Luego de una larga discusión entre la defensa de Jerome Garffer Croly y la fiscalía, esta tarde se mostrará en el tribunal un vídeo captado por una cámara de seguridad del estacionamiento de un restaurante en Guaynabo en el que el exdirector de finanzas del Partido Nuevo Progresista y su expareja supuestamente tuvieron una discusión que llevó a a una querella de violencia doméstica en contra del abogado.

El proceso contra Garffer Croly estuvo marcado esta mañana por el testimonio de un agente de la Policía quien declaró hoy que, según dos versiones de entrevistados, este llegó hasta el estacionamiento de un restaurante en Guaynabo una noche de enero, “alterado” y “gritando”, profiriéndole insultos a su expareja.

Los hechos se remontan al 21 de enero, en el estacionamiento del restaurante Barrio Pizza en Guaynabo.

El oficial Adrián Rodríguez, de la División de Violencia Doméstica de la Policía en Bayamón, declaró que, según la mujer, Garffer Croly y ella terminaron la relación a principios de este año después de dos años, en los que alega haber sido víctima de “maltrato físico y psicológico”.

Rodríguez añadió que el suceso en controversia tuvo lugar en horas de la noche, luego de que Garffer y su expareja se encontraran en dos lugares ese día.

El primer encuentro ocurrió en un restaurante de The Mall of San Juan. La querellante llegó al lugar, pero se fue al ver a Garffer Croly acompañado de otra mujer, lo que le informó a la secretaria del imputado mediante una llamada telefónica, dijo el agente.

Agregó que ella se fue a un restaurante en el área de San Patricio, en Guaynabo, a almorzar, hasta donde supuestamente llegó Garffer Croly, quien comenzó una discusión con un hombre que se acercó a ella para hablarle.

Luego de ambas instancias, la mujer se querelló de lo que ocurrió esa noche.

El agente indicó hoy en el Tribunal de Bayamón que ella y un hombre con el que estaba hablando en el estacionamiento del restaurante Barrio Pizza alegaron que Garffer llegó al lugar emitiéndole palabras soeces de índole sexual contra la mujer y a él.

Ambos le dijeron al policía que se acababan de conocer allí, en ese momento, porque el hombre fue a buscar su cartera en el carro cuando vio que ella estaba tratando de encontrar su auto, y él le ayudó.

El hombre y la querellante le pidieron a Garffer Croly que se tranquilizara, pero dijeron que el imputado continuó con la misma actitud, por lo que el hombre y el imputado asumieron una postura como si fueran a comenzar a pelear físicamente, de acuerdo con las versiones que le manifestaron al agente cuando fueron entrevistados.

Sin embargo, las versiones de ambos difieren sobre lo que ocurrió a continuación.

De acuerdo con el agente, la mujer indicó que cuando vio que iban a pelear, se bajó del auto y se paró entre medio de ambos hombres.

Añadió que Garffer “la empujó por uno de sus hombros con sus manos, provocando que ella se golpeara con el lado izquierdo de su vehículo”.

En respuesta, “ella dice que con una de sus mano, le lanzó un golpe a Jerome, porque él la había agredido, pero no sabe dónde le dio”, dijo Rodríguez.

Mientras, el hombre le dijo al policía que después de los insultos y el momento en que casi pelea con Garffer Croly, la mujer le contestó al imputado con palabras soeces, también de índole sexual, según el agente.

“(Garffer Croly) negó haberle manifestado palabras soeces” a la mujer, abundó el oficial.

Rodríguez explicó que en el transcurso de la investigación de la querella, le tomó fotos a la mano de la mujer, que tenía un nudillo de la mano derecha con un moretón.

En cuanto a Garffer Croly, mostró a la jueza varias fotos en las que se ven botones rotos de su camisa y manchas rojas que alegó el imputado que son de sangre. También se le ven “abrasiones” en el rostro y en la mano derecha, que alegó es una mordida.

También se mostró una foto donde se ve una “abrasión” en la espalda de Garffer Croly, quien le dijo al policía que fue por una mordida de la querellante.

A preguntas de la fiscalía, Rodríguez señaló que en la foto de la espalda con la camisa puesta no se ve ninguna marca de la alegada agresión.

Por otro lado, luego de una larga discusión, la defensa y la fiscalía estipularon que se proyecte en sala un vídeo captado por una cámara de seguridad del estacionamiento, lo que sucedería en la tarde, después del receso de almuerzo.

Rodríguez dijo que después de ese vídeo, decidió proceder con la radicación de cargos.

Luego, la vista preliminar en alzada de este caso continuará el 27 de mayo, 3 de junio y 4 de junio

La vista preliminar en alzada se lleva a cabo luego de que el tribunal no encontrara causa para juicio contra Garffer Croly en febrero pasado.

La denuncia en su contra le imputa haber insultado y empujado a la querellante.

La fiscal Ruth E. González, de la Unidad Especializada de Violencia Doméstica, Delitos Sexuales y Maltrato de Menores de Bayamón, presentó denuncias en contra de Garffer Croly por conducta asociada a maltrato sicológico y físico contra su expareja.

Aunque la denuncia no prosperó en febrero, la mujer continuaba con una orden de protección contra Garffer Croly, quien permanecía bajo una fianza de $50,000.

En abril, Garffer Croly prestó otra fianza de $50,000 en el tribunal de San Juan por otra denuncia.

Luego, por una alegada violación a la orden de protección que estaba vigente, Garffer Croly fue sumariado en la cárcel de Bayamón este mes.

Mientras se esperaba por la vista preliminar en alzada, la víctima sometió una querella alegando que Garffer Croly la había llamado por la aplicación de Messenger, en violación a la orden de alejamiento.

Al encontrar causa para arresto en ausencia por esa querella, Garffer Croly fue arrestado en su hogar en Hato Rey.

Por esta denuncia, una jueza de Bayamón le impuso una fianza de $250,000, de la que prestó el 10%.

Sin embargo, tras conocer la denuncia de este mes de mayo, la oficina del Programa de Servicios con Antelación a Juicio (PSAJ) sometió en el tribunal de San Juan una querella de violación a las condiciones de libertad bajo supervisión electrónica.

La defensa de Garffer Croly argumentó que esa violación no había sido confirmada por un tribunal, sino que estaba bajo litigio pendiente a una vista preliminar.

Pero el juez se mantuvo en que había causa probable por la presunta violación a la orden de protección y le retiró la libertad condicionada.