentes a la celebración figuraron el gobernador Alejandro García Padilla y su esposa Wilma Pastrana, así como el exgobernador Aníbal Acevedo Vilá y su esposa, la representante Luisa Gándara. Además, estuvieron presentes alcaldes y legisladores.

“En esta celebración pido misericordia para los más marginados en Puerto Rico, nuestros niños y niñas víctimas de abusos, maltrato y pobreza; misericordia para nuestros presos para que, aunque privados de su libertad, no sean privados de su dignidad. De manera especial pido misericordia para Oscar López Rivera”, expresó González Nieves.

Cuando mencionó al preso político López Rivera, la gente aplaudió efusivamente. El arzobispo de San Juan ha sido consecuente en pedir la liberación del pepiniano, que lleva 32 años encarcelado en Estados Unidos por el delito de conspiración sediciosa.

El religioso también pidió misericordia para los pobres, los usuarios de drogas, las familias divididas y los discriminados. Y habló sobre el "Puerto Rico desesperado" de estos días, para instar a recobrar la esperanza.

“A mí me inquieta profundamente ver cómo la esperanza de nuestro pueblo se ha ido desvaneciendo, a la vez que crece el cinismo. Un pueblo que no tiene esperanza está destinado a desaparecer, y si tiene mejor suerte está destinado a vivir en el pesimismo”, subrayó.

“Puerto Rico, nadie quitará tu alegría. Si tienes esperanza, si nos apoyamos mutuamente, si nos respetamos, si somos tolerantes, si nos unimos por el bien común, especialmente en la oración”, agregó.

Al Arzobispo se le observó reflexivo durante la misa, con mirada inquieta, como tratando de identificar rostros entre los bancos de la iglesia, en la que estaban presentes también algunos de sus familiares.

González Nieves, quien lleva 36 años como sacerdote y 25 como obispo, volvió a pedir oración para su persona, como lo hizo al enterarse de que era objeto de una investigación por El Vaticano, una pesquisa que culminó sin imputaciones de irregularidades en su desempeño y que estuvo a cargo del exnuncio apostólico en Santo Domingo, Józef Wesolowski, ahora bajo investigación por alegada pedofilia.

“Hoy en este aniversario, humildemente, pido al Señor que durante el resto de mi vida episcopal me conceda las riquezas de su gracia, a fin de que en este aniversario obtenga nuevas fuerzas... También pido perdón a todos y todas a quienes he ofendido durante estos años. Quisiera concluir haciéndoles una súplica en favor de orar por este servidor, orar para que sea un sencillo pastor que corre con alegría hacia la ruta de Belén para encontrar a Jesús”, manifestó.