Alianza ayudará a 1,550 adultos mayores de pueblos impactados por Fiona
El acuerdo está dirigido a residentes de Arecibo, Toa Baja, Hormigueros, Ceiba, Yabucoa, Ponce y Salinas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Unos 1,550 adultos mayores de los siete pueblos mayormente afectados por el huracán Fiona en el 2022 serán impactados con diversas iniciativas que les ayudará en el manejo y prevención de enfermedades antes, durante y después de algún desastre natural, gracias a una alianza entre la Cruz Roja Americana y el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico.
El acuerdo colaborativo, que se firmó el martes en las inmediaciones de la Cruz Roja Americana, en San Juan, aspira a que médicos académicos, residentes y estudiantes del RCM ofrezcan educación especial de la salud a personas con enfermedades crónicas, así como clínicas en las que se brindarán exámenes de salud. También habrá oportunidad de vacunación para enfermedades como el COVID o la influenza y se distribuirán unos “kits” con artículos de primera necesidad y respuesta.
Los pueblos en los que se brindarán los servicios son: Arecibo, Toa Baja, Hormigueros, Ceiba, Yabucoa, Ponce y Salinas.
La ejecutiva regional de la Cruz Roja Americana Capítulo de Puerto Rico, Lee Vanessa Feliciano, sostuvo que la iniciativa requerirá una inversión de $500,000 que la organización proveerá proveniente de los fondos que se recaudaron en 2022 para ayudar a los municipios impactados por el fenómeno atmosférico.
“La población más vulnerable que atendemos durante los desastres son los adultos mayores. Por eso, nos unimos al Recinto de Ciencias Médicas, que cuenta con el personal y el conocimiento para educar y llevar servicios directos en el área de preparación y salud a esta población para que puedan manejar sus necesidades en todas las etapas de un desastre”, acotó Feliciano, al indicar que las labores iniciarán el próximo mes y se extenderán por el periodo de un año.
Puntualizó que los esfuerzos se llevarán directamente a las comunidades donde los voluntarios de la Cruz Roja identificaron mayor población de adultos mayores y agregó que el plan incluirá un folleto informativo en el que se educará sobre el manejo adecuado de medicamentos, como por ejemplo insulina, durante una emergencia. Este material, que será diseñado por recursos del RCM, será el primero que realiza la Cruz Roja Americana en toda la nación y será distribuido en otras regiones, además de Puerto Rico.
Por su parte, la doctora Carmen Cadilla, decana de Asuntos Académicos del RCM, adelantó que formar parte del acuerdo colaborativo cumple con una de las misiones de la institución que, además de formar profesionales de la salud, busca penetrar en las poblaciones vulnerables para ofrecerles servicios médicos, particularmente, en tiempos de emergencia.
“El Departamento de Medicina Interna será líder en el esfuerzo, pero es un proyecto interdisciplinario”, dijo Cadilla al añadir que se unirán otras escuelas como la de farmacia, dental y salud pública.
El presidente de la Universidad de Puerto Rico, Luis A. Ferrao, subrayó la importancia de que la academia se una a los esfuerzos de país para enfrentar la “realidad demográfica” de la isla, compuesta en su 25.5% por personas mayores de 60 años. Según datos de proyección del Censo para el 2050, el 39.3% de la población serán adultos mayores.
“El país se está convirtiendo en una pirámide poblacional invertida y la población adulta se convierte en sector mayoritario y hay que tomar medidas para que esa población tenga cuidados adecuados”, expresó Ferrao, al asegurar que la UPR trabaja en otros esfuerzos junto a varias agencias gubernamentales para proveer asesoramiento y buscar soluciones ante el reto demográfico que enfrenta Puerto Rico.
“Vamos camino a una especie de isla égida y esa realidad hay que confrontarla. Por eso agradezco a la Cruz Roja Americana por esta iniciativa y a los médicos que le dan al país su talento para cubrir las necesidades especiales y urgentes de esta población”, arguyó el presidente de la UPR al reconocer que no hay soluciones fáciles en el camino y planificación para aumentar la fertilidad de la isla.