Dieron las seis de la tarde de hoy y los estudiantes del recinto de Carolina, como advirtieron, tomaron las entradas del campus y cerraron los portones para unirse a la huelga indefinida en la que ya se encuentran ocho de las 11 unidades de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

"Siempre ha estado la amenaza de que somos un recinto pequeño y lo van cerrar", dijo a Primera Hora Carola Rodríguez, presidenta del Consejo General de Estudiantes (CGE).

"Si ahora mismo ocurre un recorte como ese (los $450 millones exigidos por la Junta de Supervisión Fiscal), ¿con qué personal nos vamos a quedar? Ahora mismo en los laboratorios nos hacen falta materiales", dijo Rodríguez, y enumeró otras de las necesidades de la unidad.

Pero también resaltó los cursos únicos que tienen, como los de la Escuela Hotelera y los programas en Diseño Gráfico y Turismo.

La estudiante aseguró que abordó en el Senado Académico la necesidad de hacer un estudio que incluyera a todos los sectores para identificar posibles ajustes, pero el reclamo ha caído en oídos sordos.

Hoy, bajo agua y a oscuras, un puñado de estudiantes puso una bandera de Puerto Rico en el portón principal. Todavía salen carros por la entrada custodiada, algunos los saludan, la mayoría solo espera y sale sin expresiones, y los menos aceleran sus vehículos de manera agresiva.

Pero los estudiantes aseguran que seguirán ahí, incluso durante los próximos días, últimos de la Semana Santa.

Sin embargo, el martes celebrarán una asamblea extraordinaria donde reconsiderarán todos los acuerdos tomados en la nacional durante la pasada semana.

Rodríguez explicó que el cónclave se dará a petición de poco más de 300 estudiantes que enviaron una carta debido a que en la asamblea nacional no se dieron procesos "transparentes", o más bien organizados.

Los estudiantes salieron con muchas dudas, dijo la presidenta del CGE, pero de la carta no se desprende una intención de levantar la huelga, subrayó.