Antídoto contra la soledad de la creciente población de envejecientes
Siguiendo los deseos de sus participantes, este club ofrece toda clase de actividades para mantenerlos entretenidos y saludables.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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En un país cuyas estadísticas revelan un envejecimiento acelerado de la población, con todos los retos que un giro demográfico como ese trae, se hace imprescindible pensar en alternativas para atender las necesidades de esa población de personas de mayor edad, y así ofrecerles un mayor bienestar y calidad de vida, tal como lo hace el Members Club MMM de Manatí, el primero de su tipo y que recién celebró su 15to aniversario.
El club es una alternativa de saludables espacios de entretenimiento para decenas de envejecientes, un sector de la población que a menudo suele quedarse viviendo solo, ya sea porque sus hijos se despegan para desarrollar sus propias familias o carreras, porque sus familiares y amigos van falleciendo poco a poco, o porque siquiera cuentan con esas conexiones de descendientes, familiares y amigos.
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Los miembros del club, de hecho, confirmaron sentirse cambiados y rejuvenecidos con la posibilidad de conocer y compartir en diferentes actividades con otras personas contemporáneas que se reúnen a diario allí, en muchos casos logrando además dejar atrás problemas de depresión, ansiedad y otras situaciones negativas asociadas a la soledad.
“Aquí hay una energía positiva porque ellos la hacen positiva. Ellos hacen que uno cree diferentes tipos de actividades, basada en los intereses que ellos necesitan, de lo que uno vive día a día con ellos”, afirmó Bárbara Rivera Laureano, encargada del Members Club MMM de Manatí, una vez consiguió aplacar al entusiasta corillo de fans del club que, mientras hablaba con este medio, se acercó a respaldar a “la jefa, la que manda, como dicen ellos, que son terribles”.
El día de la visita había en el club 48 miembros, compartiendo, disfrutando de juegos de mesa, lanzando pelotas a los canastos de un minibaloncesto, ejercitando en las máquinas del gimnasio, utilizando los equipos del salón de tecnología.
“Pero hay días que llegamos hasta 70. Y el día del aniversario llegaron 78″, sostuvo Rivera, agregando que los miembros que van con regularidad suman unos 120, aunque hay más afiliados en el club, que cuenta con niveles de satisfacción de 98%.
“En un día normal, entramos en la mañana, saludamos, cada uno va a hacer lo que realmente le gusta hacer, unos juegan dómino, otros juegan Yahtzee, casi siempre tienen comida y comemos mucho. Adicional a eso tengo un grupo espectacular de decoradoras y de maestras de manualidades que vienen y realizan manualidades. Todo va a depender de lo que coordinemos durante el día”, explicó Rivera.
Indicó que ese día tenían una charla sobre el tema de la soledad en Navidad, “porque muchos de nosotros tenemos familiares fuera de Puerto Rico y hay que aprender a lidiar con lo que es el desapego de la familia. Por eso nosotros tratamos de mantener lo que es diferentes tipos de charlas basadas en este tema. Aparte de que obviamente aquí en el Members Club somos una familia y tratamos de… los que están fuera, los llenamos con los que están aquí”.
“Aquí somos un grupo muy unido. Si te das cuenta, esto es una familia. Aquí jugamos, y cuando jugamos tiramos muchos chistes. Realmente es un ambiente muy bueno, que saca a uno de lo que es la rutina diaria, tanto para ellos como afiliados como para mí como coordinadora”, afirmó.
Celebró que “oficialmente me dijeron” que había planes para la celebración de una boda “en estos días” entre dos miembros del club, y agregó que es algo que ya ha ocurrido antes.
Insistió en que, para los miembros, el club se ha convertido en algo “de suma importancia”, y se puede ver reflejado en la desaprobación y desilusión que muestran cada vez que tiene que anunciar que al día siguiente no abrirá el club, pues en ocasiones se tiene que cerrar por diferentes razones, como la celebración de alguna reunión corporativa.
Explicó que muchos de ellos “están completamente solitos” y suele ocurrir que llegan al club en busca de ver algo que hacer.
“Tengo un casito, que yo siempre lo digo porque fue una de mis primeras afiliadas, que ella se había retirado recientemente, fue maestra por muchos años, y el estar aquí la levantó nuevamente y está, como yo digo, por ahí brincando y saltando nuevamente. Está enseñando algo, o me dice, yo no sé bailar, pero vamos a bailar, o yo sé hacer eso, pero yo voy a ver cómo me sale”, comentó. “Y mientras están en ese proceso, tú ves como ellos llegan de una manera completamente triste, solos, y al llegar aquí que siguen conociendo amistades, y siguen como que, ‘mira fulanita me invitó para tal lado, vámonos para allá’, o ‘fulanita se va de viaje, vamos a darle una visita a la casa’, o ‘fulanita hace mucho tiempo no está viviendo’, o cual sea el caso, ellos rapidito se unen y van a visitarlos”.
Consideró la dinámica que se da en el club como “espectacular”, porque “tú ves como ellos llegan de una soledad en una casa, entre cuatro paredes, donde ya yo no trabajo, y aunque sí saben que son funcionales, todavía están en ese proceso de lidiar con lo que es la soledad, mis hijos se fueron para Estados Unidos, ya no están aquí, qué hago. Pues entonces ahí entra el Members Club. Da un propósito, estás aquí pero también eres parte”.
De hecho, las actividades que llevan a cabo las hacen luego de consultar con los miembros qué quieren hacer, “y los hago partícipes de esas actividades”.
Más allá de los juegos y manualidades, en el club también ofrecen clases de zumba, ejercicios de movilidad y fuerza, cuentan con una caminadora en el área del gimnasio. De igual forma, tienen un programa de tecnología donde les enseñan a utilizar y manejar redes sociales, el celular, la computadora, para que se puedan mantener activos en las nuevas tecnologías, para que eviten los fraudes. Para enero próximo, por ejemplo, ya tienen planeado adiestrarlos sobre el nuevo marbete digital para los vehículos.
Asimismo, tienen un grupo musical, “un corito que es muy bueno”, y también un grupo de apoyo “para salir de la depresión, la ansiedad, porque son experiencias que ellos mismo viven y se comparten entre ellos”.
“A ellos les encanta estar aquí, aunque sea a jugar dómino, o sentarse al lado mío a dar chistes”, insistió.
“Y diciembre aquí es un mes completamente de fiesta”, agregó, mientras sus fans la celebraban con vítores y aplausos.